domingo, 5 de septiembre de 2010

Engaño del lobby marroquí tras suspensión de relaciones de la República Arabe Saharaui- Perú


LA RAZON DE LIMA Lima sábado, 4 de septiembre del 2010

Marruecos lo invadió en 1975 para colonizarlo e impedir su independencia

RICARDO SÁNCHEZ-SERRA (*)

Iniciando una nueva ofensiva diplomática, se encuentra nuevamente en Lima el embajador Hach Ahmed, ministro para América Latina de la República Arabe Saharaui Democrática (RASD). Su objetivo: sensibilizar a las autoridades peruanas para que se normalicen las relaciones entre los dos países, suspendidas desde 1996 debido a los engaños del lobby marroquí.
Ahmed fue recibido por el vicecanciller Néstor Poppolizio y otros diplomáticos de la Cancillería, asimismo por el presidente del Congreso César Zumaeta, entre otras autoridades.

Marruecos invadió el Sahara Occidental en 1975, contraviniendo un fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya y el Derecho Internacional e interrumpiendo el proceso de descolonización de la última nación africana y única de habla hispana. El pueblo saharaui sufre desde entonces violaciones a los derechos humanos y Marruecos mueve influencias en el mundo para evitar la independencia y entorpece el proceso de paz en las Naciones Unidas, que hace muy poco o nada para encontrar una solución, estimulando así el inicio de una guerra en el Magreb, con consecuencias insospechadas. A continuación las declaraciones del embajador Ahmed:

- ¿A qué se debe su nueva visita a Lima en menos de seis meses?
Sobre todo el interés que tiene el gobierno saharaui de avanzar en las relaciones con el Perú, no solamente a nivel oficial, sino también a nivel de la opinión pública y todos los poderes que representa la sociedad civil peruana. Nosotros siempre hemos insistido en que nuestro espacio natural como ex colonia española y como un pueblo de habla hispana, que piensa en español, es la familia latinoamericana, que en cierto modo radica nuestra fortaleza para nuestra proyección exterior. Afortunadamente muchas de estas naciones nos han acogido desde el principio y otras hemos tenido dificultades, pero aún así seguiremos insistiendo haciendo nuestro propio espacio, nuestra dimensión natural.
En esta ocasión hemos tenido reunión con representantes del Gobierno, a nivel de la Cancillería, concretamente con el viceministro de Relaciones Exteriores y todo el equipo de la Dirección de África. Por otra parte hemos sostenido una conversación –acompañado del embajador Alí Salem- con el presidente del Congreso, con los líderes de las bancadas parlamentarias y líderes políticos. Además, nos hemos reunido con las centrales sindicales, gremios, representantes de la microempresa y realizado charlas en las universidades.

- ¿Cómo fueron recibidos?
Con mucha cortesía, amabilidad en términos humanos y una mayor comprensión y sensibilidad a nuestros planteamientos respecto a la causa del pueblo saharaui en el Poder Legislativo, por ejemplo, y al más alto nivel en las fuerzas políticas. Y cortesía, por parte de los representantes del Gobierno.

- ¿Cree que hay una mejora en las relaciones entre la República Árabe Saharaui y el Perú?
Yo no solamente veo la luz al final del túnel, sino veo señales muy positivas de que estamos yendo por el camino correcto. Me atrevo a decir que la normalización de relaciones entre los dos gobiernos es inevitable tarde o temprano. Me gustaría que no pasara mucho tiempo. Incluso tengo una gran confianza en el gobierno actual que preside Alan García, por su propia sensibilidad hacia estos temas, por su propia trayectoria histórica, por su defensa de la autodeterminación y la soberanía de los pueblos.

- ¿Ha traído algún mensaje especial al Perú?
Sí, el mensaje es éste, que recuerda a las autoridades peruanas que hay una especie de herida abierta con los saharauis que necesitamos y deseamos restañar cuanto antes y creemos que las condiciones se han dado como para que se restañara esa herida. No se puede perder de vista que cuando se decidió suspender las relaciones con el gobierno saharaui a mediados de los años 90, se argumentó que se había tomado esa decisión para facilitar el proceso del plan de paz que acaba de iniciarse en el territorio auspiciado por las Naciones Unidas, que se articulaba en torno de un referéndum de autodeterminación.
Marruecos ha bloqueado de manera permanente este referéndum de autodeterminación y ha anunciado públicamente –incluso se recoge en el informe del Secretario General de la ONU- su ruptura con la idea de referéndum de autodeterminación. Por tanto está saboteando este plan de paz, con ello quiero decir que esa argumentación que en su momento se ha utilizado de parte de Marruecos para incidir en algunos países, en este caso Perú, para convencerle a suspender las relaciones con nosotros.
A estas alturas ya carece de valor. Sería lamentable que se siga castigando a los saharauis, a la parte agredida en esta contienda y se premie al agresor. No es necesario repetir que la postura actual no es ni siquiera una postura equilibrada, ni siquiera equidistante entre el agresor y el agredido, ni en términos jurídicos ni mucho menos en términos éticos.
La actual postura está desequilibrada a favor de Marruecos. Nosotros estamos haciendo esfuerzos para que efectivamente se corrija esta situación y vuelva al punto de equilibrio que es las relaciones con las dos partes, tales como hace la mayoría de los países del mundo. Ahí está el ejemplo, en México las dos embajadas (de Marruecos y de la RASD) funcionan, igual en Caracas, Ruanda, Mozambique, Argelia, Nigeria, Sudáfrica. En Uruguay se está abriendo una nueva embajada. Pensamos que el Perú debe corregir esta injusticia.

(*) Periodista. Miembro de la Asociación de la Prensa Extranjera.


Blog: http://rsanchezserra.blogspot.com/

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