No niego que la foto puede ser trucada, hay quien detecta esto al primer vistazo, a mí me cuesta más. Lo segundo que se piensa al ver la foto es que no es posible que Rubalcaba se haya dejado fotografiar así. Lo primero es que esa es exactamente la actitud del gobierno español con Mohamed.
El problema que plantea esta actitud con Mohamed también es obvio y conocido. Se trata de un dictador sanguinario que, además, tiene ocupado ilegalmente un territorio, el Sahara Occidental, del que España es la potencia administradora. El gobierno de Marruecos ejerce una violencia brutal contra el pueblo saharaui, legítimo propietario del territorio. Todos los organismos internacionales dan la razón al pueblo saharaui, porque no puede ser de otra manera, aunque luego las potencias mundiales hacen la vista gorda antes los desmanes de Mohamed. Las explicaciones que dan para ello, que Mohamed es un bastión contra el terrorismo, dan risa, porque el propio Mohamed practica el terrorismo contra los indefensos saharauis. Sin contar con las licencias de pesca en aguas saharauis. Cabe la posibilidad de que eso se acabe pronto.
Pero los desmanes de Mohamed no terminan ahí, su permanente amenaza contra las ciudades españolas, Ceuta y Melilla, y contra todos los intereses españoles de las proximidades. Contra todo esto, la cantinela del gobierno español siempre es la misma, la que remite a la foto: lo fundamental es tener buenas relaciones con Marruecos. Olvida añadir el gobierno español que siempre y cuando el gobierno marroquí se comporte con lealtad, algo que lleva mucho tiempo sin hacer, si es que lo ha hecho alguna vez.
España es, legalmente, la potencia administradora del Sahara, aunque algunos se empeñen en hacer creer que no es así. No se deben eludir las responsabilidades de este modo ni dejar a su suerte a Ceuta y Melilla.
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