La nueva delegada saharaui para España, Jira Bulahe, tras la entrevista con cuartopoder.es. / Sato Díaz |
El pasado mes de diciembre el Frente
Polisario celebró su XIV Congreso Nacional y a raíz de este cónclave algunos
cargos han cambiado en el movimiento de liberación nacional saharaui. De este
modo, el que hasta ahora era el delegado saharaui para España desde hace ocho
años, el máximo representante de la República Saharaui en este Estado,
Bucharaya Beyún, pasa a ser el embajador en Argelia. Le sustituye en Madrid
Jira Bulahe, quien ahora estará el frente de la representación saharaui. Por
primera vez una mujer desempeñará este cargo. Bulahe es ingeniera, formada en
Cuba y Argelia, y desde hace años ha desempeñado diferentes cargos políticos en
distintas organizaciones saharauis, como en el colectivo juvenil de la UJSario
o la Unión de Mujeres Saharauis (UNMS). Además, fue representante saharaui en
los países nórdicos y directora de la escuela de formación al funcionariado
saharaui. Tras esta experiencia, y tras estudiar un Máster Universitario en
Cooperación Internacional en la Universidad de Alicante, Bulahe pasó a ser
ministra en Formación Personal y Profesional de la República Saharaui. Ahora
llega a España para liderar la causa saharaui en la todavía potencia
administradora del Sáhara Occidental, responsable de cerrar el proceso de
descolonización interrumpido en el año 1975.
— ¿Cuáles son sus principales
expectativas a la hora de afrontar este puesto de responsabilidad clave para la
diplomacia saharaui?
— Es una gran responsabilidad. Este año se
cumplen 40 años de la proclamación de la República Saharaui y es necesario que
la población pueda volver a su territorio a vivir en unas condiciones de
libertad. Con ese objetivo tenemos varias líneas a trabajar, teniendo en cuenta
las peculiaridades de nuestro pueblo: tenemos una población en el exilio en los
campamentos de refugiados, una población que vive bajo la ocupación marroquí y
otra que vive en la diáspora. Desde estos tres sectores se exige la libertad e
independencia de nuestro pueblo. El Estado español tiene una gran responsabilidad
en el futuro de nuestro pueblo, es un Estado cercano geográficamente e
históricamente. Es la antigua potencia colonizadora y actual potencia
administradora del proceso de descolonización. Tenemos que realizar un gran
trabajo con la familia solidaria con el Sáhara en España, donde hay un
movimiento asociativo con implantación en una enorme cantidad de ciudades y
pueblos, donde tenemos a muchas instituciones que nos muestran su apoyo.
Tenemos que conseguir que el Estado español, desde su puesto en el Consejo de
Seguridad de Naciones Unidas, se posicione a favor de la legalidad
internacional y, por lo tanto, a favor del derecho a la autodeterminación del
pueblo saharaui. La sociedad española siempre ha mostrado su apoyo al pueblo
saharaui, todo lo contrario de lo que han hecho los sucesivos gobiernos.
— ¿Cree que existe una nueva correlación
de fuerzas en el Parlamento Español capaz de dar un giro en la política con
respecto al Sáhara Occidental?
— Hasta ahora, los gobiernos españoles han
olvidado su responsabilidad legal e histórica con el pueblo saharaui. Ahora hay
una nueva composición en el Congreso que puede permitir que se adopten cambios
en esta materia. Nuestro trabajo es exigir que se cierre el proceso de
descolonización del Sáhara Occidental según dicta la legalidad internacional y
Naciones Unidas. El pueblo saharaui lucha por volver a su territorio y por
vivir de una manera pacífica en él. Nosotros reclamamos una causa justa, y su
consecución será síntoma de que vivimos en un mundo más justo, un mundo menos
bélico. Miles de saharauis son refugiados desde hace cuarenta años, otros
muchos ven cómo la ocupación marroquí viola sus derechos más elementales todos
los días. Los recursos naturales del Sáhara Occidental están siendo robados,
saqueados, sin que esto beneficie en ningún momento a la población saharaui. Es
una injusticia y España es responsable. Esperamos y exigimos a los nuevos
representantes políticos que cierren este proceso, que se reconozca el derecho
del pueblo saharaui y que se termine así con tanto sufrimiento al que estamos
siendo sometidos como pueblo.
—En concreto, la llegada al Parlamento
con fuerza de Podemos, un partido que se ha manifestado siempre en favor del
pueblo saharaui… ¿Confían…?
—Yo plantearía esto de otra manera.
Podemos, de momento, ha podido hacer lo que se ha propuesto. En muy poco tiempo
han podido entrar en las instituciones y han dado un giro importante en la
política española. Esperamos que no nos defrauden. Los partidos que han
gobernado en España han prometido muchas cosas en la oposición y nos han
defraudado cuando han llegado al poder. Yo creo que Podemos, como su propio
nombre indica, puede no abandonarnos, puede cambiar en este sentido lo que se
ha hecho hasta ahora. El conflicto saharaui es un problema también para España
y la sociedad española. Las asociaciones que hay por todo el Estado y muchas
fuerzas políticas e instituciones nos apoyan. Muchos partidos, además de Podemos,
han mostrado su constante solidaridad con nuestra lucha, como IU y otros. La
labor que tenemos que hacer es trabajar conjuntamente con toda esta gente, para
conseguir que, de una vez por todas, los derechos del pueblo saharaui se
materialicen.
