viernes, 27 de abril de 2012

Conversación con el Representante saharaui en los Países Balcánicos y el eurodiputado Ivo Vajgl en la RTV Eslovena


Traducción en español de una entrevista concedida por el Representante saharaui en los Países Balcánicos al diario digital de la RTV eslovena a raíz de su recibimiento en el Parlamento esloveno.
Este link es de la entrevista en esloveno, también aparece la entrevista del eurodiputado IVO VAJGL, vicepresidente del grupo parlamentario de solidaridad con el Sahara en el Parlamento Europeo, es ex ministro de asuntos exteriores de Eslovenia y gran amigo de la causa saharaui y muy activo en el PE.
Marruecos no cede en su ocupación de Sahara Occidental y los saharauis siguen firmemente convencidos de su derecho a la autodeterminación. Para Europa es de vital importancia que todo su inquieto vecindario comience a resolver, de forma responsable y activa, esta añeja cuestión.
El Sahara Occidental sigue siendo la última colonia africana y sus habitantes no han vivido aún un sólo día de descolonización. “Marruecos tiene el poder administrativo sobre el territorio, pero no la soberania,” aclara Malainin Mohamed, jefe de la oficina de El Polisario en Liubliana, que cubre todas sus actividades en esta parte de Europa.
“Para nosotros el referéndum es la única solución y también la más sencilla. Marruecos nos ofrece una amplia autonomía, pero nuestro deseo es que esta sea sólo una de las tres opciones en el referéndum –la integración con Marruecos, la amplia autonomía y la independencia,” reiteró Mohamed la postura que sostienen los saharauis desde hace ya 37 años, en su conversación para la MMC.
Tras el retiro de la colonizadora España en 1975, Marruecos y Mauritania ocuparon el Sahara Occidental. La mayor parte de los saharauis se vio obligada a trasladarse a los campos de refugiados de la vecina Argelia, donde aún hoy viven en la escasez. El rey marroquí Hasan II, literalmente de la noche a la mañana, instaló en la patria de estos, en lo que se conoce como la marcha verde, a 350.000 campesinos y trabajadores, con lo que dio comienzo a la ocupación  marroquí intensiva.
Los saharauis organizaron contra las fuerzas ocupacionales el Movimiento de Liberación Polisario y proclamaron la República Árabe Saharaui Democrática. En 1979 Mauritania se retiró, cosa que Marruecos aprovechó para ocupar la mayor parte del país y El Polisario logró defender el liberado territorio oriental, el que para Rabat ni siquiera es tan importante, ya que todas las riquezas naturales  se encuentran en la parte occidental, tanto en el continente como en el mar.
Mohamed dice que sin el aprovechamiento de los recursos naturales los saharauis no pueden alcanzar la independencia económica, especialmente sin mejores condiciones habitacionales, ya que muchos todavía viven en tiendas y más aún, viven de la ayuda humanitaria. Mientras tanto continúa el saqueo de las riquezas pesqueras y las mayores reservas de fosfato del mundo.
Tanto las Naciones Unidas como la Unión Europea apoyan la disposición que prohíbe la explotación de los recursos naturales de los países que no han sido aún descolonizados, pero en palabras de Mohamed, a lo largo de Europa hay muchos acuerdos bilaterales que infringen este principio. Uno de ellos es el controvertido acuerdo pesquero con Marruecos, que permite a las embarcaciones pesqueras europeas la pesca a lo largo de la costa de Marruecos y también del Sahara Occidental, por lo que Bruselas le deduce a Rabat 36 millones de euros anuales. 
El Parlamento Europeo rechazó el año pasado la renovación del acuerdo porque en él no estaba aclarado que no se refería a la pesca en aguas del Sahara Occidental, pero lamentablemente la Comisión Europea no sostuvo este criterio básico del Parlamento, sino que automáticamente renovó su validez y bajo unas condiciones más o menos abstractas, dijo el Diputado esloveno Ivo Vajgl.  
Marruecos debería demostrar que del acuerdo también los saharauis obtienen beneficios, a ellos nadie les ha consultado y sostienen que del mismo no reciben ningún beneficio. Todo lo contrario, en palabras de Mohamed, Marruecos en realidad sigue violando los derechos humanos y lleva a cabo una represión general.
El respaldo de América, París más cerca de Rabat
Cuando en 1991, mediante la intercesión de las Naciones Unidas, se consiguió el armisticio y El Polisario concluyó su enfrentamiento armado, Marruecos consintió que se llevara a cabo un referéndum para la independencia, pero por la evasión marroquí de la Comunidad Internacional todavía hoy no se ha realizado. Rabat frente a la mesa de negociaciones con los saharauis permanentemente les ofrece sólo autonomía.
“Marruecos siempre estuvo convencido de que la resolución se desenvolvería de acuerdo a su plan,” aclara Mohamed. Hace tres años, con la venida de Barack Obama, soplaron  nuevos aires y por primera vez se dijo claramente que existen dos planes –el marroquí y el saharaui, que tienen trato igualitario.
