Aminatou Haidar, durante la presentación de las jornadas en la Universidad |
La
activista pacifista saharaui por los Derechos Humanos Aminatou Haidar ha
participado en las Jornadas sobre el conflicto del Sáhara celebradas durante
esta semana en la Universidad de Murcia. En su primera visita a la Región, la
activista, junto al fiscal de Alicante y secretario internacional de Juristas
por el Sáhara Occidental (AIJUWS), Felipe Briones, ofrecieron una conferencia
sobre el Derecho internacional y los derechos humanos en los territorios
ocupados.
Madre de
dos niños, estuvo encarcelada en dos ocasiones durante más de cuatro años por
ser activista saharaui y luchar, de forma pacífica, por los derechos humanos de
su pueblo. Fue torturada diariamente, sin derecho a recibir asistencia médica,
con los ojos vendados, y considerada como persona en paradero desconocido, sin
que durante ese periodo de encarcelamiento se celebrara un juicio justo que la
condenara.
Muchos la
conocieron con el llamado ‘caso Haidar’ en el año 2009, cuando Marruecos le
negó la entrada a El Aaiún expulsándola al aeropuerto de Lanzarote, donde
permaneció 32 días en huelga de hambre reivindicando sus derechos como saharaui
y denunciando las condiciones infrahumanas en la que viven los habitantes del
territorio ocupado por el régimen marroquí.
La
implicación del Estado español en el conflicto no se puede obviar. En el año
1976, España abandona el territorio a su suerte, sin haber llevado a cabo el
proceso de descolonización y el referéndum de autodeterminación prometido a los
saharauis en los Acuerdos de Madrid. Marruecos invade, en la famosa Marcha
Verde, la zona occidental del Sáhara con la complicidad del mundo que no hace
nada para evitarlo. Desde entonces, el Sáhara se encuentra dividido en dos: la
zona ocupada por Marruecos, el Sáhara Occidental, donde se encuentra parte de
la población saharaui sometida al régimen dictatorial marroquí y administrador
de los recursos naturales del país, y por tanto de la economía de la misma, y
el Sáhara libre, donde muchos huyeron y se refugiaron en campamentos
organizados en el desierto, separados ambos por un enorme muro artificial de
más de 2.700
kilómetros de longitud.
Recientemente,
gracias a los cables estadounidenses desclasificados y compilados por
Wikileaks, pudimos conocer la supuesta implicación de otros países como EEUU,
que siempre afirmó mantener una actitud totalmente neutral frente el conflicto
saharaui. Según estas filtraciones, la Casa Blanca se alió con Marruecos, al
que suministró todo tipo de armas, para la invasión y colonización del antiguo
protectorado español, frustrando así toda posibilidad de independencia del
pueblo saharaui.
Hoy día,
España sigue siendo legalmente la potencia administradora del Sáhara y muchos
saharauis libres hablan el español como lengua materna. Sin embargo, de la zona
ocupada por Marruecos la activista resalta que “el Estado español nos dejó
abandonados, lo que hizo desaparecer la lengua castellana. Nos han impuesto el
francés como forma estratégica de borrar nuestra identidad, nuestra cultura
como pueblo saharaui”.
Por su
lucha en el reconocimiento de los derechos del pueblo saharaui, ha sido
galardonada con diversos premios internacionales como el Premio Coraje Civil en
2009 de la Fundación Train por su defensa de los Derechos Humanos en el Sáhara,
Premio de Derechos Humanos Juan María Bandrés en 2006, el Solidar Silver Rose
Award en 2007, entre otros, y nominada al Nobel de la Paz en el año 2008.
A pesar de
las dificultades idiomáticas, Aminatou Haidar nos concedió unos momentos para
poder charlar con ella sobre el conflicto saharaui y las jornadas de
sensibilización.
–¿En qué
situación se encuentra el Sáhara Occidental actualmente?
