EL CONFIDENCIAL DIGITAL. Jueves, 21 de enero de 2010
La actuación de Gustavo de Arístegui durante el complicado caso de la saharaui Aminatu Haidar motivó algunas perplejidades. También dentro de su propio partido, donde incluso se habla directamente de ‘ambigüedad’ en el comportamiento del portavoz del PP en Asuntos Exteriores.
Arístegui siempre se ha mostrado muy beligerante con el Gobierno, en cualquier tema que su partido considera contrario a una correcta política exterior de España. Y, sin embargo, durante esos días se mantuvo en segundo plano, lejos de su habitual actitud contundente y de constantes comparecencias en los medios para criticar la postura gubernamental.
Le cuentan a El Chivato personas del Partido Popular que en esa actuación han podido tener mucho que ver las buenas relaciones que el diputado mantiene con Marruecos, y muy singularmente su amistad con una prima del rey, Mohamed VI.
Gustavo de Arístegui dijo sobre el caso Haidar y su huelga de hambre que la activista saharaui “buscaba la espectacularidad del incidente con la policía marroquí”, y que lo ocurrido en el aeropuerto de Lanzarote fue “lamentable”, sin entrar a valorar las pretensiones de Marruecos sobre el Sáhara.
Pidió a Aminatu Haidar y a Marruecos que cumplieran la ley, la propia y la internacional y exigió al Gobierno de Zapatero que la hiciera cumplir. El diplomático quería que se desvinculara el tema del Sáhara del “circo mediático” que se estaba montando entorno a Haidar.
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