También generó optimismo entre los saharauis el nombramiento de un nuevo enviado especial de las Naciones Unidas, Christopher Ross, que obtuvo un apoyo total de Obama en la búsqueda de una solución pacífica a la antigua disputa.
“De ahí en adelante el Departamento de Estado comenzó a recibir a representantes de El Polisario en todas las negociaciones, en las que antes sólo estaba presente la parte marroquí,” sigue siempre optimista Mohamed, si bien reconoce que a pesar del esfuerzo de Ross, la postura de ambos ha seguido inquebrantable. Marruecos sigue insistiendo en la autonomía y los saharauis en el referéndum.
Vajgl dijo que actualmente Marruecos, con el apoyo de Francia y algunos estados anuentes a Rabat, cuenta en los círculos internacionales, incluidas las Naciones Unidas, con mayor apoyo que El Polisario. “Los habitantes del Sahara Occidental merecen respeto. Luego de desistir del enfrentamiento armado la unión internacional los ha olvidado e hizo a un lado la resolución de la cuestión de la descolonización y la realización del referéndum sobre autodeterminación,” resaltó.
En mayo Ross vuelve a la zona de conflicto y esta vez, por primera vez, tras más de tres años desde su nombramiento y luego de ocho rondas de negociaciones, visitará también el territorio ocupado, donde, en palabras de Mohamed, desde el año 2000 reinan épocas de levantamiento general, la gente ha tomado coraje y cada vez más protesta contra la tiranía marroquí. Las metas son estándares  sociales generales y derechos mínimos – el derecho a la autodeterminación, la independencia económica y  la liberación de los presos políticos.
Mohamed recordó los hechos de octubre y noviembre de 2010, que hasta el filósofo norteamericano Noam Chomsky marcó como el comienzo de la primavera árabe. En aquella oportunidad, las fuerzas de seguridad marroquíes dispersaron a una multitud de saharauis, que persistieron por un mes en un campamento de protesta  en Gdeim Izik y reclamaron mejores condiciones de vida. Las protestas degeneraron en disturbios y en los enfrentamientos entre policías y protestantes hubo muchos muertos.
Un foco de crisis  en formación a las puertas de Europa
Un nuevo interrogante conflictivo con el que en los últimos años se enfrentan en el Sahara Occidental, es la propagación del terrorismo sobre todo  de las vecinas Mauritania y Argelia, donde hay grupos activos de fundamentalistas islámicos y bandas criminales.
Estas apariciones despiertan una especial preocupación, dice Mohamed y cuenta que en uno de los centros de refugiados se encontraban secuestrados dos españoles y una italiana. “Antes de este ataque no había problemas, gente de todo el mundo llegaba a ayudar a los saharauis.  Ahora las relaciones se han tornado muy serias y nosotros los tomamos muy en serio. No es más tan simple como era antes.”
Mohamed ve, entre otros problemas, los millonarios rescates que pagan los países europeos a los secuestradores para la liberación de sus ciudadanos atrapados, lo que ayuda al desarrollo, al armamentismo y al fortalecimiento de los grupos terroristas  en el Sahara y en Sahel, que también fueron inundados de armamento proveniente de Libia tras precipitarse el régimen de Moamer Gadafi,  en el que Europa jugó un papel activo.
“La guerra en Libia fue el mayor regalo posible para el terrorismo en esta región,”, está convencido. Respecto de las intervenciones militares es crítico, ya que estima que no son efectivas porque radicalizan a los habitantes y desestabilizan a los países, lo que no significa que  estén en contra de la mediación de Europa, pero ven su papel en la presencia pacífica, el desarrollo y la fortificación de las estructuras estatales.
Sin Europa, Mohamed no se imagina  una solución a la cuestión del Sahara Occidental y estima que el referéndum todavía es posible, cuando la comunidad  internacional y concretamente Europa así lo decidan.
Vajgl también advierte sobre la falta de conciencia respecto de la importancia de esta región para Europa. “El Sahara Occidental y el más extenso territorio de Sahel, pueden, con el correr  descontrolado de los acontecimientos, convertirse muy rápidamente en un gran y peligroso foco de crisis.  Pienso que la conciencia sobre este peligro todavía no ha calado suficientemente profundo, pero cuando suceda, puede que sea demasiado tarde,” dice el diputado esloveno del Parlamento Europeo.
El representante de El Polisario en Eslovenia, Malainin Mohamed, la semana pasada dio a conocer  a los miembros de la Comisión de Política Exterior en el Parlamento Esloveno, los distintos aspectos de la lucha del pueblo saharaui, poniendo énfasis en la violación  de los derechos humanos en los territorios ocupados, la explotación de las riquezas naturales y las últimas negociaciones con Marruecos.
Los diputados eslovenos, confirmaron en el encuentro, la posición del gobierno esloveno, de que los habitantes del Sahara Occidental tienen derecho a la autodeterminación a través del referéndum y expresaron su apoyo en el esfuerzo  de las Naciones Unidas para una solución pacífica de la cuestión.
Gregor Valenčič