El pasado sábado, 25 de diciembre, a las 20.00 horas en la plaza de Cort en Palma de Mallorca, nos reunimos una vez más, como nos hemos ido reuniendo cada viernes desde el pasado 19 de noviembre, para denunciar y condenar el brutal desmantelamiento del campamento de Gdeim Izik y la masacre perpetrada por el régimen marroquí contra el pueblo saharaui.
Por eso, en una fecha tan señalada para muchos de nosotros como es el día de Navidad, nos volvimos a concentrar y encendimos velas para cada uno de los saharauis asesinado, desaparecido, torturado y encarcelado. Y porque a día de hoy, continúan las violaciones de derechos humanos en los territorios ocupados del Sáhara Occidental. Donde diariamente la población saharaui sufre detenciones arbitrarias, desapariciones forzosas, torturas…
Y porque la sociedad civil no puede mirar hacia otro lado como lo hace nuestro gobierno, avergonzando a todos los ciudadanos que creen en la justicia.
A parte de muchos amigos del pueblo saharaui, además de saharauis participaron en la concentración Fina Santiago, consellera de bienestar social, promoción e inmigración, Antònia Vicens, vicepresidenta de Associació Escritors en Llengua Catalana, Carles Molinet, actor y gerente del Teatre del Mar, Maulud Chej, ténico del área de salud de la aapsib y Saleh Abadalahi, poeta saharaui que nos recitó un poema, terminando con la actuación del grupo de danza saharaui Sáhara Jove.
Resistiremos
Él te apuñaló con la mano
qué no nos dejaba ver
y por tu herida fuimos subiendo la cuesta
codo a codo.
Y codo a codo doblando tus esquinas
el eco de tú dolor se fue multiplicando
en tus arterias
para gritarle – el Sáhara no se vende-
Pero él, sordo a la verdad y escaso de moral,
en un negro Noviembre
escondió la mano y el puñal
y en Madrid, alegando que ya nada tenía que ver,
a los buitres del Norte y el Sur,
en una bandeja herida te abandonó
Y dentro de la confusión, un rayo de fuego
en tu regazo estalló.
La tempestad de la guerra desfiguro tu rostro
y el niño que se fue a por el pan se perdió por el camino.
El maestro de castellano cruzó la frontera,
Y el colegio se convirtió en una comisaría.
Al patio, rumiando su bullicio y alegría,
se le congeló la memoria .
Noviembre apuró los caminos del éxodo
y tu has elegido pasar hambre a no ser hambrienta.
A tener sed de garganta pero no de palabra.
A vivir en la miseria, a no ser miserable.
A dar tu juventud, toda tu edad para vivirla con dignidad.
Tu resistencia y tu fulgor forjaran la liberación
y aunque el tiempo se alarga
y el verdugo y el cómplice vuelven a darse la mano.
Resistiremos, resistiremos,
resistiremos entre el perenne follaje de la acacia desde
la distancia
en el sueño de quien dibuja tus olas sobre un
mar de arena desde el exilio.
Resistiremos entre los pilares de tu jaima donde se
aglutina la esperanza
y la solidaridad franca entre los pueblos.
Resistiremos siguiendo la estela que han dejado tus mártires
por tus dunas y por tus valles y por tu cielo
para no abandonarte.
Porque somos el espíritu de la libertad, indomables a la sumisión.
Y a pesar de la oscuridad de las celdas y la tortura,
del silencio de los que quieren ahogar nuestra voz
nos levantamos con los pechos desnudos desgarrándonos las heridas
y levantamos la voz por encima de sus coronas y sus mentiras
para gritar aún más fuerte -Sahara Libertad-.
Saleh Abdalahi Hamudi
¡SÀHARA LLIURE!
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