domingo, 16 de junio de 2013

«No hay fondos para un tercio de las escuelas de los refugiados saharauis»

El ministro de Cooperación del Polisario, Brahim Mojtar, relaciona los recortes en las ayudas por la crisis con los primeros casos de anemia en niños y embarazadas
La entrevista tiene lugar en una cafetería situada al lado de los árboles que dibujan la madrileña Plaza General Vara de Rey. Con 33 grados Brahim Mojtar, ministro de Cooperación saharaui, no se quita la chaqueta gris de su traje ni se remanga su camisa negra. Está acostumbrado al calor y a las reuniones. Pide un té caliente y atiende a ABC en un receso de las VII Jornadas de las Universidades Públicas Madrileñas sobre el Sahara Occdeintal. Responde con calma y serenidad a todas las preguntas. Y lo hace en castellano, orgullo de una herencia que los saharauis recuerdan sin rencor.
– ¿Cómo está afectando la crisis económica en España a las ayudas que reciben los refugiados saharauis?
Recibimos dos tipos de ayuda: la centralizada, que viene a través del Gobierno y se canaliza por medio de la AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo) y la descentralizada que es la que percibimos a través de las comunidades autónoma. El año 2012 tuvo un gran impacto negativo, porque la ayuda, tanto del Gobierno como de las comunidades, disminuyó considerablemente. En algunos casos se ha reducido hasta un 50%.
Las consecuencias de los recortes de fondos destinados a cooperación han sido: problemas alimenticios, por primera vez se ven casos de niños, de unos cinco años de edad, así como de mujeres embarazadas que padecen anemia; sanitarios, porque se han reducido el número de medicamentos enviados, con lo cual los pacientes de enfermedades crónicas, como los diabéticos, acostumbrados a tener su medicación en la Farmacia Central del Sahara no pueden acceder a los fármacos que necesitan; y escolares, muchos colegios no pueden continuar trabajando por falta de rehabilitación. Necesitan libros de texto, pupitres, mesas y sillas.
– ¿Cuántas escuelas hay en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf (Argelia)?
– Un total de 35 repartidas en diversos campamentos, pero 11 de ellas no podrán recibir niños en septiembre si no se hace una rehabilitación en verano. El problema es el de siempre: no hay fondos.
– ¿Cuáles son las comunidades autónomas que han aportado más ayudas?
– Le puedo decir las que en el año 2012 no han contribuido absolutamente nada. Son las siguientes: Cataluña, Canarias, Andalucía, La Rioja y Madrid (excepto el municipio de Fuenlabrada).
– ¿Cómo han afectado los recortes al programa «Vacaciones en Paz», que permite a niños saharauis convivir con familias españolas en los meses de verano?
– En 2009, 9.500 niños visitaron España gracias al programa. En 2013, tan solo 4.500. En 2014, no sabemos si va a haber «Vacaciones en Paz», y si las hay, cuántos niños vendrán.
– ¿Cómo están afectando al desarrollo de los proyectos de cooperación las últimas alertas a nivel de seguridad en la región?
– Creo que desde Madrid se ha exagerado sobre los problemas de seguridad que hay en el Sahara. Es cierto que ha habido algún altercado, pero hemos trabajado en ello. Por desgracia, en Madrid cuando se menciona la palabra Sahara, la gente recuerda las declaraciones de Margallo, en las que afirma que «hay un peligro inminente». Yo no he visto tal peligro.
– ¿Ha disminuido el número de trabajadores humanitarios después de los secuestros de Ainhoa Fernández, Enric Gonyalons y Rosella Urru?
– Creemos que fue un atentado contra el pueblo saharaui y por eso lo hemos condenado desde el primer momento. También hemos mostrado nuestra solidaridad con los allegados de los secuestrados; para nosotros son parte de nuestra familia.
– Entonces ¿Cómo ha repercutido en el número de voluntarios?
– Ha dependido de los estatutos de las ONG para las que trabajaban. Aunque hay profesionales que a pesar de las recomendaciones de Madrid, no han querido abandonar sus proyectos. Le puedo asegurar que todos aquellos que han dejado los campamentos, tras el llamamiento del ministerio de Exteriores, han vuelto y continúan trabajando.
– ¿Ha tenido alguna reunión con su contraparte en España desde que está en Madrid?

– Todavía no.