El Consejo Nacional de Defensa de la Soberanía y la Paz de Panamá (CONADESOPAZ) se dirige a la opinión pública nacional e internacional para repudiar en forma enfática y vigorosa la salvaje represión que el gobierno monárquico y dictatorial de Marruecos, realiza contra la población del vecino país del Sahara. El territorio mencionado fue antigua colonia española y durante el proceso de descolonización que cundió en África en las décadas de los 60s y 70s su población proclamó el derecho a un Estado propio con el nombre de República Árabe Democrática Saharaui. Hoy es la última colonia que queda por desmantelar en el continente.
Ese Estado fue reconocido formalmente por las Naciones Unidas, y Panamá en su calidad de miembro de esa organización ha establecido relaciones formales con la RADS. Estas relaciones deben ser comprendidas por quienes gobiernan y por el conjunto de la sociedad panameña, ya que el primer vínculo es el que se forma en el corazón y las conciencias de cada ciudadano.
Las relaciones ampliadas con las entidades del mundo árabe fueron una estrategia válida para obtener el consenso universal para la devolución del Canal de Panamá. En nuestros tiempos esa estrategia de Paz debe ser un componente esencial y siempre vigente de la política exterior panameña para dar cumplimiento a la consigna “Un canal para la paz y no para la guerra”
Le tocó al pueblo saharaui tener de vecino a un Estado feudal fascista como el de Marruecos, cuyas cárceles gozan de la fama de ser la fosa común en la que se encierran los vivos que osan pedir la democracia en su país; pero el mundo hace la vista a un lado porque Marruecos es parte del complejo militar de dominación estadounidense del planeta. Esto mismo ocurre con el Sahara, cuyos padecimientos son ignorados para no desagradar a los poderosos del orbe-
Marruecos, exhibiendo viejos títulos de propiedad, no reconocidos en el mundo árabe, pretende ser la dueña de todo el territorio que llega hasta el rio Senegal en el Sur, y niega a los saharauis el derecho a auto determinarse. En consecuencia invadió al Sahara y lo anexionó
Para poder lograr el control total de un territorio con población resistente, ha construido un largo muro de aislamiento (3600Km), minado y electrizado que es el más largo del mundo superando al muro que separa a México de los Estados Unidos.
Las poblaciones encerradas adentro del muro se encuentran en una situación de aislamiento y violencia asfixiantes. En consecuencia muchos de los habitantes de la ciudad capital del Aaiún abandonaron sus residencias formales y se fueron a vivir al desierto en campamentos de carpas para ser dueños de su libertad.
El gobierno ha arremetido contra uno de esos campamentos destruyéndolos sus carpas y obligándoles a volver a la ciudad bajo vigilancia- Estos campamentos tienen hasta 20,000 pobladores. En el último asalto a estos campamentos el saldo fue 11 muertos 872 heridos 35 desaparecidos y 250 prisioneros de conciencia.
Para que el ciudadano panameño pueda tener una idea real de los hechos imagínese usted que un conjunto de pobladores de una barriada determinada de la ciudad, hastiados de los retenes y los malos tratos abandone sus residencias y se vaya a vivir a terrenos lejanos, organizando su propia convivencia, y que el Estado panameño les entre a palos para hacerlos volver al gueto. Ni más ni menos es así la analogía que planteamos
Que se vivan cosas como estas no es extraño: Panamá es un país separado de Colombia de cuya oligarquía nos desvinculamos, pero cuya población trabajadora está muy cerca de nuestros corazones. Si esa oligarquía fascista que gobierna Colombia insiste en recordar una vieja reclamación sobre nuestro territorio tendremos un caso similar al que hoy agobia a los saharauis.
El pueblo saharaui es el único pueblo árabe que habla español por ello está muy cerca de nuestra cultura y de nuestro sentido de la vida, es hora de que el gobierno español reconozca a la República Árabe Saharaui Democrática como un Estado soberano y deje de ser cómplice de la monarquía marroquí.
Nada en el mundo no es extraño y las campanas doblan para todo sus habitantes.
El primer deber de la opinión pública es conocer a profundad está problemática y pasar a la solidaridad en distintas clases de manifestaciones: actos, cartas, petitorios, etc.
Estamos con nuestros corazones y nuestras conciencias al lado del pueblo saharaui.
CONADESOPAZ, Panamá
9 DE noviembre de 2010
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