Son el único país árabe musulmán donde no existe la poligamia; su cultura se basa en la flauta, guitarra y el tambor; no beben alcohol; no llegan al millón pero dicen que cada saharaui tiene que aprender hacer lo que cien millones de marroquíes, y el té es parte importante de su historia.
Con una cultura llena de coincidencias se plantea un proyecto binacional
Un puñado de abejas valen más que sacos de moscas” Café Cultura dentro de las instalaciones del Espacio Cultural Metropolitano en el Degas Café lleva a cabo un encuentro con el embajador de la República Árabe Saharaui Democrática, todo dentro del proyecto binacional ‘Música y palabra, una flor de paz”.
Proverbios y frases de este pueblo ancestral en boca de de su excelencia Almed Mulay- Ali Hamadi, al igual que las frases de la sabiduría popular de nuestro país, describen al pueblo Saharaui del África occidental, orgulloso de su cultura y que no sabe vencerse ante la adversidad.
Con una superficie territorial de 266 mil km2, poco mayor a la del estado de Chihuahua y más de tres veces del tamaño que el de nuestro estado; el pueblo Saharaui cuenta con una población de aproximadamente un millón de habitantes, aunque otras cifras revelan un menor número de habitantes. Con ello, se estaría hablando con el país, respecto a su extensión territorial, menos poblado del planeta.
Practica tres idiomas oficiales, como lo son el árabe, hasania y castellano, el país semi desértico es el único país árabe de habla hispana; está divido en dos regiones, la al- Hamra y Río de Oro, conteniendo con ello una de las mayores reservas pesqueras del mundo, sin embargo, su principal riqueza es la minera y sin duda su gente.
Es un pueblo formado por tribus nómadas árabes y bereberes situado ancestralmente en África occidental, en la parte más occidental del Mundo Árabe, como parte del ‘Magreb’, que en su adaptación al español de la voz árabe, significa, lugar por donde se pone el sol; el Poniente.
Reclamado como territorio por España desde 1884 fue su colonia y como colonia efectiva hasta 1934; el Sahara Occidental sufrió varias transformaciones ‘físicas’ más que culturales, que lo han llevado a constituirse en la actual República Árabe Saharaui Democrática.
“España no logró implantar lo que hizo en otros lugares, no logró el mestizaje, no logró borrar las leyes y tradiciones, no logró hacer que los Saharaui fueran cristianos y cuando entraron éramos lo que éramos y cuando salió seguimos siendo lo mismo” dice el embajador.
Entono de broma, dice que le preguntan, ¿entonces qué influencia tuvieron? Y en broma contestan que tuvieron tres influencias; una lengua; “segundo aprendimos hacer la siesta y tercero aprendimos hacer una riquísima tortilla de patata”.
Pero su historia los ha formado como unos guerreros por la situación de injusticias a las que han sido expuestos; antes de España, los portugueses querían entrar así como los ingleses y los enfrentaron, pero los que intentaron entrar bruscamente con tanques y aviones fue Francia; pero no logró colonizar el país.
Su lucha en la actualidad no ha terminado y los tratos por ‘debajo del agua’ entre España y Marruecos y detrás Estados Unidos, han ingerido para administrar el territorio, siguen lastimando por su ambición a la población.
Otro muro, como los muchos que han dejado ondas cicatrices y heridas en el mundo, con sus más de 2 mil kilómetros de largo, no solo divide su terreno de norte a sur sino fractura una cultura y a miles de familias que han sabido sobre ponerse a la injusticia y arbitrariedades de los más poderosos. La RASD administra la región no controlada por Marruecos, el cual denomina oficialmente al territorio como sus Provincias Meridionales. Por otro lado, Mauritania ocupa la ciudad sureña de La Agüera.
La RASD está reconocida por la Unión Africana y por 81 países en el mundo, la mayoría africanos o latinoamericanos. Los últimos en hacerlo han sido Sudáfrica en 2004 (por una promesa personal de Nelson Mandela que tenía con el movimiento nacional saharaui cuando ambas organizaciones aún luchaban por la emancipación real de sus respectivos países)
La lucha pacifica ha trascendido con el tiempo, ande puesto las armas con la mediación de los cascos azules, pero su lucha sus mantas y gritos, siguen en pie de guerra, por eso dice uno de sus proverbios; ‘el que quiere lo posible, tiene que luchar por lo imposible’.
Respecto al proyecto bilateral de acercamiento de la cultura Huasteca y la Saharaui dijo que ven existen muchas similitud con la cultura, que aunque no tienen vino o alcohol, pues el té representa su tequila, así es dentro de su religión dentro del Islam.
Quizá lo que nos quede de la amable y aleccionadora visita del embajador de la República Árabe Saharaui Democrática, su excelencia Almed Mulay- Ali Hamadi es el coraje para defender lo propio y el amor pos subsistir en medio no solo de un medio ambiente agreste y asfixiante, sino una sociedad internacional castrante.
Jesús Guerrero
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