Fracasa el intento de recomponer las
relaciones rotas hace un año con el Gobierno francés
La política exterior del Gobierno de
Marruecos, y su principal responsable, el ministro Salaheddine Mezouar, está en
un momento crítico y casi bloqueada ante dos problemas que llevan creciendo en
los últimos meses hasta amenazar con una situación de enquistamiento. Las
pésimas relaciones de Marruecos con Francia, un país más que amigo y con el que
están rotas desde hace un año las colaboraciones políticas, policiales y
judiciales, no se han conseguido solventar pese a los últimos intentos tras los
atentados contra la revista satírica Charlie Hebdo. El ministro de Exteriores,
además, ha sido citado la semana que viene ante el Parlamento para comparecer y
exponer por primera vez la versión de un alto cargo en público ante el caso
Twitterleaks, un hacker que lleva desde octubre filtrando comprometidos papeles
y documentos secretos sobre todo de su departamento.
Ni las estratégicas relaciones con Francia,
un país clave para Marruecos en todos los sentidos, ni que un anónimo lleve
goteando escritos de distintos organismos oficiales y confidenciales en las
redes sociales hace meses sin que suceda nada son dos asuntos menores en un
momento especialmente delicado y crítico. El ministro Mezouar, además, no es un
político cualquiera en el gabinete que dirige el presidente Abdelilah
Benkirane. Mezouar es el líder del partido Reagrupamiento Nacional de
Independientes (RNI), integrado en la coalición que gobierna, y con claras
aspiraciones en las próximas elecciones generales.
El propio ministro ha intentado y casi
forzado un conato de arreglo en los últimos días del conflicto político que se
mantiene desde hace un año con el Gobierno francés y del que él ha sido el
máximo estandarte, pero ha sido imposible. A comienzos de esta semana se
informó de que Salheddine Mezouar acudiría incluso a París para entrevistarse
allí con su homólogo, Laurent Fabius, y dar así por superada esta crisis.
La semana anterior el portavoz del ministro
francés Fabius había comunicado que estaban buscando una fecha para acudir
"pronto" a Rabat para abordar todos los problemas y olvidar también
el incidente protagonizado por Mezouar, cuando viajó a París para participar en
la multitudinaria marcha de protesta contra los asesinatos de Charlie Hebdo y
se retiró al final cuando observó en la concentración "caricaturas
blasfematorias" contra Mahoma. El rey Mohamed VI y el jefe de Gobierno
respaldaron la acción de Mezouar.
El comportamiento y la actitud de Mezouar
durante todo este año de bloqueo con Francia ha sido determinante. Con los
atentados de Francia aún calientes, el ministro concedió hace 10 días una
entrevista al influyente semanario francófono Jeune Afrique en el que
reafirmaba sus posiciones: "Los tiempos de la tutela francesa han
pasado". En Marruecos está posición de firmeza frente a Francia ha sido
muy bien acogida en los medios de comunicación y se ha comparado, en este caso
para bien, con el excelente momento de las relaciones que se mantienen con
España y con los frutos que da, por ejemplo, en materia de detención de células
terroristas. El ministro, además, sufrió un incómodo registro policial en un
aeropuerto francés en una de sus visitas oficiales.
Marruecos acaba de endurecer su legislación
antiterrorista en el nuevo Código Penal, que el miércoles fue aprobado por la
Cámara de Representantes, para perseguir con penas de cinco y hasta 15 años los
delitos de apología del terrorismo, para castigar a cualquiera que haya
recibido entrenamiento en uno de esos campos yihadistas y para juzgarles en el
país si son detenidos en Marruecos aunque hayan cometido los delitos fuera. El
ministro de Justicia aprovechó informar de que habían detenido a 242 personas
hasta noviembre por actos terroristas e informó de que 1.210 marroquíes se
habían sumado en Siria e Irak a la lucha del Estado Islámico.
Tras los atentados de París, varios
dirigentes políticos franceses, como el expresidente Nicolás Sarkozy o el
exministro del Interior Charles Pasqua, han señalado públicamente como urgente
la necesidad de reparar la conexión con Marruecos para tener más y mejor
información sobre la amenaza del terrorismo yihadista. El propio presidente
François Hollande admitió esa prioridad. Fabius tomó nota y se aprestó a
organizar la visita a Rabat. Pero ese desplazamiento ahora ni tiene fecha ni
está claro cuándo se producirá.
Lo primero que se ha anulado ha sido el
encuentro preparatorio de mañana viernes en París entre ambos ministros. El
ministro portavoz del Ejecutivo, Mustafá Khalfi, solo ha explicado hoy tras el
Consejo de Gobierno que se había decidido suspender esa cumbre "para dar
más tiempo a las partes a reducir las tensiones". Sin más explicaciones. A
comienzos de semana se informó del viaje y a finales de semana se ha aclarado
que esa entrevista no se celebrará por ahora. En el medio no se sabe lo que
pasó. Sí se conoce que un teletipo de una agencia informó de que Marruecos en
el curso de las negociaciones secretas para restablecer los contactos había
reclamado "inmunidad diplomática" para sus funcionarios destinados en
Francia y el Ministerio reaccionó rápida e inusitadamente para emitir un
comunicado desmintiendo esas demandas. A las pocas horas se suspendió el viaje.
Fuentes oficiales del Gobierno marroquí
sostienen que esa filtración procedió de fuentes francesas próximas al Palacio
de Orsay (sede del Ministerio de Exteriores) y concluyen que ese gesto tiene
que ver con una supuesta estrategia para frustrar y hacer fracasar las
negociaciones.
El Gobierno marroquí se ha reunido este
jueves, como todas las semanas, y tras la cita se ha conocido que el mismo
ministro Mezouar comparecerá el jueves de la semana que viene (29 de enero) ante
la comisión de Exteriores del Parlamento para explicar en persona todo lo
relacionado con el caso Twitterleaks, el escándalo que tiene en vilo a muchos
dirigentes marroquíes porque un hacker se dedica desde octubre a publicar
documentos oficiales en su cuenta bajo el pseudónimo de @Chris_coleman24. Hasta
ahora apenas se habían dado explicaciones desde las autoridades sobre ese caso.
Un diputado socialista del USPF en la oposición, Ali El Yazghi, había reclamado
la presencia del ministro en diciembre y justo ahora se ha decidido que es
oportuna.
Fuentes gubernamentales han avanzado que el
ministro aprovechará la comparecencia para ofrecer la información que ha
recabado y para culpar a Argelia, el gran enemigo del país por su posición con
el Sáhara, de estar detrás de la cuenta de Chris Coleman y también de los
ataques contra varios ordenadores de distintos dirigentes y cargos políticos
marroquíes. La cuenta en Twitter de Coleman fue suspendida de nuevo hoy, aunque
el hacker tiene también perfil en Facebook.
Marruecos determinó hace un año, el 27 de
febrero de 2014, la ruptura de relaciones policiales y judiciales con Francia
tras una actuación de la policía francesa al acudir a la sede de la embajada en
Neuilly para requerir el interrogatorio contra el máximo responsable de los
servicios de información marroquíes, Abdellatif Hammouchi. El patrón de la DST
había sido denunciado en París por varios marroquíes que sostenían haber sido
víctimas de torturas. Hammouchi ya no estaba en ese momento en la embajada y por
tanto ni fue detenido ni interrogado, pero el intento sentó muy mal en
Marruecos, que desde entonces ha suspendido desde una visita oficial del rey a
Francia hasta todo tipo de actos. En Francia viven más de 1,3 millones de
marroquíes y en Marruecos unos 80.000 franceses.
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