*Fuente: Poemario por un Sahara Libre
Conferencia de clausura. Bujari Ahmed, representante del Frente Polisario ante la ONU
Bujari Ahmed comenzó destacando la “determinación del pueblo saharaui a llegar” a su metar. Su determinación es sólida y no es objeto de polémica que les haga aceptar el hecho consumado. En estos años se ha tratado de alterar la legalidad internacional en nombre del “realismo político”. Donde la parte débil, pero que tiene razón, tiene que aceptar que sus aspiraciones no pueden ser logradas. “Hoy tras 36 años, el intento de someter a la legalidad internacional”, no ha dado resultado porque ningún país del mundo ha reconocido la soberanía marroquí, en palabras del dirigente saharaui. El intento de Van Walsum tampoco tuvo éxito cuando dijo que no era realista pedir la independencia del Sahara. Bujari quiso resaltar, corrigiendo lo afirmado por Anna Theofilopoulou (ex oficial de Naciones Unidas para el Sahara Occidental) en la conferencia de la mañana que “la petición de que Van Walsum saliera de la ONU fue exclusivamente saharaui”.
El representante del Frente Polisario ante la ONU, habó de habló de “dos remos, que utilizamos en este proceso, las constantes y las variables. Las constantes son la fuerza intrínseca que define al pueblo saharaui y su firme determinación y la “realpolitik”, es decir, el apoyo de la comunidad internacional. En cuanto a las variables, están los centros de poder, cuyos intereses influyen en el curso de los acontecimientos”. Así es fundamental la implicación de Washington, Paris y Madrid en el conflicto, ya que las dos partes han realizado enormes esfuerzos para conseguir alinear a los tres países en su apoyar sus posturas. Los saharauis no han podido convencer a Madrid. Respecto a Francia, “es hoy el principal problema”, en palabras de Bujari. Francia financió la guerra desde el principio y es el principal obstáculo para el avance del proceso de paz. El protectorado francés sobre Marruecos continúa y lo usan para condicionar la suerte del norte de África. Madrid y París coinciden en impedir la independencia del Sahara Occidental. Ambas posiciones van en la misma línea.
En cuanto a EEUU, se distanciaron de los saharauis durante los primeros años de la guerra fría, los saharauis eran entonces más euro céntricos, “lo que fue un error de apreciación” en palabras de Bujari. Hasta los años 90 el Polisario no hizo un esfuerzo especial en acercarse a EEUU, en el momento en que hizo su aparición el plan de arreglo. De 1991 a 1994 la visión EEUU era favorecer el proceso, fue entonces cuando se creó el llamado Grupo de Amigos, donde se incluyó a España, ya que entonces España pensaba que el referéndum podía ser posible. Entre 1994 y 1997 hubo un bloqueo de la situación, hasta la aparición de James Baker, que llegó con la idea de animar a pensar otra solución que no fuera el referéndum.
Baker llegó con la idea de proponer la creación de un estatuto de autonomía. Cuando Baker llega a la zona, hasta tres veces le reiteró Hasan II que quería realizar el referéndum, porque estaba seguro de ganarlo. Baker ofreció a los saharauis un propuesta de un cierto grado de autonomía porque les avisó que podían perderlo todo, tal era la seguridad de Marruecos en ganar el referéndum. Los saharauis se negaron a esta opción. Baker fue enviado del Secretario General con Clinton y en los primeros años del mandato de Bush, por lo que la posición de EEUU en aquellos años siempre fue la de apoyar la celebración del referéndum. Hasta el 2001 EEUU tenían una visión diferente de la francesa. Pero a partir de los atentados del 11S, EEUU se acerca más a los marroquíes. En ese momento la propuesta marroquí trataba de eliminar el referéndum.
La posición francesa con respecto al tema del Sahara es, en palabras del dirigente saharaui, es “ciega, absurda y estúpida”. En lo referente a España Bujari ha confirmado que los contactos oficiales entre el Frente Polisario y el gobierno español no existen en la actualidad.
