Diplomático saharaui plantea normalización de relaciones con nuestro país. Invoca compromiso histórico del Perú con la causa de la descolonización.
El Sahara es más que un desierto
DIARIO LA PRIMERA, PERU. 14 de marzo de 2010
Una larga lucha
La República Árabe Saharaui Democrática es gobernada por el Frente Polisario, una organización que inició la lucha armada contra el colonialismo español en los 70 y luego se enfrentó al reino de Marruecos cuando este -que ha tenido conflictos con todos sus vecinos por su expansionismo- se apoderó de extensos territorios, obligando a muchos saharauis a refugiarse en la vecina Argelia. Desde entonces el Frente Polisario libra también una intensa lucha diplomática por hacer respetar sus fueros. Acá, en el Perú, el congresista aprista Luis Gonzales Posada es uno de los defensores del reino feudal marroquí. Gracias a ello recibió en recompensa cuatro camellos que se murieron en Ica por falta de cuidados.
El vicecanciller de la República Saharaui para América latina, Hach Amed, visitó en los últimos días el Perú para gestionar la reanudación de las relaciones diplomáticas, que fueron interrumpidas, sin razón previa, por la dictadura Fujimorista, por influencias del reino de Marruecos que ocupa parte de su territorio, el Sahara Occidental. Amed elevó el pedido al presidente Alan García, quien cuando era candidato hizo la misma solicitud al entonces presidente Alejandro Toledo. Ojalá García cumpla con su palabra y con el pueblo del Sahara Occidental.
-¿Cuáles son las razones de su visita al Perú?
-Tratar de impulsar con las autoridades del Perú y representantes de las fuerzas políticas y el Legislativo el restablecimiento de las relaciones diplomáticas. Tenemos el propósito de establecer una embajada en Lima. Nuestro interés es que el gobierno tome la decisión política correspondiente y se deje atrás la medida de congelación de las relaciones diplomáticas que tomó el presidente Fujimori.
-¿Ustedes saben por qué razón tomó esa decisión el señor Fujimori?
-Es un misterio que no hemos podido dilucidar. Incluso estamos pensando en recurrir a expertos en magia para saber cuál fue la razón de fondo. Fue una decisión unilateral, nunca se nos dieron explicaciones. Presumimos que fue el resultado de un lobby hecho por la embajada de Marruecos en Lima, a través de ciertos personeros en Perú, que creo que indujeron a error a la Cancillería y al gobierno del presidente Fujimori.
-¿Por qué Marruecos estaría interesado en que se corten las relaciones con la República Saharaui?
-Marruecos es una monarquía de corte feudal que tiene un litigio con nosotros que está en Naciones Unidas y estamos librando una batalla diplomática en la que Marruecos ha sufrido una serie de reveses. Es un país que ha sido expulsado de la Unión Africana, el organismo continental por excelencia de África. Es el único país que ha sufrido semejante sanción, que antes sólo fue aplicada al régimen racista blanco de Sudáfrica.
-¿Por qué la controversia?
-Marruecos ocupó de manera ilegal, en un acto de fuerza, un territorio ajeno que estaba sometido a un proceso de descolonización bajo los auspicios de Naciones Unidas y pese a las advertencias y a los dictámenes contrarios tanto de la Corte Internacional de La Haya, en 1975, así como de la Asamblea General y del Consejo de seguridad de la ONU. Marruecos, en un acto de fuerza, emprendió una invasión militar y eso generó un conflicto que duró hasta 1991. Entonces, Naciones Unidas volvió a intervenir para impulsar una solución pacífica.
Las razones son fáciles de entender. Marruecos es una monarquía feudal, no es una monarquía petrolera, es quizás una de las monarquías más pobres del mundo árabe. Y tiene como vecino a un país grande en recursos minerales y de hidrocarburos, y el propietario de ese país es un pueblo pequeño. Entonces, son las condiciones para que se visualizara a nuestro país como un bocado fácil y eso animó a Marruecos a ocupar nuestra tierra.
