El PSOE se queja ante Rabat mientras que el Gobierno presiona a las autoridades del país para que den una salida al 'caso Haidar'.- Zapatero asegura que Moratinos "resolverá" la situación
EL PAIS. IGNACIO CEMBRERO / MIGUEL GONZÁLEZ - Madrid - 03/12/2009
El PSOE levantó este jueves la voz ante Marruecos y el Gobierno español incrementó su presión para que Rabat le ayude a buscar una salida a la crisis desatada por la expulsión de El Aaiún de la activista saharaui Aminatou Haidar, en huelga de hambre desde hace 18 días en el aeropuerto de Lanzarote.
"España no se merece que le hagan esto", declaró, en sustancia, la secretaria de política internacional del PSOE, Elena Valenciano, al recibir a una delegación marroquí encabezada por el presidente del Senado, Mohamed Cheikh Biadillah. "Con su actitud corren el riesgo de deshacer el trabajo realizado desde 2004", les advirtió refiriéndose al año en el que, tras la victoria electoral socialista, la relación con Marruecos experimentó una mejora.
"Hemos hecho muchas gestiones y propuestas" para ofrecer a Haidar una solución "razonable y satisfactoria" y el Gobierno "seguirá haciéndolo" a través de Moratinos, que es "quien tiene la responsabilidad y siempre resuelve los problemas, antes o después, como la experiencia nos dice", ha afirmado este jueves tarde el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en una rueda de prensa conjunta con el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek.
Biadillah, cuya familia está dividida entre la lealtad a Marruecos y al Frente Polisario, es el saharaui que ocupa el cargo más alto en las instituciones marroquíes. Llegó a Madrid al frente de una delegación encargada de exponer los argumentos de Rabat para rechazar las peticiones del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, de que se proporcione un pasaporte a Haidar para que pueda regresar a la capital sahariana dónde vivía con sus dos hijos y su madre.
Valenciano explicó a la delegación que España tenía un problema interno a causa de la reivindicación de Haidar y que se requería la ayuda inmediata de Marruecos para resolverlo. Biadillah le respondió, según fuentes socialistas, que Marruecos también se enfrenta al mismo problema interno porque el conjunto de las fuerzas políticas habían suscrito, el lunes por la noche, un comunicado instando a su Gobierno a rechazar las peticiones españolas.
A la salida de la reunión Biadillah afirmó a la agencia Europa Press que ningún país aceptaría el regreso de quién "ha tirado su pasaporte" y "ha renegado su nacionalidad". Valenciano afirmó, por su parte, que no había visto "ni una rendija abierta" que permita esperar que se alcance un acuerdo. Las declaraciones de Valenciano se sitúan en la línea de las que efectuaron días atrás otros dos miembros de la Ejecutiva, Pedro Zerolo y Juan Fernando López Aguilar.
Leire Pajín, que durante largos años fue la diputada socialista más activa en apoyo del independentismo saharaui, rompió este jueves su silencio. Respondió al cónsul marroquí en Gran Canaria, Abderramán Leibek, que, el martes, sostuvo que Haidar tenía que pedir perdón al rey Mohamed VI para obtener un nuevo pasaporte y poder regresar. "No parece [que Marruecos] quiera contribuir al desbloqueo de la situación", se lamentó.
Biadillah se entrevistó después con Jorge Moragas, coordinador de la presidencia del Partido Popular. Esta formación de oposición tiene la intención de acusar al Gobierno de haber vulnerado dos artículos de la ley de extranjería al obligar a Haidar a franquear la frontera española, el 14 de noviembre, en Lanzarote. Lo hizo en contra de su voluntad.
A diferencia del PSOE, el Gobierno no hace público su disgusto con Marruecos, pero ahora sí presiona. El encargado de negocios de la Embajada marroquí en Madrid, Sarid Aoulhaj, fue convocado al martes por los directores de gabinete del ministro, Agustín Santos, y de Oriente Próximo y Norte de África, Fidel Sendagorta. Le entregaron una nota verbal, como se llama en el lenguaje diplomático un memorando escrito, en la que solicitan formalmente a Rabat que proporcione un pasaporte a Haidar.
