La Liga de Estudiantes y
Jóvenes Saharauis en España participa en un encuentro de intercambio entre
jóvenes de diferentes países representados por equipos de Portugal, Italia,
España y Alemania como país anfitrión. El intercambio de Berlín ha sido
enmarcado dentro del proyecto "Let's act gegen Rassismus", en el que
se ha tratado la marginación, la exclusión y las manifestaciones de las mismas;
racismo, xenofobia, homofobia, islamofobia y otras formas de marginación, así
como, su origen y el modo de combatirlas.
El encuentro que ha tenido una
duración de una semana, en el que 26 jóvenes de los diferentes países
convivieron en la capital alemana, realizaron actividades y dinámicas para
reflexionar y encontrar las maneras de combatir las formas de marginación
citadas anteriormente, y para ellos se contó con el respaldo, conocimiento y
experiencias de instituciones berlinesas como la “Fundación Antonio Amadeo” que
tiene el objetivo de luchar contra la violencia Neonazi, el racismo y el
antisemitismo así como fortalecer la sociedad civil con valores democráticos.
«Initiative GRENZEN-LOS-Netzwerk», red
que actúa contra el racismo y la islamofobia. Y, el centro “Reach Out”
donde se encargan de asesorar a víctimas de la extrema derecha, la violencia
racista o antisemita.
Dentro de la programación del
intercambio también se llevaron a cabo actividades interculturales, en las que
cada país exponía su cultura, símbolos tradiciones y situación política. Aquí
el equipo de la LEJSE proyectó un documental sobre la situación del Sáhara
Occidental y con el apoyo gráfico de diapositivas se expuso la actualidad del
conflicto saharaui. Se representaron aspectos culturales como el baile,
preparación del té, tatuajes de hena, etc.
Las noches bioculturales en
las que la interculturalidad entendida como el intercambio de aspectos
culturales y como un ejercicio para combatir el racismo y la xenofobia y para
fomentar la tolerancia y la diversidad. Éstas fueron las actividades mejor
valoradas del intercambio, como las más interesantes y divertidas.
Y por lo general ha sido un
encuentro muy positivo, no sólo por los temas que se han tratado sino por el reto
que significó interactuar con otros jóvenes de otras culturas significando un
ejemplo de que las culturas se pueden comunicar, entender y convivir. Por ello
una de las conclusiones a las que han llegado todos los participantes, es que
se ha de repetir la experiencia para darle continuidad al proyecto y como
saharauis el interés aún es mayor ya que por lo general ya sea en campamentos
de refugiados o como extranjeros en otros países vivimos con cierta
sensibilidad las situaciones de exclusión. Vemos también en estos encuentros la
oportunidad de difundir y extender la
causa de nuestro pueblo hacia la juventud europea.