-¿Ustedes tienen petróleo u otras riquezas?
-La riqueza más comprobada son los yacimientos de fosfatos que nos sitúan entre los dos o tres principales productores en el mundo; son minerales que han adquirido una relevancia importante como consecuencia de las crisis alimentarias. El fosfato es fundamental para los fertilizantes, de hecho han subido 400 ó 500 por ciento en los últimos años. Y hay presencia de hidrocarburos que todavía no pueden ser explotados porque el conflicto ha afectado las tierras donde están los hidrocarburos. Y tenemos una de las costas marinas más ricas del mundo.
-¿Cuáles son los resultados de su visita al Perú?
-Yo creo que el resultado ha sido notable si se juzga la diversidad de los contactos y los altos niveles que han caracterizado estas conversaciones. Hablé con todos los líderes políticos, con representantes del Congreso y con la Cancillería.
-¿Ha habido una respuesta oficial?
-Somos conscientes que las cosas son lentas, requieren de mucha paciencia, razón por la cual pensamos que por tratarse de una cuestión política, está en manos del presidente Alan García y que hará respetar su propio compromiso, porque siendo candidato presidencial firmó una carta al presidente Alejandro Toledo solicitándole la normalización de las relaciones diplomáticas con nosotros, calificándolas como justas y correctas.
-¿Entonces las presiones de Marruecos habrían sido despejadas?
-Bueno, no. Marruecos y sus embajadas practican una diplomacia muy agresiva, muy insolente, que muchas veces raya en el chantaje, en la presión. A veces, adquiere los tonos de una superpotencia. Marruecos quiere forzar a la diplomacia peruana a aceptar un enfoque que nunca ha sido usado en la diplomacia de este país respetable, el enfoque de exclusión, el enfoque de todo conmigo o nada. Lo que nosotros queremos explicar es que las relaciones no son excluyentes. De la misma manera que Marruecos ha aceptado embajadas de nuestro país en México, Venezuela y no menos de 10 capitales en África, debe respetar la decisión peruana de con quién tener relaciones.
Por Efraín Rúa
Editor Mundo
El Sahara es más que un desierto
DIARIO LA PRIMERA, PERU. 14 de marzo de 2010
Una larga lucha
La República Árabe Saharaui Democrática es gobernada por el Frente Polisario, una organización que inició la lucha armada contra el colonialismo español en los 70 y luego se enfrentó al reino de Marruecos cuando este -que ha tenido conflictos con todos sus vecinos por su expansionismo- se apoderó de extensos territorios, obligando a muchos saharauis a refugiarse en la vecina Argelia. Desde entonces el Frente Polisario libra también una intensa lucha diplomática por hacer respetar sus fueros. Acá, en el Perú, el congresista aprista Luis Gonzales Posada es uno de los defensores del reino feudal marroquí. Gracias a ello recibió en recompensa cuatro camellos que se murieron en Ica por falta de cuidados.
El vicecanciller de la República Saharaui para América latina, Hach Amed, visitó en los últimos días el Perú para gestionar la reanudación de las relaciones diplomáticas, que fueron interrumpidas, sin razón previa, por la dictadura Fujimorista, por influencias del reino de Marruecos que ocupa parte de su territorio, el Sahara Occidental. Amed elevó el pedido al presidente Alan García, quien cuando era candidato hizo la misma solicitud al entonces presidente Alejandro Toledo. Ojalá García cumpla con su palabra y con el pueblo del Sahara Occidental.
-¿Cuáles son las razones de su visita al Perú?
-Tratar de impulsar con las autoridades del Perú y representantes de las fuerzas políticas y el Legislativo el restablecimiento de las relaciones diplomáticas. Tenemos el propósito de establecer una embajada en Lima. Nuestro interés es que el gobierno tome la decisión política correspondiente y se deje atrás la medida de congelación de las relaciones diplomáticas que tomó el presidente Fujimori.
-¿Ustedes saben por qué razón tomó esa decisión el señor Fujimori?
