Cuatro aragoneses denuncian acoso policial
marroquí en su intento de llegar hasta la antigua colonia española y recoger
testimonios de responsables de asociaciones de derechos humanos.
PUBLICO
I. ALCONCHEL / M. CABRERA Zaragoza 22/04/2014 07:00 Actualizado: 22/04/2014
Más de 18 horas de espera en el aeropuerto
de Marrakech sin comer ni dormir, sin saber cuándo ni cómo serán expulsados de
Marruecos tras recibir el aviso de la policía del país, donde no son
bienvenidos. Cuatro jóvenes aragoneses
viven desde el pasado miércoles, cuando intentaron acceder a El Aaiún para
conocer la realidad social y política del Sahara Occidental , "una constante tortura psicológica por
parte de los cuerpos de seguridad alauí que no quieren aquí a observadores
internacionales", explica Diego Marín, integrante del grupo de activistas.
Irene Bailo, Laura Soteras, Diego Marín y
Raúl Ramón llegaron a la capital de la antigua colonia española, donde
pretendían permanecer durante una semana, para recoger testimonios de
responsables de asociaciones de derechos humanos. Tras más de una decena de
controles hasta llegar a El Aaiún, la policía marroquí los bajó del autobús en
el que viajaban, los registraron e interrogaron durante tres horas, preguntándoles
sobre su profesión, el motivo y duración de la visita y sus contactos en la zona. "Fueron
tajantes. Nos dijeron que no teníamos permiso para entrar en la ciudad y nos
obligaron a meternos en un taxi en dirección a Agadir sin más explicaciones",
señala Irene Bailo.
Una vez allí, el grupo intentó regresar a
Tan Tan, puerta al Sahara Occidental, donde otro taxi les aguardaba para
llevarlos de vuelta a Agadir. "Ya estábamos vigilados, más de una veintena
de agentes nos estaban esperando y nos advirtieron de que si volvíamos a
intentar acceder a los territorios ocupados tendríamos serios problemas. Dada
la presión y constante vigilancia nos trasladamos a Marrakech", apunta
Bailo.
Varios estudiantes saharauis les ofrecieron
su apartamento en la ciudad para descansar hasta su vuelta a España. "Pensábamos
que ahí acababa el acoso policial cuando en la medianoche del domingo, 15 agentes
se presentaron en la casa con varios furgones aparcados en la puerta del
edificio", explica Raúl Ramón. Según
el grupo, la policía les comunicó que existía una orden de expulsión y que
debían trasladarlos, de formainmediata, al aeropuerto para salir del país en el
primer vuelo disponible.
"Ni nos dejan quedarnos en Marruecos
ni tampoco nos dan soluciones para salir del país y piden que esperemos. Durante
horas nadie nos ha atendido pero sí vigilado. Desde la embajada nos han
denegado el asilo político. Estamos exhaustos", señala Diego Marín.
Aseguran que el cansancio físico es lo de
menos, que "el mareo constante" es la estrategia de Marruecos para
frenar la llegada de observadores internacionales a los territorios ocupados en
unas fechas muy sensibles para el conflicto que desde 1975 atraviesan Marruecos
y el Sahara Occidental.
El Consejo de Seguridad de la ONU vota este
mes la renovación de la MINURSO, la Misión de Naciones Unidas para el
referéndum en el Sahara Occidental, una cita que la población saharaui
aprovecha para demandar que el organismo internacional tenga competencia para
vigilar los derechos humanos en el territorio.
"Lo que Marruecos pretende es
reventarnos psicológicamente, con la complacencia de las embajadas y consulados,
asustarnos y presionarnos para no acudir a las manifestaciones, donde se
producen agresiones que pretenden ser silenciadas", concluye Bailo.
Los aragoneses estuvieron 20 horas
retenidos en el aeropuerto
EL PERIÓDICO 23/04/2014
Los cuatro aragoneses integrantes de la
brigada Aragón-Sáhara regresan hoy a casa después de permanecer alrededor de 20
horas retenidos en el aeropuerto de Marraquech con una supuesta orden de expulsión
que no existía, según informó ayer la agencia Arainfo.
Diego Marín, Raúl Ramón, Laura Soteras e
Irene Bailo sufrieron la "presión" de las autoridades, que, según su
versión, habían irrumpido de madrugada en la vivienda donde dormían los
aragoneses, a los que trasladaron al aeropuerto, donde estuvieron
permanentemente vigilados. "Un día chungo", tal y como lo definió en
su cuentade twitter Irene Bailo.
Según estas mismas fuentes, tras la larga
espera, el acoso, la presión y la incertidumbre, las autoridades marroquís se
negaron, el pasado lunes, a pagar un vuelo de regreso para los cuatro
aragoneses, que se trasladaron a un modesto hotel de Marraquech, invitados por
la cónsul honoraria del Estado español en la ciudad, Khadija El-Gabsi antes de
regresar hoy a España en el vuelo que tenían programado desde el principio.
"Hoy más saharauis que nunca y con más
razón si cabe de luchar con y para el pueblo saharaui", afirmó Raúl Ramón
en las redes sociales. Por su parte, Diego Marín se mostraba agradecido, en
nombre de los cuatro, por las innumerables muestras de "apoyo, cariño y
solidaridad" que les llegaban desde Aragón y otros territorios. "Contra
el agotamiento físico y mental el apoyo compañero es la fuerza para resistir. Gracias",
apuntó Marín.
Las largas horas retenidos en el aeropuerto
supone el tercer incidente que los aragoneses sufren con las fuerzas de
seguridad marroquís desde que llegaron. Tras la expulsión de El Aaiún, las
autoridades marroquíes impidieron la entrada a Tan Tan (en el sur de Marruecos).
Según estas fuentes, en los últimos días, Marruecos
ha expulsado a 28 observadores internacionales procedentes de distintos
territorios del Estado español que intentaban acceder al Sahara.
La brigada llegó el pasado lunes con el
objetivo de llegar a los territorios ocupados por Marruecos en el Sahara
Occidental así como "romper el bloqueo mediático" durante los días de
reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.
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