En el último informe del Secretario General hay, en opinión de Bujari, “un retorno al punto de partida”, la consulta a la población. El nuevo elemento que ha entrado en acción es la llamada primavera árabe, aunque aún es pronto para juzgar cómo afectarán las revueltas al conflicto saharaui. Lo que se ha visto claro es el diferente rasero de los centros de poder a los diferentes estados. La pregunta es saber cómo va a afectar esta primavera árabe al contexto internacional. Lo que sí ha supuesto ya, según el diplomático saharaui, es que ya “no basta con agarrarse a un régimen totalitario para garantizar la estabilidad”. Hay que ver si los nuevos acontecimientos en el norte de África van a dar un impulso al derecho de autodeterminación, lo que tendría una implicación directa sobre el conflicto saharaui.
En el turno de preguntas Bujari afirmó que en cuanto a la cuestión de los derechos humanos en la última resolución de la ONU, la 1979, para el Polisario no ha terminado la batalla y se seguirá tratando de implicar a la MINURSO, a pesar de que esto no quiere decir que vayan a supervisar correctamente los derechos humanos. Bujari recordó la experiencia que ya se sufrió durante el proceso de identificación con funcionarios de la ONU corruptos. En la negociación de la resolución 1979 los EEUU tuvieron un choque frontal con la delegación francesa. EEUU quiso que desapareciera el término “dimensión humana” que aparecería en la resolución anterior, insistiendo en que se introdujera el término “derechos humanos”, lo que ha supuesto “romper un tabú”, en palabras de Bujari. Sin embargo la delegación francesa se negó en rotundo. Los EEUU insistieron en dejar el término, costó 7 días llegar a un acuerdo para la introducción del concepto, eso sí, en el preámbulo. Los franceses consiguieron que apareciera en la resolución el recién creado Consejo de derechos humanos marroquí, que en realidad ni siquiera tiene competencias sobre el Sahara.
Esta es una situación nueva en la que la cuestión debe ser el fin del debate entre real politik y legalidad internacional. Además se ha urgido a que haya un nuevo informe en seis meses, en lugar de en un año.
En cuanto a la cuestión de Túnez, Bujari prefirió mantener cautela, a la espera de ver cómo se suceden los hechos. “No toda revolución es a favor de las causas justas”, ha señalado. Si los tunecinos y los egipcios quieren ver la causa saharaui de otra forma será positivo, ya que los dos regímenes que han caído en Túnez y Egipto, han sido muy nocivos para la causa saharaui.
“La vía diplomática no se ha agotado a pesar de que ha habido momentos sin nada de oxígeno”, afirmó Bujari, remarcando que la vía pacífica debe seguir adelante. “Las decisiones estratégicas no deben tomarse según la temperatura de la calle”, concluyó Bujari ante la pregunta sobre la provocación marroquí del desmantelamiento del campamento de Gdeim Izik el mismo día de la reunión entre el Frente Polisario y Marruecos el pasado 8 de noviembre.
Por cuarto año consecutivo la querida cantante saharaui Mariem Hassan se encargó de clausurar brillantemente las jornadas. Presentó a su nuevo grupo y dos canciones nuevas.
Las Jornadas fueron clausuradas por el Representante Saharaui para España, Bucharaya Beyun, que reiteró la determinación del pueblo saharaui en conseguir su independencia y la necesidad de que se respeten los derechos humanos en el Sahara. Recordó que España sigue siendo responsable de la cuestión del Sahara Occidental y tiene que jugar un papel determinante en la resolución del conflicto.
Margarita Alfaro, Vicerrectora de Relaciones Institucionales y Cooperación de la UAM, destacó el compromiso de la universidad en seguir trabajando en esta línea, dentro del propósito de las universidades públicas de ampliar el conocimiento y propiciar el pensamiento crítico y el debate, además de continuar realizando acciones concretas en relación al voluntariado y la cooperación.
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