La portavoz de Izquierda Unida en el
Parlamento Europeo, Marina Albiol, ha solicitado a la Comisión Europea que le
entregue una relación detallada de todos los fondos que destina la Unión
Europea a políticas migratorias en Marruecos, especificando a qué se dedica
cada partida. La eurodiputada quiere que la institución comunitaria aclare si
una parte de los cerca de 200 millones de euros que Bruselas daría a Rabat cada
año se destina a financiar el muro ilegal de 2.720 kilómetros levantado por las
autoridades marroquíes para dividir los territorios liberados y ocupados del
Sáhara Occidental.
En una pregunta parlamentaria, Albiol
explica que Marruecos está recibiendo esa cantidad desde 2013 gracias al
acuerdo migratorio que firmó con la UE, y a lo que le corresponde por el Fondo
Fiduciario para África aprobado posteriormente. Sin embargo, en ningún momento
se ha aclarado si el dinero se emplea en exclusiva para financiar a la Policía
y el Ejército marroquíes en las fronteras con Ceuta y Melilla, o si el Reino de
Marruecos está empleando parte de dichos fondos también para el muro, compuesto
por varios campos de minas, vallas y búnkeres y donde hay apostados unos
100.000 militares marroquíes.
“La política de externalización de
fronteras de la Unión Europea necesita de la colaboración directa de una serie
de gobiernos autoritarios, cuyas prácticas contrarias a los derechos humanos
están alimentadas por la UE”, denuncia Albiol. Dichas políticas recibieron una
vuelta de tuerca en la cumbre de La Valeta de noviembre de 2015, cuando se
reforzaron y se promovieron aún más acuerdos migratorios con terceros países.
Así, Estados como Turquía, Libia y
Marruecos se han convertido en “policías de frontera claves” para la UE, que
“mira a otro lado mientras ellos les hagan el trabajo sucio”. Y esto explica
que “las autoridades comunitarias sostengan política y económicamente a un
régimen como el marroquí, que es una monarquía autoritaria y corrupta que ocupa
militarmente el último territorio de África pendiente de descolonización”.
“La UE está financiando a un Ejército
ocupante sin exigir ningún tipo de garantía ni contrapartida, lo que, junto al
expolio de los recursos saharauis por parte de empresas europeas como
Mercadona, nos hace directamente responsables de que la ocupación del Sáhara
Occidental venga perpetuándose desde 1976 sin que se haya llevado a cabo el
referéndum de autodeterminación mandatado por la ONU desde 1991”, señala.
La eurodiputada cree que no se puede
“permitir que se sigan violando los derechos humanos de la población saharaui y
reprimiendo cualquier tipo de movimiento social o político en su territorio con
recursos europeos”.
“Y desde luego –continúa-, la Comisión
tiene la obligación de velar por que ni un sólo céntimo del presupuesto
comunitario acabe en el muro de la vergüenza, una construcción ilegal de
acuerdo al derecho internacional, que parte en dos al pueblo saharaui y que es
el símbolo del desprecio de régimen de Marruecos por los derechos humanos”.
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