Ante las recientes declaraciones de
la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, quien afirma que ningún
miembro del gobierno andaluz debe ir a los campamentos de refugiados saharauis,
las respuestas no se han hecho esperar. La Asamblea Saharaui de Granada ha
organizado hoy una acción en la Delegación del Gobierno en repulsa a dichas
declaraciones.
En el manifiesto que han leído, no
sin ciertas dificultades por parte de las fuerzas de seguridad del recinto, los
compañeros manifestaron su “profundo malestar por las últimas declaraciones de
la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en las que afirmó que
ningún miembro del gobierno andaluz debería visitar los campamentos de
refugiados saharauis, convirtiéndose así en cómplice de la corona marroquí en
su intento de ignorar la realidad que sufre nuestro pueblo, tanto en los
campamentos de refugiados como en los territorios ocupados de la RASD”. Y
continuaron dirigiéndose a Díaz: “No podemos ignorar nuestro deber de denunciar
actitudes cercanas a la mezquindad y a
la tiranía porque el pueblo saharaui se niega a resignarse ante la impunidad
del Estado marroquí, que durante 40 años ha enarbolado la bandera de la vulneración
de los derechos humanos sometiendo a nuestro pueblo a los embites del exilio,
la tortura y la ignominia. Esta situación, Señora presidenta, no ha sido
ignorada por los andaluces ni por las andaluzas que han ido prestando su apoyo
al pueblo saharaui desde hace décadas, demostrando la profunda relación de
humanidad que nos une a ambos pueblos.
Por ello, consideramos que la mejor
forma de reparar esta ruin incoherencia del gobierno de Andalucía con la
ciudadanía es visitando oficialmente los campamentos de refugiados saharauis y
condenando desde la cámara que representa la voz de los andaluces la constante
vulneración de los derechos humanos en las ciudades ocupadas del sahara”.
Para concluir, hicieron referencia
a los activistas en Territorios Ocupados: “queremos recordarle a la Señora Presidenta
que a día de hoy hay decenas de activistas saharauis encarcelados y centenares
de desaparecidos en los territorios colonizados por Marruecos. Así pues el
deber de cualquier representante político es el de denunciar la vulneración de
los derechos humanos y hacer llegar un mensaje esperanzador a aquellas mujeres
y hombres que siguen en pie en las cárceles del estado marroquí luchando por la
propia dignidad y por conservar una paz ya desangrada”.
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