Ahmed Baba junto a Mulay Jalifa |
Ahmed Baba junto a José Taboada presidente de CEAS Sahara Occidental |
En una de tus obras, “Polisario El Alma de
un Pueblo”, confiesas que te marchaste a hurtadillas; otra vez vuelves a
marchar sin contar con los demás, esos que tanto te necesitan, como la prosa y
la poesía, el verso el artículo y nosotros, muchos somos los que quedamos huérfanos,
no solo el pequeño Mohamed, ni viuda solamente Mariam. El primer representante
que tuvo la República Islámica de Mauritania en las Naciones Unidas, donde
comenzaste tu lucha solitaria para imponer el reconocimiento al derecho de
autodeterminación del pueblo saharaui, incluso anterior a la creación del
Polisario, representante legítimo, después entraste en profundas
contradicciones con el presidente, debido a tus exigencias para implantar un
régimen de corte progresista, avanzado, más justo y libre en Mauritania.
En la RASD, te hiciste cargo del Consejo
Nacional, formaste parte del Buró Político del Frente y ostentaste el cargo de
Ministro de Información, organismo en el cual me encontraba prestando servicio
o sea, fuiste mi jefe. Debido a tus exigencias, aquí no estuviste exento de
polémicas, sobre todo al ausentarse el Líder.
Dos países que probablemente no podrán
agradecer suficientemente lo mucho que les concediste; te desvives para que
existan y se consagren, luchaste por ellos, con ellos y en ellos, siempre en
condiciones de desigualdad.
Tus gestos medidos y tus frases hermosas,
tu robusta fragilidad, tu sonrisa Gioconda y tu pluma de oro era tu arsenal. Dedicaste
todos los minutos de tu vida a esos principios de identidad, a la causa del bidan,
sin desatender a los que padecían la represión en África, en Asia o en América Latina.
No ambicionabas nada a cambio, salvo la satisfacción que el militante experimenta
al sentir el deber cumplido.
Tu monumental talento quedaba orientado a
valerle a las sociedades de la cultura del Hassania, sin descuidar la cultura
universal. Te fuiste, y ahora, qué, las plumas se quedarán, a penas sin usar,
la rima, el soneto o simplemente un artículo de fondo, un análisis de
actualidad, te van a echar en falta, en fin ya nada será igual.
Hace sólo unas semanas nos hemos encontrado
asistiendo todos al XIV congreso del Frente, donde te notamos lleno de vida y
de ilusión, donde escuchamos con atención tu intervención, en la que no
ahorrabas los buenos consejos, donde nos relatabas a todos tus vivencias con El
Wali Mustafa, tu compañero de militancia y objetivos y con el cual, sin avisar,
te acabas de reunir allá en el paraíso donde acuden los héroes y los mártires. Después,
hubo quien aseguraba de que aquello se trataba de la despedida, aunque fuera así,
las despedidas siempre fueron odiosas y ésta, sí lo ha sido de verdad, no lo es
menos.
Ahora los militantes peregrinarán hacia dos
tumbas en Nouagchot. El Estado de los saharauis te llora, estuviste presente para
fundar la Republica Saharaui, RASD. Mauritania gime tu muerte, honraste su
identidad, “Elbidan”, tu pasión y tu obra dos pueblos que un día en Nouagchot
me confesaste que nunca entenderás que puedan permanecer separados. Te pregunté
por Baba Mesca el mauritano y por Baba Mesca el saharaui, a lo que me respondiste
que no estabas dispuesto ni tampoco podrías si quisieras prescindir de ninguna
de las dos condiciones.
Es
curioso como advertí la necesidad de tomar esa instantánea, cuando te vi entre
aquella multitud encima de la tarima en la sala del congreso y Pepe Taboada se
encontraba abajo, junto al público muy atento, cuando le tuve que rogar que se
precipitara en subir para situarse a tu lado y plasmar la historia. La historia
de dos hombres, uno llegado de Galicia, lugar donde finaliza la Península
Ibérica al nor-oeste, de profesión arquitecto y de ocupación Polisario, llegaba
atraído por la militancia en pro de los derechos de los pueblos y me da la
sensación que motivado, además por un cargo de conciencia que atañe a su país
de origen, España, por permitir convertirse en mala colonizadora y peor
descolonizadora, justo el motivo que atrajo a ese otro hombre del sur-oeste de
Mauritania.
Me acuerdo, al entrevistarte un día en
Noagchot, te pregunté si la política era para ti profesión o vocación, me
respondiste que ninguna de las dos cosas, que simplemente eras un militante.
Ello quedaba patente al ver cómo no cuentas con, a penas recursos materiales,
sabiendo que de haber sido ese tu objetivo, enriquecerte a costa de la política
o del politiqueo, de la escritura superflua o panfletaria, ello estaba en tus
manos, pero claro no se encontraba, ni de lejos, en tu civilizada mentalidad.
Dos hombres, en fin, que se unieron sin
cita previa en una misma causa que les pareció noble, lo cual es justo lo que
buscaban y ahora son dos saharauis, un español y un mauritano, polisarios, como
el más. Hoy, otro día de Marzo 2016, a Taboada le deseo larga vida, firmeza en
su pulso por su amor a las causas justas, que permanezca para siempre en el
camino trazado por Mesca y por El Wali, a los cuales deseo se hallen en el
Olimpo en el lugar más alto del Paraíso, en Marzo, desde su día 14 y en Junio
desde su NUEVE pasando por todos los días de todos los años, hasta la
eternidad.
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