lunes, 7 de diciembre de 2009

Poema para Aminetu Haidar



A partir del verso de Pablo Neruda: “Amiga, no te mueras”



AMIGA, no te mueras.
Escucha estas palabras que me queman el alma,
parecidas a las que otros muchos dicen en estas horas amargas.

Aminetu,
amiga,
no te mueras.

Necesitamos tu luz en esta larga noche.
Noche que hace temblar los corazones de tanta gente buena
Que solo quiere que vivas.
Porque si tú mueres, también la humanidad morirá un poco.
Aunque siga viva.
Porque tú, para nosotros, para tu pueblo, eres el Sol de la dignidad Guía del hombre.
Luz de humanidad.

Y viéndote sufrir, sentimos que se pudre la vida en este planeta amargo.
Y volvemos a ver como siguen matando y torturando.
A inocentes y a pobres
Aquellos que escupen al cielo, creyéndose dioses.
Porque tú, Aminetu, con tu valor nos lo recuerdas.

Y gracias a ti, oímos como gritan en silencio las sombras de tanta flor pisoteada,
mientras manchados de sangre los reyes en sus palacios ríen y babean.
Creyendo que están por encima de Dios.
(Qué sabrán ellos).

Por eso, amiga, te lo ruego: no te mueras

Tu patria y tus hijos te esperan.
Como también te espera, acaso sin saberlo la persona que sólo quiere ser persona.
Para caminar a la luz de la mañana, feliz y libre. Sin miedo.
Como lo hace el rocío que camina indolente mientras besa la hierba
que también a su modo le quiere.

Aminetu, no te mueras.



En esta habitación, oigo tu voz hablándome en silencio.
Y contento, mi corazón, pensando en tu valor generoso se estremece gozoso.

El aire en la ventana parece gemir y a veces
parece que diga conmigo:
amiga, no te mueras.

Y entonces como la queja atardecida, la queja gris del viento.
Retumba en el cristal el suave grito del aire, que dice:
Amiga, no te mueras!

Yo soy, yo somos, los que te esperamos en el Sáhara libre
allá donde la estrellada noche,
sobre las playas dulces, sobre las rubias dunas
Oye a Dios pedir
Que cese el odio y la sangre
Que él hizo al hombre para que amara al hombre


Y él, el Dios amado, tiene para ti guardado el paraíso.
El paraíso que tu corazón ha ganado. Por amar a los tuyos, por luchar por los tuyos. Sin hacer mal a nadie.


Por eso, amiga, hermana, madre,
sol del pueblo saharaui,
te lo pido desde lo más profundo del alma: no te mueras.


Leonardo Urrutia Segura.
7 de Diciembre de 2009.

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