viernes, 2 de diciembre de 2011

In memoriam. Vicky Peralta


El año 2000 acababa de terminar un curso de periodismo con la Cadena SER, en Gran Vía, 32. Días después me encontré con un entrañable compatriota, Abidin Kaid Saleh, quien me propuso que fuera a comer con él en la productora Starline, donde trabajaba en el norte de Madrid. Aquella vez me habló de una amiga del pueblo saharaui en Tres Cantos con la que había trabajado en proyectos de apoyo para los campamentos de refugiados saharauis. Pocas semanas mas tarde sonaba mi teléfono, al colgarlo me llegaba el saludo de una dulce voz al que enseguida situé como sudamericana. Era Vicky Peralta, la mujer solidaria con los saharauis del que me había hablado Abidin. Cuando escribí el homenaje para mi queridísimo Abidin, Vicky me dejó este mensaje en el blog: “Apreciado Bahia, Quiero agradecerte profundamente que hayas escrito este artículo homenajeando a nuestro común amigo Abidin. No tiene desperdicio, me has transportado al tiempo que compartimos. Siempre apegado a sus raíces, a su cultura, a su "ser saharaui". Vicky”

Así comenzó mi relación con ella, su hija Ainhoa, su compañero Carlos, amigos como Antonio, Asun, Lorenzo, Miguel y su mujer Diana y otros compañeros de Tres Cantos, como punto de convergencia en la causa saharaui. Empecé a conocerla como amigo a través de tantas charlas que compartimos en su casa. Carlos me contó que se conocieron en el barrio latino de Paris cuando los dos eran exiliados. Allí también conocieron la lucha de los saharauis en reuniones y charlas que se hacían casi clandestinamente en ese barrio del exilio donde abrazaron la causa del pueblo saharaui y la llevaron años mas tarde a su casa en Tres Cantos. Creó la asociación de apoyo a la mujer saharaui en su municipio, militó en la Asociación amigos del pueblo saharaui en Tres Cantos, y acabó participando con el Grupo Literario Encuentros, en temas de la literatura saharaui. En la feria del libro de Madrid 2011, mientras estaba firmando mi libro “La maestra que me enseñó en una tabla de madera”, Vicky se presentó en el stand donde firmaba para adquirir el libro que ese día estaba agotado. Recuerdo que me dijo “no te preocupes Bahia que vendré otro día para comprarlo”, ante mi apuro por no tener en ese momento ningún ejemplar para ella. A finales de septiembre de este año me llamó para proponerme que su grupo literario me invitaba a presentar el libro en el auditorio municipal de Tres Cantos.

Fue la última vez que nos vimos, a pesar de todo estaba llena de vida y ganas de luchar contra su enfermedad. Recuerdo que intervino desde su silla de ruedas en la primera fila del auditorio, recordando su compromiso y la de todos amigos de los saharauis a seguir apoyando y luchando por ese hermano y sufrido pueblo. Tuvo esa tarde la ovación más sincera y prolongada del público. No hace mucho que me pidió que le facilitara direcciones de algunas asociaciones y delegados saharauis  porque los había perdido en un problema con su ordenador.

Ahora si que puedo decir que aquella tarde en el auditorio fue una despedida entre amigos, porque la causa del pueblo saharaui la llevó en el corazón para siempre.  Esta tarde me he enterado de que nos ha dejado vencida por una enfermedad a la que ha ganado la batalla durante muchos años hasta que agotó todas sus fuerzas. Estarás amiga siempre en el corazón de todos los saharauis que te conocieron en el Sahara, en los campos de refugiados, en las ciudades ocupadas y en el de todos aquellos que te conocimos en nuestro exilio y nos diste todo tu cariño e incondicional apoyo. Descansa en paz, amiga.  

Bahia Mahmud


Noticia muy, muy triste hoy. Cuando Aminetu Haidar recoge el premio René Cassin del Gobierno Vasco, los presos de Gdeim Izik afrontan un mes de huelga de hambre y cuando se congregan en toda España y los campamentos decenas de activistas prosaharauis en una huelga de hambre de 48 horas en solidaridad con los presos, nos enteramos de que nuestra queridísima Vicky Peralta ha fallecido en Madrid. Exiliada en España desde el año 77, “aterricé en España el día de las primeras elecciones tras la muerte del dictador”, como recordaba la última vez que estuvimos con ella en Tres Cantos el pasado mes de octubre.

