Satisfechos, así
han regresado los cooperantes que han ido a Tinduf en un viaje simbólico, para
demostrar la inconsistencia de la prohibición del Ministerio de Exteriores de
acudir al Sáhara por motivos de seguridad. El cooperante cántabro José Manuel
Bonachea, miembro de la Junta Directiva de Cantabria por el Sáhara, ha
expresado que ha sido "una experiencia súper positiva".
"La
gente allí se encontraba muy baja de moral. Decían que una vez más España los
abandonaba, y al ver que nuestra respuesta ha sido tan rápida, con una
delegación de 30 personas, ha subido mucho su ánimo", manifiesta el
cántabro.
Según
Bonachea, el objetivo del viaje fue logrado. Contrario a lo que el Ejecutivo
temía, los 30 cooperantes que llegaron a Tinduf han ido y regresado 'vivos y
coleando'. Eso sí, con cuatro miembros menos. Son los cooperantes que tras ser
repatriados 10 días antes del viaje en el que ha participado Bonaechea, han
regresado y se han quedado a trabajar de forma permanente en el terreno.
No existe
peligro. Así se ha manifestado el cántabro tras su regreso del desierto. "En
el aeropuerto argelino nos han pasado por primera vez por la sala VIP. En todo
momento hemos estado protegidos. Ha habido una seguridad total", cuenta
Bonachea.
Explica que
el único percance fue el accidente de tráfico en el que resultó levemente
herido José Luis Sampredo, presidente de la Asociación con el Pueblo Saharaui
de Leganés (Madrid): "Fue un leve golpe en la cabeza. Como allí vamos sin
cinturón de seguridad, al frenar el coche de adelante, nos hemos dado de frente.
Lo llevaron al hospital para ser atendido y ya por la noche estuvo cenando con
nosotros", comenta el cooperante.
Durante la
visita estuvieron escoltados por el Frente Polisario y mantuvieron diversos
encuentros con los ministros de interior, defensa, cooperación y empleo. "Hemos
estado todo el rato en movimiento. Excepto de 2 a 6 de la tarde, dado que
allí las temperaturas alcanzaban los 47 y 49 grados. En ese intervalo de tiempo
estábamos sin actividad".
Los 30 cooperantes
llegaron a Tinduf en la madrugada del miércoles, día 8, y fueron recibidos con
gran alegría por parte del pueblo saharaui. La principal ayuda que han llevado
en esta ocasión fueron medicamentos, dado que, según explica Bonachea, el viaje
se preparó en tan solo cinco días, para demostrar que no existe riesgo alguno. Y
así lo hicieron. El sábado, día 11, ya estaban de regreso "satisfechos"
por la labor realizada.