viernes, 18 de diciembre de 2009

Marruecos afirma que autorizó el regreso por razones humanitarias. El acuerdo se 'cocinó' el domingo




Marruecos afirma que autorizó el regreso por razones humanitarias

Los socialistas sacaron de la Eurocámara el debate sobre Haidar

EL PAIS. IGNACIO CEMBRERO

El avión que voló de Arrecife hasta El Aaiún -un aparato medicalizado fletado por el Ministerio de Asuntos Exteriores español- aterrizó poco antes de la una de la madrugada de hoy viernes. A bordo viajaba la hermana de la activista, Leila, y el médico Domingo de Guzmán.

El avión tuvo que sobrevolar el Sáhara durante casi una hora antes de obtener la autorización para tomar tierra. Le esperaba en la pista una ambulancia para trasladar a Haidar a su casa, pero ella se negó a subir y pidió que la recogiese el vehículo de su familia. Se permitió su entrada al recinto aeroportuario. La policía marroquí devolvió entonces a la activista el pasaporte que le había quitado hace un mes.

El regreso de Haidar ha sido fruto de intensas negociaciones, desde el martes hasta ayer mismo, entre los gobiernos de España, EE UU y Francia con Marruecos, según indican fuentes diplomáticas..

Precisamente, la secretaria de Estado HIlary Clinton ha mostrado en un comunicado su agradecimiento a Marruecos por haber aceptado el regreso de Haidar. Clinton asegura que la decisión es un "reflejo de la generosidad" del país norteafricano y aboga por encontrar una solución rápida al problema saharaui.

Washington, adonde se desplazó el jefe del servicio secreto marroquí, y París, donde estuvo el ministro de Exteriores de Marrruecos, han sido los principales escenarios de esas conversaciones. "El acuerdo fundamental se fraguó entre Marruecos y EE UU", aseguró Fernando Peraita, portavoz de la plataforma de apoyo a la independentista.

En su comparecencia de ayer, ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, el ministro Miguel Ángel Moratinos resaltó que durante su entrevista con la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, el lunes en Washington, se abordó "de manera muy seria e intensa" la situación de Haidar, a pesar de que su anfitriona evitara mencionar el asunto en la rueda de prensa.

Costó convencer a la activista y a su abogada, Inés Miranda, de que la operación que se preparaba ayer no iba a fracasar como la del 4 de diciembre pasado. Haidar embarcó ese día en un avión que no llegó a despegar de Lanzarote porque Rabat retiró la autorización que había dado para que aterrizase en El Aaiún.

Bernardino León, secretario general de la Presidencia del Gobierno, repitió por teléfono, hasta la saciedad, a Inés Miranda que esta vez iba en serio. "El presidente se ha implicado personalmente", recalcó León. Poco antes, el propio jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, había llamado a Pilar del Río, la esposa del Premio Nobel José Saramago, que vive en Lanzarote. Le comunicó la buena nueva del acuerdo.

Del Río se dirigió entonces a Inés Miranda para darle la noticia. La letrada entró en la UVI y se lo trasladó a la independentista saharaui, que dio su aprobación. Para que tuviese todas las garantías, Moratinos le envió además una carta en la que le daba su palabra de que no habría problemas para que aterrizara en El Aaiún.

Rabat comunicó públicamente su acuerdo minutos después del aterrizaje del avión y mediante un escrito que invoca "la dimensión humanitaria". En la edición de hoy del diario Al Jarida al Oula de Casablanca el gran amigo del rey, Fouad Alí el Himma, declara: "Marruecos puede aceptar que Haidar regrese por razones humanitarias y sin condiciones".

En realidad ha habido algunas condiciones. El Gobierno español se movió, a través del grupo socialista en el Parlamento Europeo, para que se cancelase ayer la votación de una resolución instando a Marruecos a permitir de inmediato la vuelta de Haidar.

Los comunicados publicados anoche por el Gobierno español y el presidente de la República francesa, Nicolas Sarkozy, conllevan aún más concesiones a Rabat. El español empieza resaltando el "agravamiento de la situación humanitaria de la señora Haidar" por lo que pide a Rabat que su "retorno pueda tener lugar a la mayor brevedad".

"Este gesto honraría a Su Majestad el Rey de Marruecos (...) y pondría una vez más de manifiesto su compromiso con la democracia y la consolidación del Estado de derecho", añade. Concluye con una concesión más concreta a Rabat. Constata que, mientras se resuelve el contencioso de la ex colonia española, "la Ley marroquí se aplica en el Sáhara Occidental".

Sarkozy narra en su comunicado que, hace tres días, pidió al rey Mohamed VI que, en "sintonía con la tradición de apertura y de generosidad" de su reino, entregue a Haidar su pasaporte a lo que el monarca accedió, dos días después, en un mensaje remitido al presidente. El presidente francés va más lejos y respalda en el texto la propuesta de Marruecos de resolver el contencioso del Sáhara otorgando al territorio una amplia autonomía.