Rabat no ha contestado aún y si lo llega a hacer su respuesta será negativa. De ahí que el martes el embajador español ante la ONU, Juan Antonio Yáñez, pidiera al secretario general Ban Ki-moon, su colaboración para resolver la crisis. La diplomacia española también tiene la intención de solicitar ayuda a la Comisión Europea.
Ban Ki-moon y el órgano ejecutivo europeo carecen de medios de presión eficaces sobre Marruecos. La solución pasa ahora, en opinión de algunas fuentes diplomáticas, por una intervención de Estados Unidos que vaya más allá del comunicado que difundió, el 26 de noviembre, el Departamento de Estado expresando su "preocupación" por la salud de Haidar y pidiendo que se respeten sus derechos.
Soluciones rápidas
España ha dado por "cerrada" la posibilidad de que Marruecos conceda pasaporte a Haidar y considera que es el momento de buscar "con rapidez" soluciones al caso de acuerdo con el derecho español, debido a la situación física de la activista saharaui. Así se ha expresado este jueves por la tarde el jefe de gabinete del Ministerio de Asuntos Exteriores, Agustín Santos, en una rueda de prensa celebrada en Lanzarote tras regresar este jueves de nuevo al aeropuerto de Guacimeta para conversar con Haidar. Santos ha explicado que el Ministerio de Asuntos Exteriores ha presentado a la embajada de Marruecos un nota verbal en la que se solicita "de manera formal y escrita" que el Gobierno de Marruecos dote de documentación a Haidar para poder regresar, si bien no ha obtenido todavía respuesta alguna.
El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha asegurado este jueves por la tarde que el Gobierno "ha creado" el problema de Haidar "por no aplicar la ley de Extranjería", y ha añadido que el Ejecutivo "debe velar por su salud y hacer gestiones diplomáticas para que vuelva a su país y se vuelva a una situación de normalidad".
EL PAIS. IGNACIO CEMBRERO / MIGUEL GONZÁLEZ - Madrid - 03/12/2009
El PSOE levantó este jueves la voz ante Marruecos y el Gobierno español incrementó su presión para que Rabat le ayude a buscar una salida a la crisis desatada por la expulsión de El Aaiún de la activista saharaui Aminatou Haidar, en huelga de hambre desde hace 18 días en el aeropuerto de Lanzarote.
"España no se merece que le hagan esto", declaró, en sustancia, la secretaria de política internacional del PSOE, Elena Valenciano, al recibir a una delegación marroquí encabezada por el presidente del Senado, Mohamed Cheikh Biadillah. "Con su actitud corren el riesgo de deshacer el trabajo realizado desde 2004", les advirtió refiriéndose al año en el que, tras la victoria electoral socialista, la relación con Marruecos experimentó una mejora.
"Hemos hecho muchas gestiones y propuestas" para ofrecer a Haidar una solución "razonable y satisfactoria" y el Gobierno "seguirá haciéndolo" a través de Moratinos, que es "quien tiene la responsabilidad y siempre resuelve los problemas, antes o después, como la experiencia nos dice", ha afirmado este jueves tarde el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en una rueda de prensa conjunta con el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek.
Biadillah, cuya familia está dividida entre la lealtad a Marruecos y al Frente Polisario, es el saharaui que ocupa el cargo más alto en las instituciones marroquíes. Llegó a Madrid al frente de una delegación encargada de exponer los argumentos de Rabat para rechazar las peticiones del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, de que se proporcione un pasaporte a Haidar para que pueda regresar a la capital sahariana dónde vivía con sus dos hijos y su madre.
