Las autoridades consideran que hay mucha
agitación en la zona y no deja entrar a extranjeros.
Los cuatro aragoneses, este lunes en el
aeropuerto de Marrakech.Los cuatro aragoneses, este lunes en el aeropuerto de
Marrakech.
Cuatro aragoneses han sido expulsados de
Marruecos tras intentar visitar el Sahara para comprobar la situación en la
zona. Diego Marín, Raúl Ramón, Laura Soteras e Irene Bailo esperan desde hace
horas en el aeropuerto de Marrakech a que se les incluya en algún vuelo de
vuelta a España.
Los cuatro expulsados, que pertenecen a las
Brigadas de Solidaridad Aragón-Sahara, ya fueron enviados a la ciudad marroquí
de Agadir después de no conseguir entrar en El Aaiún, la capital del Sahara.
"No se les acusa de nada", explica
Roberto Gracia, amigo de los cuatro aragoneses y que les ha estado ayudando
desde Zaragoza. Los brigadistas llegaron al aeropuerto de Marrakech el pasado 16
de abril y desde allí se dirigieron a El Aaiún en un autobús, en el que también
viajaban ciudadanos marroquíes y saharauis.
"En el último control antes de la
ciudad, a unos 5
kilómetros , les hicieron bajar por ser extranjeros",
asegura Gracia. La policía argüía que la ciudad vivía mucha agitación, "que
había manifestaciones y que no era agradable", por lo que no les permitió
entrar. Gracia apunta que una treintena de personas han sido expulsadas de la
ciudad en los últimos días "para evitar que vieran lo que pasaba".
El Sahara está a la espera de que se
renueve el mandato de la MINURSO, la Misión de la ONU para el Referendum en el
Sahara Occidental, y la petición de que se incluyan entre sus competencias la
vigilancia del respeto a los derechos humanos.
El autobús siguió su camino, pero los
cuatro aragoneses se quedaron en tierra. Les quitaron los móviles y las maletas
y les pidieron que firmasen un papel, algo a lo que se negaron. Finalmente
fueron obligados a subir a un taxi destino a Agadir. En él, grabaron un video
en el que cuentan su experiencia. "Hasta que no nos hemos metido en el taxi,
con empujones y con algún agarrón, no nos devolvieron los móviles", explicaba
Raúl Ramón.
Tras pasar algunos días en la ciudad, los
cuatro decidieron viajar a la localidad de Tan-Tan, cercana a la frontera con
el Sahara, pero de nuevo les impidieron bajarse. Por fin, decidieron volver a
Marrakech, donde les acogieron en una casa. Sin embargo, recibieron una orden
de expulsión del país, por lo que han esperado durante horas que se les incluya
en algún vuelo de vuelta a España, ya que ellos carecen de medios para pagar el
pasaje.
"El consulado está gestionando la
vuelta con la policía marroquí", indica Gracia, quien asegura que se
encuentran en buenas condiciones, aunque controlados en todo momento por varios
policías.
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