*Fuente: José Antonio Arcos; 30 enero, 2016
Además, se ha solicitado a la UE que, tras
la sentencia del Tribunal de Justicia que anula el acuerdo con Marruecos,
aclare cómo se va a controlar el origen de los tomates y si se hará mediante un
etiquetado especial para distinguir los productos procedentes de Marruecos de
los del Sáhara Occidental.
El Grupo de Contacto de tomate del Comité
Mixto franco-hispano-italiano han remitido sendos escritos a la Comisión
Europea para trasladarle, por un lado, la situación de preocupación ante
dificultades del mercado de tomate y, por otro, remarcar las consecuencias y
efectos de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea respecto a
la suspensión del acuerdo de comercio agrícola con Marruecos.
Las organizaciones de la delegación
española que conforman dicho Grupo (ASAJA, COAG, UPA, Cooperativas Agroalimentarias
y FEPEX) reclaman a la Comisión las medidas necesarias para evitar el colapso
del mercado de tomate europeo, que atraviesa momentos de grave dificultad en
esta campaña y se enfrenta además del ya existente veto ruso a los tomates
comunitarios, al veto de ese país a los envíos turcos. Siendo el tomate la
principal hortaliza exportada desde Turquía a Rusia, el Grupo de Contacto de
tomate está preocupado por las posibles consecuencias para el mercado de tomate
europeo si esta producción se desvía a la UE.
También se ha reiterado la petición de
modificar el método de cálculo del valor de las importaciones de tomates de
Marruecos y establecer dos valores globales de importación, uno para tomates
redondos y otro para tomates cherry. El método de cálculo que se utiliza
actualmente no permite el seguimiento adecuado del mercado del tomate europeo y
dificulta considerablemente la protección frente a las importaciones
desordenadas de Marruecos.
En lo concerniente a la sentencia del
Tribunal de Justicia de la UE en el asunto T-512/12, que anula el acuerdo de
libre comercio entre la UE y Marruecos, el Grupo ha recordado a la Comisión que
las crecientes importaciones de tomate, así como de otros productos,
procedentes del Sáhara Occidental están sujetas a las mismas condiciones que
las de cualquier otro país con que la UE no haya firmado un acuerdo comercial
y, por tanto, deben estar sujetos al precio de entrada general y deben pagar
los correspondientes derechos de aduana. En este sentido, se ha solicitado a
las autoridades comunitarias que garanticen la correcta aplicación de la ley,
aclaren cómo se va a controlar el origen de los tomates y si esto se hará
mediante un etiquetado especial para distinguir los productos procedentes de
Marruecos de los del Sáhara Occidental.
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