La presidenta del Centro Robert F. Kennedy
para la Justicia y los Derechos Humanos, Kerry Kennedy, ha dicho que las
violaciones de los Derechos Humanos cometidas por las autoridades marroquíes en
el Sáhara Occidental “no pueden quedar impunes”.
El Centro Robert F. Kennedy ha publicado un
informe en el que dice que “las autoridades marroquíes continúan cometiendo
graves violaciones de los Derechos Humanos contra el pueblo saharaui”, a pesar de lo cual no existe un mecanismo
internacional para su seguimiento.
El informe, fechado en Washington, hace un
seguimiento de las violaciones de los Derechos Humanos de los saharauis
cometidas entre marzo y diciembre de 2014 en los territorios de la antigua
colonia española ocupados por Marruecos.
El Centro Robert F. Kennedy especifica que
a pesar de las denuncias de “violaciones sistemáticas de los Derechos Humanos
por parte de Marruecos contra los saharauis”, la Misión de las Naciones Unidas
para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO) carece de un mandato para su
supervisión y “no existe un mecanismo internacional dedicado a su seguimiento en el Sáhara Occidental”.
Ante esta situación, apunta que la
discusión en la ONU el próximo mes de abril sobre la renovación de la
MINURSO proporciona una oportunidad para
que su mandato esté en línea “con otras misiones de mantenimiento de la paz
mediante la inclusión de la vigilancia de los Derechos Humanos y la
presentación de informes como parte de su misión”.
La MINURSO debe ocuparse de los DDHH
La presidenta del Centro RFK, Kerry
Kennedy, hija del senador Robert F. Kennedy, se mostró a favor de que la ONU
amplíe el mandato de la MINURSO, ya que "las denuncias de violaciones
graves de los DDHH que tienen lugar en el Sáhara Occidental demandan la
atención internacional y requieren una investigación seria y remedio”, según la
información publicada por el Centro.
"Los informes de tortura durante la
detención, la negligencia médica hacia los presos enfermos, explosiones de
minas terrestres no supervisadas, la dispersión violenta de manifestaciones
pacíficas y las restricciones a la entrada y los viajes dentro de la región no
pueden quedar impunes”, afirmó Kerry
Kennedy.
El Centro RFK se refiere, también, a los
cientos de cables diplomáticos marroquíes filtrados a través de una cuenta de
Twitter, bajo el nombre de Chris Coleman,
y afirma que “muestran como
Marruecos ha participado en una actividad inapropiada en las Naciones Unidas
con el objetivo aparente de impedir la ampliación del mandato de la MINURSO
para incluir la vigilancia de los Derechos Humanos”.
Para Kerry Kennedy esta información es
grave y requiere una atención seria, por lo que
“la investigación en curso de las Naciones Unidas debe examinar la
cuestión de si las acciones cuestionables tomadas por el personal de Marruecos
y la ONU impidieron la ampliación del mandato".
En el tiempo analizado, el Centro Robert F. Kennedy identificó cerca
de 90 casos de violaciones de Derechos Humanos, como detenciones arbitrarias, falta de libertad de
reunión y de movimiento, malos tratos físicos y torturas, lesiones y muertes
causadas por minas terrestres y muertes durante la detención. “En su conjunto
–señala- la frecuencia y la naturaleza de los abusos pinta un panorama sombrío
de la situación de Derechos Humanos en el Sáhara Occidental”.
Santiago A. Canton, Director Ejecutivo del
Centro RFK, dijo que los hechos
denunciados constituyen violaciones graves del derecho internacional, y que
aunque el derecho internacional no reconoce la soberanía de Marruecos sobre el
Sáhara Occidental, al ser “el poder de facto y como signatario de la Convención
contra la Tortura, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y el
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Marruecos
debe garantizar que se respeten los Derechos Humanos de las personas que viven
en el Sáhara Occidental".
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