El preso político saharaui Cheij Banga finaliza huelga de hambre. Impiden a una familia saharaui visitar a su hijo en prisión tras recorrer 1200 Km.

Prisión local de Salé - Marruecos: El preso político saharaui Cheij Banga termina la huelga de hambre indefinida, por otro lado impiden a una familia saharaui visitar a su hijo en la misma prisión, después de haber realizado un trayecto de 1200 Km. para poder verlo.

*Fuente: Oficina Ejecutiva de la Agrupación de los Defensores Saharauis de los Derechos Humanos CODESA  www.codesaso.com

El Aaiún - Sahara Occidental - 15 de Octubre de 2011

                

El 13 de octubre de 2011, el preso político saharaui Cheij Banga terminó la huelga de hambre indefinida que llevaba realizando desde el 15 de septiembre de 2011 en la prisión local de Salé, Marruecos, en protesta contra los malos tratos recibidos por parte del funcionario de la prisión Yunis Bouazizi y también por la privación de su derecho al tratamiento y a la medicación.

A pesar de que esta huelga de hambre indefinida que realizó duró casi un mes, y a pesar de su precario estado de salud con graves complicaciones, la administración penitenciaria no ha abierto diálogo alguno con el preso político saharaui Cheij Banga ante sus justas y legítimas demandas  las cuales continua exigiendo, lo que se entiende según declaración de su familia como  indiferencia y largas por parte de la administración penitenciaria, lo que puede llevar al empeoramiento del estado de salud de su hijo, que sufre una serie de enfermedades crónicas como: asma aguda, alergias, reumatismo y problemas del aparato digestivo.

En otro tema también relacionado, la administración de la prisión local de Salé, Marruecos , el 10 de octubre de 2011, impidió a la familia del preso político saharaui Bashir Butingisa visitarle , después de haber realizado ésta , un trayecto de 1200 Km. para poder verlo y sin dar explicaciones por ello, por lo que ésta realizó una sentada en la puerta de entrada de la prisión hasta altas horas de la noche , durante la cual sufrieron un continuo acoso por parte de algunos funcionarios de prisiones y de agentes de la inteligencia marroquí según su declaración.