-Es un misterio que no hemos podido dilucidar. Incluso estamos pensando en recurrir a expertos en magia para saber cuál fue la razón de fondo. Fue una decisión unilateral, nunca se nos dieron explicaciones. Presumimos que fue el resultado de un lobby hecho por la embajada de Marruecos en Lima, a través de ciertos personeros en Perú, que creo que indujeron a error a la Cancillería y al gobierno del presidente Fujimori.
-¿Por qué Marruecos estaría interesado en que se corten las relaciones con la República Saharaui?
-Marruecos es una monarquía de corte feudal que tiene un litigio con nosotros que está en Naciones Unidas y estamos librando una batalla diplomática en la que Marruecos ha sufrido una serie de reveses. Es un país que ha sido expulsado de la Unión Africana, el organismo continental por excelencia de África. Es el único país que ha sufrido semejante sanción, que antes sólo fue aplicada al régimen racista blanco de Sudáfrica.
-¿Por qué la controversia?
-Marruecos ocupó de manera ilegal, en un acto de fuerza, un territorio ajeno que estaba sometido a un proceso de descolonización bajo los auspicios de Naciones Unidas y pese a las advertencias y a los dictámenes contrarios tanto de la Corte Internacional de La Haya, en 1975, así como de la Asamblea General y del Consejo de seguridad de la ONU. Marruecos, en un acto de fuerza, emprendió una invasión militar y eso generó un conflicto que duró hasta 1991. Entonces, Naciones Unidas volvió a intervenir para impulsar una solución pacífica.
Las razones son fáciles de entender. Marruecos es una monarquía feudal, no es una monarquía petrolera, es quizás una de las monarquías más pobres del mundo árabe. Y tiene como vecino a un país grande en recursos minerales y de hidrocarburos, y el propietario de ese país es un pueblo pequeño. Entonces, son las condiciones para que se visualizara a nuestro país como un bocado fácil y eso animó a Marruecos a ocupar nuestra tierra.
-¿Ustedes tienen petróleo u otras riquezas?
-La riqueza más comprobada son los yacimientos de fosfatos que nos sitúan entre los dos o tres principales productores en el mundo; son minerales que han adquirido una relevancia importante como consecuencia de las crisis alimentarias. El fosfato es fundamental para los fertilizantes, de hecho han subido 400 ó 500 por ciento en los últimos años. Y hay presencia de hidrocarburos que todavía no pueden ser explotados porque el conflicto ha afectado las tierras donde están los hidrocarburos. Y tenemos una de las costas marinas más ricas del mundo.
-¿Cuáles son los resultados de su visita al Perú?
-Yo creo que el resultado ha sido notable si se juzga la diversidad de los contactos y los altos niveles que han caracterizado estas conversaciones. Hablé con todos los líderes políticos, con representantes del Congreso y con la Cancillería.
-¿Ha habido una respuesta oficial?
-Somos conscientes que las cosas son lentas, requieren de mucha paciencia, razón por la cual pensamos que por tratarse de una cuestión política, está en manos del presidente Alan García y que hará respetar su propio compromiso, porque siendo candidato presidencial firmó una carta al presidente Alejandro Toledo solicitándole la normalización de las relaciones diplomáticas con nosotros, calificándolas como justas y correctas.
-¿Entonces las presiones de Marruecos habrían sido despejadas?
-Bueno, no. Marruecos y sus embajadas practican una diplomacia muy agresiva, muy insolente, que muchas veces raya en el chantaje, en la presión. A veces, adquiere los tonos de una superpotencia. Marruecos quiere forzar a la diplomacia peruana a aceptar un enfoque que nunca ha sido usado en la diplomacia de este país respetable, el enfoque de exclusión, el enfoque de todo conmigo o nada. Lo que nosotros queremos explicar es que las relaciones no son excluyentes. De la misma manera que Marruecos ha aceptado embajadas de nuestro país en México, Venezuela y no menos de 10 capitales en África, debe respetar la decisión peruana de con quién tener relaciones.
Por Efraín Rúa
Editor Mundo
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