miércoles, 28 de noviembre de 2012

Una delegación de Fuerteventura visita El Aaiún y afirma la "escalada de acoso" de la policía marroquí




Una delegación de Fuerteventura ha visitado días atrás El Aaiún donde, afirmaron, han constatado la "escalada de acoso de la policía marroquí sobre la población saharaui", así como "el hostigamiento sobre los activistas para impedirles" el derecho de asociación y manifestación. De esta forma, señalan buscan "minimizar sus protestas y acallar las denuncias" sobre las vejaciones del Reino de Marruecos, según informó el Ayuntamiento de La Oliva (Fuerteventura) en nota de prensa.

La delegación que ha visitado El Aaiún estaba compuesta por la alcaldesa de La Oliva y diputada del Parlamento regional por Coalición Canaria (CC), Claudina Morales; la concejal de Puerto del Rosario Carmen Delia Gutiérrez; y los representantes de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Fuerteventura Juan Francisco Chocho e Ico Ramos.

Esta delegación ha logrado entrar en El Aaiún, tras la expulsión previa de otros grupos de observadores que trataron "infructuosamente de acceder a los territorios ocupados".

De todos modos, aunque pudieron acceder, aseguran que en el aeropuerto de El Aaiún sufrieron un "fuerte control policial desde su llegada hasta su salida de la ciudad"; posteriormente, lograron ponerse en contacto con varios activistas saharauis y con representantes de la asociación de defensa de los derechos humanos.

Una vez se encontraron con la asociación, el colectivo trasladó a la delegación de Fuerteventura la "enorme preocupación" que existe por las 500 personas que permanecen desaparecidas desde 1976 y los 15 ciudadanos saharauis de los que se desconoce su paradero desde el inicio de la intifada saharaui en 2005.

Y es que, según informó la delegación de Fuerteventura, El Aaiún se encuentra sitiado por la policía marroquí, que ha incrementado su presencia en las calles y "ha multiplicado su represión contra las manifestaciones públicas, llegando incluso a vejar a las mujeres que se concentran para denunciar la situación de total desamparo" en la que se encuentra el pueblo saharaui, con lo que el Gobierno de Marruecos trata así de imponer "el silencio" en las zonas ocupadas "en las que se recurre insistentemente a la violencia e intimidación".

Además, la delegación de Fuerteventura visitó a la familia de Said Dambar, una de las víctimas mortales del desmantelamiento del campamento de Gdeim Izik, que les expuso la tortura psicológica del Gobierno de Marruecos hasta que Said fue enterrado tras dieciocho meses en la morgue y la negativa de éste a revelar a la familia el lugar en el que se encuentra sepultado. Por ello, continúan manifestándose "periódicamente para rogar que Said sea el último mártir de la fuerte represión de Marruecos sobre un territorio que no les pertenece".
Otro de los hechos que apuntan sobre la presencia marroquí en el Sáhara, es que en los colegios las clases sólo se imparten en francés y marroquí, además de retirar de