Sahara ocupado: Fred Olsen rompe la línea comercial con Marruecos

El proyecto del senador Arcadio Díaz y Segura Clavell de consolidar la presencia de comerciantes canarios en el Sáhara ocupado en sus peores momentos

A.R. Suárez - Redacción Canarias Semanal

Las aspiraciones que alimentaban desde hace años sectores del empresariado canario de conectar comercialmente el Archipiélago canario con el Sáhara ocupado parecen haberse esfumado.  La naviera Fred Olsen ha decidido estos días no entrar en el negocio del transporte de viajeros y de mercancías en la zona sur de Marruecos.  En realidad Fred Olsen no ha hecho sino seguir la senda que había marcado ya la Naviera Armas hace algún tiempo: romper la línea de transporte de mercancías y pasajeros con el Reino Alauita. Las razones que ha esgrimido  la naviera noruega están relacionadas con la ausencia de garantías empresariales por parte de los socios en esa zona y el deseo de Fred Olsen de cubrir las líneas de contacto entre Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura.

El grupo empresarial marroquí Yumani busca ahora desesperadamente una nueva naviera que preste los servicios entre el Puerto de La Luz de Las Palmas de G.C. y diferentes núcleos portuarios marroquíes. En la actualidad, para enviar mercancías desde Canarias hasta Marruecos y el territorio ocupado por su Ejército hay que hacerlo a través de Algeciras y desde allí  a Tánger. Un recorrido enormemente largo cuando entre el archipiélago y territorio del Sáhara ocupado por Marruecos no hacen más que 200 km

Hace unos años, Arcadio Díaz y ex delegado del gobierno Zapatero y senador socialista José Segura Clavell trataron de alentar los lazos comerciales entre comerciantes canarios y empresarios marroquíes ubicados en el Sáhara ocupado. Ambos políticos, que mantenían estrechas relaciones con el Consulado General de Marruecos, se trasladaron a aquel territorio acompañados por acaudalados comerciantes isleños. Sin embargo, la tentativa de establecer lazos comerciales con un Sahara sometido ilegalmente por el Ejercito de la Monarquía marroquí, marginando el estatus del Sahara de territorio ocupado, suscitó en la opinión pública del Archipiélago una fuerte corriente de rechazo. Ahora, los peores augurios que no pocos pronosticaron a aquella operación emprendida por los senadores Díaz  y Segura Clavell se están cumpliendo.