La delegación de cooperantes
españoles llega a Tinduf, donde han sido recibidos por el presidente del
Gobierno saharaui. El único español que se negó a ser repatriado dice que no
hay riesgo
El presidente del Gobierno
saharaui, Mohamed Abdelaziz, ha recibido este miércoles a la delegación de
cooperantes españoles con el pueblo saharaui, que aterrizó esta madrugada en
Tinduf, donde les escoltó una delegación del Frente Polisario.
Los españoles se dirigieron
hacia Rabuni, capital administrativa del Gobierno saharaui. A mitad de camino
hubo un relevo en la escolta y pasaron a ser militares del Frente Polisario los
que acompañaron a la delegación. Tanto el Frente Polisario como los
responsables de asociaciones de amigos del pueblo saharaui y oenegés españoles
tratan en todo momento de dar la impresión de normalidad, pese a los recelos
del Ministerio de Exteriores, que recomendó no viajar a la zona ante la amenaza
terrorista. Es más, todos han pasado la noche en el conocido como edificio de
protocolo de Rabuni. Este es el lugar de donde un grupo de hombres armados se
llevaron a tiros el pasado 23 de octubre a tres cooperantes, dos españoles y
una italiana.
Sobre el terreno se encuentra
Pepe Oropesa, el único español que se negó a ser repatriado por el Gobierno
español a finales de julio. En declaraciones a ABC, ha asegurado la
tranquilidad solo ha sido rota por el ruido mediático: «Sobre el terreno la
tranquilidad es toda aunque en los medios la tranquilidad haya sido ninguna».
Oropesa se encuentra en los campamentos saharauis rodando un documental sobre
desaparecidos en el Sahara en colaboración con AFAPREDESA (Asociación de
Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis).
La sede de Rabuni ha sido
rodeada por un muro de arena como medida de seguridad ante posibles asaltos. El
grupo de españoles se encuentra acompañado en todo momento por una docena de
militares del Polisario armados y a lo largo del día van a visitar distintos
proyectos de cooperación y ayuda humanitaria que consideran esenciales para la
vida de las decenas de miles de refugiados saharauis que viven en esta zona del
desierto. La delegación de cooperantes pretende demostrar que sin la presencia
de españoles sobre el terreno estos proyectos no podrían salir adelante.
A primera hora de la mañana,
la delegación se ha dirigido al Ministerio de Cultura a un acto presidido por
el presidente Mohamed Abdelaziz, al que también ha acudido el primer ministro
Abdelkader Taleb Omar. Los estudiantes y jóvenes saharauis que han acudido a la
recepción han recibido entre vítores a los cooperantes españoles.
José Taboada, presidente de la
Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-Sáhara),
insistió nada más llegar al territorio de Rabuni, zona controlada por el
Polisario, en que la medida de repatriación del Gobierno es exagerada y en los
próximos días van a tratar de demostrar que aunque haya que mejorar el
protocolo de seguridad por la amenaza terrorista es posible mantener a los
cooperantes sobre el terreno. «Lo peor de estos días será el calor», añadió.