*Nota: la maratoniana participación de la ministra en la campaña electoral de Rubalcaba ha hecho que no haya recibido al enviado especial de la ONU para el Sahara Occidental, Christopher Ross, que, en su visita a Madrid tuvo que conversar con Juan Antonio Yánez. Una muestra de lo que importa el conflicto saharaui a la señora Jiménez.
España insiste en “una solución política justa, duradera y aceptable para las partes”
En su esfuerzo por tratar de desatascar el conflicto que rodea la colonia más antigua de África, el enviado especial de la ONU para el Sahara Occidental está de visita en España. El estadounidense Christopher Ross ha sido recibido por el secretario de Estado de Asuntos Exteriores e Iberoamericanos, