El diputado general, José Luis Bilbao, recibió ayer a la activista saharaui más reconocida internacionalmente, Aminatu Haidar. La presidenta del Comité de Derechos Humanos para el Sáhara Occidental tuvo durante su visita a Euskadi un reconocimiento doble: el miércoles, obtuvo el premio René Cassin de Derechos Humanos que concede el Gobierno vasco, y ayer, el Berdintasuna, que le fue otorgado el 8 marzo por la Diputación, pero que entonces no pudo recoger por enfermedad. Haidar fue encarcelada por primera vez entre 1987 y 1991, en un calabozo secreto. Permaneció con los ojos vendados y apenas sin comida. «Alrededor de 80 presos de conciencia y 24 jóvenes que están en huelga de hambre permanecen en la cárcel de Salé», reivindicó tras la recepción en el Palacio foral.
La activista aseguró que el pueblo saharaui y el vasco son «hermanos» y que aquí se siente «como en casa». Por otro lado, denunció que bajo la ocupación marroquí «vivimos en un infierno donde no hay libertad de expresión ni de manifestación y donde las mujeres son violadas y encarceladas». El diputado general también criticó la «represión brutal»a la que Marruecos somete a este pueblo. «Su causa es nuestra causa», dijo Bilbao, antes de defender que «si el Estado español cumpliera con su obligación histórica de expotencia colonial con el pueblo saharaui, la situación cambiaría». Haidar pidió que se presione «al Gobierno central para que rectifique el error histórico que ha cometido», porque «es el responsable de la situación en la que vivimos».
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