Luchadora incansable por la causa saharaui en todos los frentes, en los últimos años se centró en la lucha de la mujer con el Grupo de Apoyo a la U.N.M.S, su trabajo con Amnistía Internacional y su interés por la literatura saharaui en español.

Aunque la conocía de hacía varios años a través de Bahia fue la literatura lo que más nos unió en estos últimos tiempos. Durante la presentación de un libro en la Representación Saharaui en Madrid, al saludarle me dijo que le había gustado mucho Delicias saharauis. No sabía que lo hubiera leído, y me dejó sorprendida, así que cuando hicimos la presentación en Madrid, no dudé que tenía que acompañarme con una de las lecturas. Elegí para ella “La pulsera de Rabab”. Vicky se encontraba entonces enferma pero hizo el esfuerzo de llegar y estar con nosotros. Todo fueron sonrisas y con su dulce acento chileno puso voz a la historia de esa valiente saharaui, Rabab Amidan, mujer y luchadora por la libertad como Vicky.

La última vez que nos vimos fue el pasado octubre en Tres Cantos. Había organizado con su Grupo de Apoyo a la UNMS y sus amigos del Grupo Literario ENCUENTROS la presentación del libro de Bahia “La maestra que me enseñó en una tabla de madera”. Cuando llegamos Vicky aún no se encontraba, su amigo Germán Ojeda, del grupo literario, nos habló del grave estado de Vicky, aunque a pesar de todo iba a asistir al acto. La esperamos un tiempo y al final hubo que empezar la presentación. Unos minutos después Vicky aparecía acompañada de su querida hija Ainhoa. El auditorio se puso en pie y comenzó a aplaudir, en reconocimiento a una mujer que con todo el tesón cumplía con la cita en aquella actividad que había preparado tan bien y con tanto cariño. Vicky y sus compañeras habían llevado té verde y pastelitos árabes, que se repartieron entre el público asistente. Nos despedimos con fotos, risas y besos. Y proyectos, como la propuesta de Vicky de presentar Delicias en Tres Cantos. Por supuesto le respondí que sí, espantando los malos augurios. Su hija nos destacó como, a pesar de la enfermedad, seguía todo lo activa que podía.

Todavía nos envió un correo con la nota de prensa, nos intercambiamos fotos y algún que otro email de Vicky que siguió trabajando hasta el final. Nunca olvidaremos a personas como Vicky, preciosas flores tan necesarias en un mundo como el nuestro. Siempre te querremos.

Conchi Moya



A la amada que me escribe frente a un lago

A Maribel Lacave y el Pacifico Sur, hoy dedicada a nuestra inolvidable Vicky


A la amiga amada que me escribió sentada
frente a un lago, a espaldas
de un volcán lleno de nieve.

Yo le escribo desde esta esquina
de la historia
que me ha condenado a navegar sin remos,
a atravesar los desiertos treinta años,
sobreviviendo a inclemencias, fallos,
dictámenes y procesos sumarísimos
de la injusticia.

A la amiga que tenía sobre la cabeza
unas nubes de ramas y flores
y sentía nuestro dolor desde las antípodas
del Pacífico.

Yo también te quiero, porque me has
querido desde la distancia,
con ojos lagos,
cataratas de La Victoria de mi África.

Te quiero porque aún guardas nombres
de nuestras dunas,
de los sirocos, de los misiles
que nos tiraron, de nuestros muertos vivos.

A esa amada que tiene el corazón
volcán de amor, la amo.
Por mi gente, mi usurpada casa en Auserd,
mi desierto,
mi arena,
mi duna y mi dolor que no cesa,
como las aguas que alimentan
ese lago desde donde me escribes.

Aquí estoy amiga, sentado en el lomo
de esta duna
patrimonio tuyo y mío,
respondiendo a las impúdicas cascadas
de preguntas que la humanidad no supo
responder.

Aún seguimos al unísono con el grito de
¡Kul El Watan Awshahada!

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