–Desde el
punto de vista político, hemos estado realizando negociaciones entre el Frente
Polisario, que es el representante del pueblo saharaui, y el rey de Marruecos,
pero no hay avances en este tema. Como activista de serechos humanos me
preocupa mucho la situación de las políticas practicadas diariamente por las
autoridades marroquíes hacia la población civil saharaui. Tengo que subrayar
que el fin de semana pasado se produjo un altercado entre manifestantes
saharauis y la policía marroquí, que dejó 200 heridos saharauis. Al margen de
la política de Marruecos, la población decidió realizar una manifestación para
llevar un mensaje al enviado personal de Naciones Unidas Cristopher Ross, que
se encontraba de observador en el país. La población saharaui sigue
reivindicando siempre su derecho a la autodeterminación, pero Marruecos impide
toda forma de protesta y manifestación, vulnerando los derechos humanos. Hay más
de 80 presos políticos repartidos en varias cárceles marroquíes. Para nosotros
es una situación muy alarmante, porque incluso tenemos muertos, como el caso
del joven saharaui que fue asesinado recientemente en el sur de Marruecos por
la policía marroquí. Hay privación de los derechos mínimos fundamentales de los
saharauis en la zona ocupada. En el otro lado, se encuentran los saharauis que
siguen resistiendo en unas situaciones humanas muy difíciles. Son ya 38 años en
esta situación.
–¿Qué
responsabilidad tiene España en el conflicto?
–España es
el responsable directo de la situación del pueblo saharaui. Sigue siendo la
potencia administradora del Sáhara, pero da la espalda a este conflicto.
Lamento mucho que el Gobierno español no haya tomado todavía una posición clara
respecto al Sáhara Occidental. Tiene que reconocer que tiene su derecho a la
realización de un referéndum y su autodeterminación como pueblo libre, y
lamento que España siga bloqueando una mejor situación de los derechos humanos
fundamentales en el conflicto.
En abril
hubo una iniciativa por parte de EEUU para conseguir el cumplimiento de los
Derechos Humanos y para ampliar el mandato de la MINURSO (misión de paz de la
ONU). Pero Francia y España han bloqueado esta iniciativa. Lamento que España
no quiera que el pueblo saharaui, que está bajo ocupación, disfrute al menos de
esos derechos mínimos. España, que es un país de libertad y que es responsable
del sufrimiento del pueblo saharaui, no quiere frenar esta situación de un
pueblo que hasta hace poco era una región española, llamado el Sáhara Español y
que sigue estando bajo su responsabilidad. España se retiró del territorio del
Sáhara Occidental en 1976 interrumpiendo el proceso de descolonización,
incumpliendo los acuerdos alcanzados con la ONU. Por lo tanto, sigue con sus
responsabilidades jurídicas e históricas. Tengo que recordar que la actitud del
Gobierno español no tiene nada que ver con la ciudadanía, ya que han mostrado y
siguen mostrando solidaridad con el pueblo saharaui.
–¿Por
qué cree que se produce un bloqueo informativo a la población en España sobre
la situación del Sáhara?
–Porque no
interesa que se conozcan informaciones en las que se pueden ver implicados,
aunque sea de forma indirecta. Nosotros también sufrimos el bloqueo informativo.
Para mí es una complicidad, porque normalmente se tiene que realizar una
cobertura mediática de lo que está ocurriendo y en el Sáhara debería ser la
prensa española ante todo. Muestra falta de interés. Lo que ha ocurrido
recientemente es muy grave (los 200 heridos en la manifestación) y la noticia
ha sido publicada por una agencia francesa. Sabemos que hay corresponsales que
en una hora u hora y media pueden tomar un avión y cubrir la visita, pero
parece que no interesa que sepa lo que está ocurriendo.
–¿La
crisis mundial está afectando de algún modo al Sáhara libre?
–Si en
varios campos, tanto a nivel sanitario como educativo. La ayuda en general
humanitaria que reciben los refugiados en los campamentos ha disminuido. Más de
200.000 personas que habitan en los campamentos dependen de la ayuda
internacional para poder sobrevivir, ya que no tenemos acceso a nuestros
recursos naturales, controlados por Marruecos y, por tanto, poder tener una
vida normal. Dependemos de las ayudas de organizaciones no gubernamentales, de
ONG y de algunos gobiernos, por lo que a causa de la crisis económica las
ayudas que recibimos se han visto reducidas considerablemente.
–Hay un
informe realizado por Carlos Berintain, Oasis de la memoria. ¿Qué es lo que
trata el informe?
