viernes, 10 de mayo de 2013

El embajador de Argel, Mohammed Haneche, aclara al general Jesús Argumosa en el CESEDEN “el problema” del Sahara Occidental


[Por Alfonso Lafarga] El embajador argelino en España, Mohammed Haneche, aclaró  al general de División (r) Jesús Argumosa en el CESEDEN, y ante un auditorio de militares de la máxima  graduación,  que el Sahara Occidental no es “un problema” entre Marruecos y Argelia,  pero sí “según la ONU, un problema de descolonización”.
Ocurrió el martes 7 de mayo, ante la sorpresa del director del CESEDEN, teniente  general del Ejército de Tierra Alfonso de la Rosa Morena, que no sabía que el embajador se encontraba  en la sala del Centro de Estudios de la Defensa Nacional donde se celebraba el I Foro de debate ATENEA-ADALEDE, dedicado a “El impacto de las revueltas árabes en el Magreb” y que había  inaugurado  el teniente general del Aire Juan Antonio Carrasco, Jefe de Estado Mayor Conjunto de la Defensa  (JEMACON).
El debate transcurría sin controversia alguna y la complacencia de los intervinientes, hasta el punto de que la frase “ya poco puedo añadir a lo que han dicho mis predecesores, con los que estoy de acuerdo” era, por lo general, la repetida forma de iniciar su alocución los ponentes: el general de Brigada Miguel Ángel Ballesteros, director del Instituto Español de Estudios Estratégicos; Ignacio Rupérez, embajador de España; Rafael Calduch, catedrático de Relaciones Internacionales, y el periodista Enrique Montánchez.
En la presentación del acto el director del CESEDEN, además de las habituales palabras protocolarias y agradecimientos, saludó al embajador de Marruecos, Ahmed Ould Souilem, el saharaui que después de militar desde 1975 en el Frente Polisario, con cargos de responsabilidad,  se pasó a Marruecos en julio de 2009 y a los nueve meses ya fue nombrado embajador por Mohamed VI.  También señaló  la presencia de la embajadora de Mauritania, una mujer vestida con un traje típico de su país (en la página web de la embajada aparece como embajador Mohamed Mahmoud Ould Abdallahi Ould Boye),  sin mención alguna al embajador de Argelia.
El general Argumosa, director de Foros del Grupo ATENEA y moderador del debate, dijo en la introducción que las “revueltas” árabes se iniciaron en Túnez y aludió de pasada al conflicto del Sahara, para acto seguido matizar: “conflicto, entre comillas, entre Marruecos y Argelia”.
Los ponentes coincidieron en situar el origen de la Primavera Árabe en Túnez, y hablaron de Egipto, de Libia, de Mali, de Mauritania… algo de Marruecos y la habilidad de su rey (general Ballesteros), de que el Sahara Occidental puede ser otro punto de desestabilización (embajador Rupérez), de los peligros que desde el Sahel amenazan a  Europa y que Marruecos es la contención y el Sahara Occidental quien sabe lo que seria.
El debate se centró entonces en si era posible revitalizar la Unión del Magreb Árabe (UMA), integrada por Argelia, Libia, Marruecos, Mauritania y Túnez, que no se reúne desde 1994, y la situación en el Sahara Occidental.
En este punto el profesor Calduch se refirió a la peligrosa evolución del problema del Sahara “que hace necesaria la colaboración y el  entendimiento de Marruecos y Argelia, que con la excusa saharaui se han hecho daño mutuamente” y aseveró que Al Qaeda ya está reclutando personal entre los saharauis.
El general Ballesteros reseñó que no hay presión suficiente para que Marruecos cumpla la resolución de la ONU sobre el Sahara Occidental y que el problema del Magreb es si el yihadismo entra en el Sahara Occidental, a la vez que criticó que Marruecos no aceptase la propuesta de Estados Unidos de que la MINURSO vigilara los DDHH en la excolonia española, si como dice allí no pasa nada.
Faltaba ya poco para que finalizase el acto, que clausuraba el secretario general de Política de Defensa, Alejandro Enrique Alvargonzález, cuando  llego el turno de preguntas del público, pidiendo el moderador la identificación de los intervinientes. Y así lo hizo el hombre de aspecto árabe al que acababa de dar la palabra, sentado en la primera fila, justo a la izquierda del embajador marroquí. “Soy el embajador de Argelia”, dijo en español, ante la sorpresa del director del CESEDEN, de los miembros de la mesa y de la sala.
Mohammed Haneche, de 59 años, embajador en España desde noviembre de 2005, expresó detenidamente sus discrepancias con mucho de lo allí expuesto. Cuando ya parecía que iba a terminar pidió unos minutos más al moderador, al que se dirigió para aclararle que su entrecomillado sobre el Sahara Occidental no respondía a la realidad. “Según la ONU -dijo-, el Sahara Occidental es un problema de descolonización, que tiene que hallar una solución justa en el marco de Naciones Unidas”.
Y mirando al resto de los ponentes, continuó: “Vincular el terrorismo con los saharauis es una locura, es un falso pretexto para descalificar el deseo del pueblo saharaui de ser libre, dejados de la mano de dios por quien sabe”, expresión esta última que provocó la sonrisa  de la audiencia, seguida de un general y sonoro aplauso. Las felicitaciones personales y saludos siguieron después fuera de la sala de conferencias, entre ellos el del director del CESEDEN, quien previamente había pedido disculpas públicas al embajador.