Foto: Tribunal marroquí |
FUENTE: EFE, 8 MAYO 2017
Los detenidos saharauis juzgados en
Marruecos en el macrojuicio de "Gdeim Izik" recalcaron hoy, durante
una nueva sesión de su proceso, que la única razón por la que fueron arrestados
en 2010 y son actualmente procesados es su militancia por la independencia del
Sáhara Occidental.
Los 24 saharauis juzgados en este caso
están imputados por haber causado la muerte violenta de once agentes marroquíes
en noviembre de 2010 durante el desmantelamiento de un campamento saharaui de
protesta en la zona de Gdeim Izik, en las afueras de El Aaiún.
La mayor parte de la sesión de hoy fue
dedicada a preguntar los acusados sobre su supuesta relación con las armas
blancas (ninguna de fuego) confiscadas por los servicios marroquíes de
seguridad durante el desalojo de ese campamento.
Los 23 acusados que comparecieron ante el
tribunal durante la sesión de hoy se desvincularon de esas armas, que fueron
expuestas en la corte, y la mayoría de ellos aseguraron que la única razón que
explica su presencia en la sala es su lucha en favor de la independencia del
Sahara Occidental.
El acusado Mohamed al Ayubi, juzgado en
este caso en libertad condicional no asistió a la sesión de hoy y fue convocado
el miércoles próximo para que responda a las preguntas del juez.
Al igual que en las sesiones anteriores,
los acusados, tres de ellos juzgados en libertad condicional, gritaron
consignas a favor de la independencia del Sahara y expresaron su apoyo al
presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, Brahim Ghali.
El juicio se desarrolla en un tribunal de
apelación en la ciudad de Salé, al lado de Rabat, mientras en la explanada
adyacente se celebran dos protestas: una de marroquíes "unionistas"
[Nota: Marruecos es considerado por la ONU como potencia ocupante del
territorio saharaui] que piden la máxima severidad contra los acusados y otra
de independentistas saharauis que exigen su liberación.
Los 24 acusados ya fueron juzgados en un
tribunal militar en 2013 y condenados a duras penas, de entre 20 años y cadena
perpetua, pero el Tribunal de Casación marroquí ordenó repetir el juicio en una
corte civil.
A lo largo de las dos semanas desde que
comenzó este nuevo juicio, según ha podido comprobar Efe, los acusados han
negado su relación con los hechos, y el fiscal no ha conseguido aportar otras
pruebas que no fueran los atestados policiales firmados por ellos en 2010, que
aseguran que les fueron arrancados bajo tortura.
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