–Es un
trabajo muy importante de testimonios recogidos sobre el terreno. Ha arrojado
luz por primera vez sobre las violaciones de los derechos humanos y los
crímenes de lesa humanidad que Marruecos ha cometido en el Sáhara Occidental.
El informe trata varios casos de desapariciones sin importar edad o sexo. Hace
poco han descubierto dos fosas comunes en la que se encontraban ocho saharauis
desaparecidos durante el reinado de Hasan II y que Marruecos había registrado
sus nombres como tales. Cuatro de ellos aparecieron en un informe marroquí
oficial como muertos en las cárceles. Gracias a las investigaciones hemos
podido saber que nunca estuvieron encarcelados y que fueron asesinados junto a
las fosas comunes donde se hallaron sus cuerpos. Yo estuve cuatro años
encarcelada con los ojos vendados, torturada y aislada del mundo exterior en un
centro clandestino. Unos 500 saharauis siguen en paradero desconocido. El
informe intenta arrojar luz a todo lo que ocurrió en este periodo, por eso es
muy importante.
–Hay un
muro artificial que divide el Sáhara ocupado del Sáhara libre llamado el muro
de la vergüenza. ¿De qué forma os ha afectado esta construcción?
–Nos ha
afectado mucho porque hay que tener en cuenta que las familias están divididas
entre estas dos zonas, separadas por el muro. Nadie habla de esto, un muro que
divide a las familias y que provoca muchas violaciones de los derechos humanos.
Hay minas anti personas a lo largo del muro y muchos saharauis han sido
víctimas de ellas, en los dos lados, aunque sobre todo en el lado ocupado por
Marruecos. También nos impide poder acceder a nuestros recursos naturales y,
por tanto, poder disponer de unas riquezas que nos permitan subsistir como
sociedad económicamente desarrollada.
–En la
historia de la democracia española ¿ha habido algún gobierno o partido político
que haya intentado solucionar este conflicto de ocupación territorial y asedio
de la población saharaui?
–Lamentablemente
durante las elecciones todo son promesas. Escuchábamos y leíamos muchas declaraciones
de los políticos a favor del pueblo saharaui, pero cuando un partido consigue
ganar las elecciones, todo se olvida y se queda en meras palabras. Necesitamos
el apoyo político del Gobierno español, pero, hasta el momento, ningún partido
político ha cumplido las expectativas que el pueblo saharaui necesita y desea.
–¿Cuál
es el papel político y social de la mujer saharaui?
–Tenemos un
papel muy importante. Como mujeres saharauis tenemos muchos derechos que, si
comparamos con otras mujeres del mundo musulmán, muestran que estamos muy
avanzadas. Tenemos nuestros derechos como mujer y nos respetan dentro de la
sociedad civil. Se dan casos de violencia de género, pero son pocos. En nuestra
sociedad esto está muy mal visto y es una vergüenza que un hombre abuse y
maltrate a una mujer. Pero aún quedan cosas por cambiar. Luchamos para llegar a
una sociedad igualitaria en todos los aspectos.
–¿Por
qué son importantes este tipo de jornadas?
–Porque son
situaciones en las que podemos hacer hincapié en el contexto general del
Sáhara, tanto jurídica, social, económica, en definitiva de derechos humanos.
Podemos mostrar una realidad olvidada y concienciar a la sociedad de otros
países sobre la importancia de la solidaridad y del poder ciudadano. Como
pueblo necesitamos más apoyo para llegar al objetivo, la libertad del Sáhara.
Estoy decepcionada con el cumplimiento de los derechos humanos, porque parece
que solo son palabras. Pero el pueblo sigue su resistencia pacífica por la
libertad. En mi intervención yo hablé sobre los derechos humanos en los
territorios ocupados, dando testimonio sobre la situación del pueblo saharaui
bajo ocupación marroquí y su privación a la libertad, de los derechos sociales,
económicos, políticos que están vulnerados. Felipe Briones se encargó de
explicar la parte de los derechos internacionales desde los aspectos jurídicos
de la misma.
Me gustaría
mandar un mensaje de agradecimiento al pueblo español y hacer un llamamiento,
ya que llevamos 38 años de sufrimiento, basta ya, y que los movimientos de
solidaridad tienen que intentar otras formas de apoyar al pueblo saharaui,
ejerciendo presión al Gobierno español para que cambie su actitud y podamos ser
un pueblo libre.