*Fuente: Universidad de Chile
La académica del Instituto de
Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Lorena Oyarzún, visitó en julio de
2012 los campamentos de refugiados saharauis cerca de Tinduf, Argelia. Uno de
los lugares más inhóspitos del planeta; no sólo por la escasez de agua y
alimentos, sino también porque en verano las temperaturas llegan fácilmente
sobre los 50ºC .
La profesora Oyarzún se entrevistó con diversas
autoridades de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) como la Ministra
de Cultura, el Director de Seguridad Nacional, el encargado para la Misión de
Naciones Unidas para la Realización del Referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO)
y diversos actores de la sociedad civil, entre ellos activistas de la
Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis (AFAPREDESA), la
Directora de la Escuela Nacional de Mujeres, además del personal de la
televisión, radio y archivo del campamento.
En la oportunidad, dictó la
charla “América Latina y el mundo” ante la comunidad saharaui, destacando las
ansias de la gente por aprender sobre otras regiones del planeta. Del mismo
modo, resaltó el interés de la población por conocer la postura de Chile sobre
la causa saharaui y la ocupación de su territorio por el Reino de Marruecos
desde 1975, año en que se vio frustrado el proceso de descolonización. Ante lo
que explicó que Chile es uno de los pocos países latinoamericanos que aún no
reconoce la existencia de la RASD, pese a que el Tribunal de La Haya dictaminó
la inexistencia de vínculos de soberanía territorial entre el Sahara y
Marruecos.
Por otra parte, la académica
del INAP señaló que entre los elementos que más le llamaron la atención de la
sociedad saharaui fueron “(…) su dignidad, voluntad de existir y solidaridad
comunitaria. Fue increíble advertir cómo en condiciones tan extremas han
logrado no sólo resistir, sino que mantener un orden político y administrativo;
lo que se refleja, por ejemplo, en que hayan logrado tener por lo menos una
escuela primaria para responder a la necesidad de cada uno de los barrios. Sin
embargo, ese tremendo esfuerzo choca día a día con los pocos recursos
existentes. Recordemos que para subsistir dependen de la cooperación
internacional…”
La población saharaui, especialmente
los niños, deben soportar las extremas condiciones del Sahara y la constante
incertidumbre de “ser refugiados”