Ante el Congreso, Moratinos señaló que de esta crisis podían sacarse aspectos positivos. Uno es el acuerdo con EE UU y Francia para lanzar una iniciativa que desbloquee el contencioso del Sáhara, atascado en la ONU; el segundo es la inclusión del respeto a los derechos humanos entre las atribuciones de la misión de la ONU para el Sáhara (Minurso).


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DIPLOMACIA Las negociaciones para poner fin al 'caso Haidar'

El acuerdo se 'cocinó' el domingo

EL MUNDO. Marisa Cruz Madrid
Actualizado viernes 18/12/2009

El regreso de Aminatu Haidar a El Aaiún esta madrugada ha supuesto la culminación de unas intensas negociaciones a varias bandas, primero entre España y Marruecos y después, con la mediación directa de Francia y, en menor medida, de Estados Unidos.

Todo se ha gestado en los últimos cuatro días, aunque el sábado 5 de diciembre fue un momento clave para el desenlace del caso Haidar. Ese día, el Gobierno de Rabat rechazaba, por segunda vez en 24 horas, el regreso de Aminatu Haidar.

Horas antes, la activista saharaui había llegado a embarcar en un avión que no despegó del aeropuerto de Lanzarote después de que Marruecos cancelara el permiso para aterrizar en El Aaiún.

La actitud de Marruecos desencadenó un sinfín de críticas en España, responsabilizando al propio Ejecutivo de Zapatero de la caótica situación vivida por la activista saharaui.

A partir de ese día 5, el presidente del Gobierno optó por implicarse directamente en la resolución de la crisis, una labor que había recaído básicamente hasta entonces en el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.

El domingo 13 fue decisivo. Fuentes diplomáticas españolas señalan que, ese día, comenzó a 'cocinarse' el acuerdo que permitiría el regreso de Haidar sin que ésta se viera obligada a pedir perdón a Mohamed VI, como exigía inicialmente Marruecos, y sin que este país saliera humillado ante la opinión pública.

España propuso entonces a sus interlocutores marroquíes que la solución pasara por que Rabat aceptase la vuelta de Haidar alegando razones humanitarias.

Las fuentes diplomáticas consultadas reconocen que ésta fue la etapa más delicada de la negociación, en la que Zapatero descartó implicar al Rey Juan Carlos.

El lunes 14, comienzan a elaborarse los comunicados que los gobiernos español, marroquí y francés harían públicos una vez que Haidar abandonara el aeropuerto de Lanzarote.

Francia, del lado español
El martes 15, el ministro de Exteriores marroquí, Taib Fassi Fihri, viajó a París para participar en la Conferencia Ministerial de la Francofonía.

Allí se vio con su homólogo francés, Bernard Kouchner, quien le advirtió de que su país, uno de los principales valedores de Marruecos en política exterior, estaba del lado español y le pidió que su gobierno retirara la obligación de que Haidar pidiera perdón.

Fassi Fihri también habló con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien le expuso los mismos argumentos que Kouchner.

En la jornada de ayer, se terminó de perfilar el texto final.

Visto bueno de Haidar
En paralelo, los negociadores españoles iban informando periódicamente a Aminatu Haidar de sus avances para que ésta diera su conformidad. Se le informó de que Marruecos le devolvería el pasaporte cuando llegara a El Aaiún y de que su médico personal, Domingo de Guzmán, permanecería con ella en el Sáhara mientras durara su convalecencia.

A cambio, Marruecos consiguió que en el comunicado figurara expresamente que se la dejaba entrar por razones estrictamente humanitarias y con la advertencia de que este tipo de acciones no logran contrapartidas políticas.

Moratinos abandona el Congreso
El acelerón llegó en la tarde del jueves. Tanto, que el ministro Moratinos pidió ausentarse de la Comisión de Exteriores del Congreso, en la que estaba informando del caso Haidar, debido a que "estamos en intensas negociaciones y espero que podamos encontrar una solución satisfactoria en breve tiempo".

El presidente Zapatero se puso en contacto con Pilar del Río, esposa del Nobel de Literatura José Saramago, para anunciarle la previsible vuelta a casa de la saharaui. Ella, a su vez, se lo transmitió al entorno de Haidar.

Llamada a Rajoy
Con la confirmación absoluta de que todo iba en marcha, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, telefoneaba al líder de la oposición, Mariano Rajoy, y le informaba de la operación. El secretario general de Presidencia, Bernardino León, hacía lo propio con el coordinador de Relaciones Internaciones del PP, Jorge Moragas.