Valenciano explicó a la delegación que España tenía un problema interno a causa de la reivindicación de Haidar y que se requería la ayuda inmediata de Marruecos para resolverlo. Biadillah le respondió, según fuentes socialistas, que Marruecos también se enfrenta al mismo problema interno porque el conjunto de las fuerzas políticas habían suscrito, el lunes por la noche, un comunicado instando a su Gobierno a rechazar las peticiones españolas.
A la salida de la reunión Biadillah afirmó a la agencia Europa Press que ningún país aceptaría el regreso de quién "ha tirado su pasaporte" y "ha renegado su nacionalidad". Valenciano afirmó, por su parte, que no había visto "ni una rendija abierta" que permita esperar que se alcance un acuerdo. Las declaraciones de Valenciano se sitúan en la línea de las que efectuaron días atrás otros dos miembros de la Ejecutiva, Pedro Zerolo y Juan Fernando López Aguilar.
Leire Pajín, que durante largos años fue la diputada socialista más activa en apoyo del independentismo saharaui, rompió este jueves su silencio. Respondió al cónsul marroquí en Gran Canaria, Abderramán Leibek, que, el martes, sostuvo que Haidar tenía que pedir perdón al rey Mohamed VI para obtener un nuevo pasaporte y poder regresar. "No parece [que Marruecos] quiera contribuir al desbloqueo de la situación", se lamentó.
Biadillah se entrevistó después con Jorge Moragas, coordinador de la presidencia del Partido Popular. Esta formación de oposición tiene la intención de acusar al Gobierno de haber vulnerado dos artículos de la ley de extranjería al obligar a Haidar a franquear la frontera española, el 14 de noviembre, en Lanzarote. Lo hizo en contra de su voluntad.
A diferencia del PSOE, el Gobierno no hace público su disgusto con Marruecos, pero ahora sí presiona. El encargado de negocios de la Embajada marroquí en Madrid, Sarid Aoulhaj, fue convocado al martes por los directores de gabinete del ministro, Agustín Santos, y de Oriente Próximo y Norte de África, Fidel Sendagorta. Le entregaron una nota verbal, como se llama en el lenguaje diplomático un memorando escrito, en la que solicitan formalmente a Rabat que proporcione un pasaporte a Haidar.
Rabat no ha contestado aún y si lo llega a hacer su respuesta será negativa. De ahí que el martes el embajador español ante la ONU, Juan Antonio Yáñez, pidiera al secretario general Ban Ki-moon, su colaboración para resolver la crisis. La diplomacia española también tiene la intención de solicitar ayuda a la Comisión Europea.
Ban Ki-moon y el órgano ejecutivo europeo carecen de medios de presión eficaces sobre Marruecos. La solución pasa ahora, en opinión de algunas fuentes diplomáticas, por una intervención de Estados Unidos que vaya más allá del comunicado que difundió, el 26 de noviembre, el Departamento de Estado expresando su "preocupación" por la salud de Haidar y pidiendo que se respeten sus derechos.
Soluciones rápidas
España ha dado por "cerrada" la posibilidad de que Marruecos conceda pasaporte a Haidar y considera que es el momento de buscar "con rapidez" soluciones al caso de acuerdo con el derecho español, debido a la situación física de la activista saharaui. Así se ha expresado este jueves por la tarde el jefe de gabinete del Ministerio de Asuntos Exteriores, Agustín Santos, en una rueda de prensa celebrada en Lanzarote tras regresar este jueves de nuevo al aeropuerto de Guacimeta para conversar con Haidar. Santos ha explicado que el Ministerio de Asuntos Exteriores ha presentado a la embajada de Marruecos un nota verbal en la que se solicita "de manera formal y escrita" que el Gobierno de Marruecos dote de documentación a Haidar para poder regresar, si bien no ha obtenido todavía respuesta alguna.
El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha asegurado este jueves por la tarde que el Gobierno "ha creado" el problema de Haidar "por no aplicar la ley de Extranjería", y ha añadido que el Ejecutivo "debe velar por su salud y hacer gestiones diplomáticas para que vuelva a su país y se vuelva a una situación de normalidad".
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