Dice una frase de Vicente Ferrer
"Si ayudas al que sufre nunca te equivocas"
En cierta forma por eso escribí el libro para no ser indiferente, ni mirar para otro lado. Para ponernos de parte del que sufre por la más injusta situación desde hace más de 35 años, el pueblo saharaui. No quiero formar parte del terrible “silencio de los bondadosos”.
Con esa misma intención preparé, gracias a la invitación de la Biblioteca Antonio Mingote de Madrid, la presentación de “Delicias saharauis”, en la que me acompañaron muchos y entrañables amigos, que leyeron diferentes fragmentos de la obra acompañados por fotos representativas de su lectura. Quiero dar especiales gracias por ayudarme en esta presentación a los escritores Gonzalo Moure, Zahra Hasnaui y Limam Boicha, al coronel Javier Perote, y a los activistas de la causa saharaui Victoria Peralta y Manolo Calvente. También a Mª Carmen Sanz y Jesús Moya, que trabajaron para que todo saliera bien y a Dana, de la biblioteca.
La protagonista de Delicias saharauis, Fatimetu, una especie de Sherezade saharaui, cuenta en el libroa su amiga española toda suerte de historias y narraciones de su tierra. Este viaje que es Delicias saharauis ha supuesto que haya aprendido de la mano de este personaje, muchos aspectos que no conocía de mi querido pueblo. He conocido los cuentos de los pastores, las tradiciones del desierto, he descubierto cómo se fundaron sus ciudades, he aprendido a querer a sus ancianos y ha admirar a la población que vive en sus territorios ocupados.
Concibo este libro como una caja donde guardo aquellas historias que más me han marcado, como esa delicada caja donde Fatimetu esconde sus tesoros. Espero que quienes lo leáis disfrutéis como yo de estas Delicias saharauis.
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