A las 23.21 horas, el avión que llevaba a Haidar despegaba del aeropuerto de Lanzarote con destino a El Aaiún, donde era recibida por sus seguidores.


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La verdad de Moratinos, ¿toda la verdad?

PUBLICO. ERNESTO EKÁIZER - 18/12/2009

Por primera vez en este mes largo, la secuencia de los hechos sobre el caso Aminatou Haidar quedó ayer bastante en claro durante la comparecencia del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, en la comisión del Congreso. A las 11 de la mañana del día 14 de noviembre, poco antes de consumarse en el aeropuerto de El Aaiún la expulsión de la activista saharaui utilizando la salida de un avión con dirección a Lanzarote, el ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Taieb Fassi Fihi, llama a Moratinos para comunicarle "que van a expulsar a la señora Haidar".

El ministro español, según su versión, le expresó a su colega su "rechazo y condena". Al día siguiente, Fassi Fihi vuelve a ponerse en contacto con Moratinos para darle noticia sobre la expulsión ya consumada. Moratinos vuelve, de acuerdo con su versión, a rechazar la decisión marroquí.

En paralelo, sigue el relato del ministro, actúa la Policía, interpretando que el Acuerdo de Schengen y la Ley de Extranjería permiten la entrada de Aminatou Haidar con su tarjeta de residencia en España. "Por razones humanitarias, la Policía resuelve que no va a dejar en el limbo a la señora Haidar y se admite su entrada en España con pleno respeto de la legalidad", añadió.

El ministro ha sido sincero. Ha asumido la responsabilidad en toda esta historia que comienza, hay que recordar, en un momento de aturdimiento del Gobierno, tres días antes de la liberación de la tripulación del Alakrana. Es probable que haya contado gran parte de la verdad, pero, ¿ha narrado toda la verdad? Porque es difícil creer que, después de recibir la primera llamada de su colega marroquí, Moratinos no descolgara el teléfono para hacer, al menos, dos llamadas: una al presidente del Gobierno y otra al ministro del Interior.

Porque se trataba de Marruecos y de una expulsión política en regla, comunicada desde el más alto nivel del Gobierno marroquí. Pero de estas dos llamadas Moratinos no nos dice nada. Y, sobre todo, la llamada al ministro del Interior es relevante porque se trataba de facilitar la entrada de Aminatou Haidar en territorio español.

Habíamos señalado en estas páginas que el Gobierno actúa como si creyera que la mejor comunicación es aquella que no existe. Algunos de nuestros

lectores señalaron enseguida que no se trataba de un problema de comunicación. Y tenían razón. ¡El Gobierno ha tardado nada menos que un largo mes en reconocer públicamente, finalmente ayer, que el ministro de Asuntos Exteriores marroquí llamó para anticipar la expulsión al ministro Moratinos!

El Gobierno español ha intentado desde el primer minuto proteger la relación que mantiene con Marruecos. Por muchas y buenas razones. Pero el problema es que, como dijo ayer Moratinos, el Gobierno marroquí tomó la decisión de expulsar por razones políticas a Aminatou Haidar.

Y si se rechaza y condena esa decisión, y si, además y sobre todo, la activista sarahaui no quiere ser expulsada ni pide la ayuda internacional para salir de su país, ¿por qué poner por encima las relaciones de buena vecindad España-Marruecos y aceptar la expulsión consumada de la señora Haidar, facilitando las cosas con el argumento de que poseía una tarjeta de residencia en España?

El Gobierno ha intentado no hacer de esa expulsión una cuestión de principios o casus belli con Marruecos echando mano al argumento de la ayuda humanitaria. ¡Cómo podía imaginar Moratinos y el Gobierno español que la activista saharaui iba a iniciar una huelga de hambre poco después de ser forzada a entrar en Lanzarote! Es que no se trata de imaginar. El problema era que si el ministro Moratinos rechazaba y condenaba, como ha afirmado, ello le exigía ser coherente al punto de no dejar que el avión -uno distinto a aquel que la había traslado de Las Palmas a El Aaiún- trajera a la señora Haidar a Lanzarote.

Moratinos ha aceptado pues que fue una expulsión política. Pero ha dicho ayer algo todavía más serio sobre el país cuyo ministro de Exteriores le anticipa la expulsión a las 11 de la mañana del 14 de noviembre. Si no se hubiera tenido en cuenta "la situación humanitaria y política de la señora Haidar, nos podemos imaginar lo que nos hubieran dicho de que la enviamos al país donde la detienen y la torturan, y seríamos objeto de críticas". Muy duro.

El Gobierno ha vuelto a actuar sin orden ni concierto. Sin materia gris. Y ello no pasaba por imaginar o intuir por arte de magia un hecho imponderable como la huelga de hambre de la señora Haidar. Las razones humanitarias, que pueden haber existido, son una cobertura.

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