El pasado 20 de febrero el periodista
Ignacio Cembrero denunció en El Mundo que ‘los servicios secretos marroquíes
campan a sus anchas en España’, haciendo pública una realidad contrastada desde
hace tiempo por varias embajadas extranjeras acreditadas en Madrid, y desde
luego por el CNI, cuya División de Contrainteligencia tiene perfectamente
acreditado el fenómeno, pero tolerado con inusitada permisividad.
Se da la circunstancia de que dicha
División fue dirigida en su momento por la actual secretaria general del
Servicio de Inteligencia español, Beatriz Méndez de Vigo, casada con José Luis
Ruiz-Navarro, quien, además de ser miembro del Cuerpo de Letrados de las Cortes
Generales desde 1983, curiosamente también cursó estudios de periodismo. Una
profesión que, a menudo, ha servido como tapadera de agentes y colaboradores de
los servicios secretos en todo el mundo.
Y ese es el caso en el que se podrían
encuadrar también algunos periodistas adscritos a la Agencia Marroquí de Prensa
(MAP), que de forma reiterada ha sido tachada de manipuladora por varios medios
informativos, desde el diario ABC (que en noviembre de 2010 la acusó de
difundir la falsa noticia de que la Guardia Civil había matado a tiros a un
menor en “la ciudad ocupada de Melilla”) hasta SaharaLibre.Es, y analistas
especializados como Carlos Ruiz Miguel, catedrático de Derecho Constitucional
en la Universidad de Santiago de Compostela y autor del Blog ‘Desde el
Atlántico’.
De hecho, la relación de la MAP con los
servicios secretos de Marruecos ya fue denunciada por el periodista marroquí
Alí Lmrabet en 2008 en un artículo titulado ‘Un ejército de soplones’, según
recogió puntualmente PeriodistaDigital.Com (14/02/2008). En aquel reportaje, y
explicando el funcionamiento de la red de dichos servicios en el exterior del
país, Lmrabet afirmaba que se completaba con la constituida “por corresponsales
de la agencia oficial marroquí, la MAP, que redactan dos teletipos para la
central de Rabat. El primero es público y se difunde entre los abonados. El
segundo es reservado y se destina a altas esferas del Estado: cuenta todo lo que
llega a su oído”…
Una sentencia de la Audiencia Provincial de
Madrid absolvió a Lmrabet de vulneración del derecho al honor de dos
periodistas de la MAP. En ella se afirmaba: “(…) La relación entre la agencia
MAP y la Dirección General de Estudios y Documentación está suficientemente
contrastada a la vista de reportajes publicados en otros medios de comunicación
de ese país y que constan en autos”. Y se citaban los “(...) nombramientos al
frente de la MAP de personas estrechamente vinculadas con la Dirección General
de Estudios y Documentación, que constituyen los servicios secretos
marroquíes”.
La supuesta infiltración de agentes
secretos marroquíes en España, con o sin la cobertura de la MAP, canta
demasiado y pone en tela de juicio la dignidad nacional y, en particular, la
del Servicio de Inteligencia dirigido por Félix Sanz y la del ministerio de
Asuntos Exteriores y Cooperación que titula José Manuel García-Margallo.
Recientemente, esta misma sección de Confidenciales también dio noticia de otra
relación con el Servicio de Inteligencia de Marruecos igual de curiosa: la de
Nadia Jalfi, actual esposa del embajador de España en la India, Gustavo de
Aristegui.
Ahora, la Asociación de la Prensa de Madrid
(APM), presidida por Carmen del Riego, se ha visto obligada a prestar amparo a
Cembrero en su ejercicio profesional y derecho constitucional a informar y
analizar la actualidad del norte de África y especialmente de Marruecos,
materia en la que es reconocido especialista.
Dicho periodista ha denunciado ante la APM
el acoso al que está siendo sometido y el especial seguimiento del que ha sido
objeto el pasado 28 de enero en Madrid, cuando fue fotografiado en una
cafetería con un periodista marroquí. Esas imágenes fueron publicadas días
después en un diario digital de Casablanca, que algunos medios de comunicación
marroquíes describen como afín al secretario particular del rey, con el
propósito de demostrar que el periodista español participaba en las
“conspiraciones” que fomenta un primo del monarca, el príncipe Moulay Hicham,
que en esas mismas fechas visitó Madrid.
La controvertida delegación de la MAP en
España, que se presenta como ‘Maghreb Arabe Presse’, está dirigida por
Abdelkrim Kninah y dispone de delegaciones ‘informativas’ ciertamente
sospechosas en Algeciras o Las Palmas de Gran Canaria. El eslogan con el que se
presenta públicamente es ‘El valor de la información’, sin aclarar su
destinatario final... Atentos al parche cuando la tengan cerca.
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