— ¿Cuáles son los primeros pasos que
exigen al Estado español de cara a que se materialice el derecho a la
autodeterminación del pueblo saharaui?
— Lo primero es que se abran las puertas a la
representación del Frente Polisario en España, que se nos reconozca. También
pedimos que se denuncien las distintas realidades que sufre el pueblo saharaui,
como las constantes violaciones de los derechos humanos en los territorios
ocupados por Marruecos. España forma parte ahora del Consejo de Seguridad de la
ONU y tiene la posibilidad histórica de desarrollar este aspecto. Además,
España sigue siendo la potencia administradora y debe impulsar en el ámbito
internacional la descolonización del Sáhara Occidental. Es importante también
que se denuncien los Acuerdos Tripartitos de Madrid, que son ilegales y que
vendieron el Sáhara a Marruecos en el año 1975. También tenemos que celebrar
distintas actividades este año, pues es el 40 aniversario de la República
Saharaui, y las instituciones españoles nos tienen que ayudar a visibilizar
este aniversario. Todo esto lo pediremos conjuntamente con las asociaciones de
amistad con nuestro pueblo, que, como he dicho, son muy numerosas en todo el
Estado.
— La cooperación internacional del
Estado español con los campamentos de población refugiada es muy importante.
¿Cuáles son las prioridades en esta materia?
— Es importante que crezca la ayuda
humanitaria y la cooperación internacional con los campamentos de refugiados.
Las prioridades que tenemos son el material escolar, para que la educación de
los niños y niñas sea la adecuada, y la ayuda en el aspecto sanitario, en
material médico y medicamentos para los hospitales. Desde que comenzó la crisis
la ayuda oficial ha disminuido mucho entre España y los campamentos y eso se
nota mucho allí. También, por supuesto, todo lo relacionado con las necesidades
personales, que van desde la alimentación, hasta material para las viviendas.
Recordamos que hemos tenido unas inundaciones recientemente por las lluvias y
que se han destruido gran parte de los campamentos de Tinduf. La solidaridad
del movimiento asociativo y de muchas instituciones del Estado español ha sido
muy importante, pero seguimos necesitando más ayuda para reconstruir lo que se
ha destruido.
—Usted es la primera mujer que desempeña
este cargo tan importante para la estrategia diplomática del Frente Polisario.
¿Cómo se siente al respecto?
—Como en todas las sociedades del mundo, y
también de nuestro entorno, las mujeres tenemos mucho que reivindicar y exigir
para que se igualen nuestros derechos a los de los hombres. Sí que es verdad
que la sociedad saharaui tiene en muy alta consideración a la mujer y desde la
Unión Nacional de Mujeres Saharauis y desde el propio Frente Polisario se ha
trabajado mucho en este sentido. Desde mi cargo, como hice cuando fui ministra
del Gobierno de la República Saharaui, trabajaré para que los derechos de la
mujer se reconozcan y se materialicen.
—¿Es clave el año 2016 para la
resolución del conflicto saharaui, un año en el que parece que el Secretario
General de la ONU, Ban Ki Moon, viajará al Sáhara Occidental?
—Es un año muy importante. Tras 40 años de
resistencia y de lucha es necesario que haya un cambio en la política
internacional. El pueblo saharaui lleva muchos años de sufrimiento, pero la
legalidad internacional y las distintas resoluciones de la ONU nos dan la razón.
No hay ningún país en el mundo que reconozca la soberanía marroquí sobre el
territorio del Sáhara Occidental. La ocupación marroquí es por la fuerza e
ilegal. Es el momento de que la comunidad internacional reconozca nuestro
derecho. Además, es importante que España juegue un papel activo desde el
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Recordamos que Timor Oriental, antigua
colonia de Portugal, consiguió su independencia de la ocupación de Indonesia
cuando la antigua potencia ocupante, Portugal, jugó un papel activo al
respecto. Si el Estado español se implica, la independencia del Sáhara está
cercana.
—Desde hace años, diferentes sectores de
la sociedad saharaui reclaman una vuelta a la lucha armada como forma de
desatascar el conflicto. ¿Se habló al respecto en el último Congreso del Frente
Polisario? ¿Cuál es su opinión al respecto?
—Desde hace años, el Frente Polisario tiene
esta posibilidad en mente. En el último Congreso, el Frente Polisario constató
que la vuelta a las armas no es una opción, es una obligación. La obligación es
la de defender a nuestro pueblo, que en los Territorios Ocupados ve cómo se
violan sus derechos más elementales de una manera rutinaria. La situación allí
es bélica, con constante presencia de las fuerzas ocupantes, con violencia, y
con un aumento de los colonos marroquíes en el territorio que además de saquear
los recursos naturales saharauis utilizan también la violencia para reprimir a
nuestro pueblo. No obstante, nuestra convicción es la paz, por lo que
intentaremos llegar a la solución de nuestro conflicto mediante la paz. Si no
nos dejan alternativa, como está ocurriendo, volveremos a las armas, nos
defenderemos.
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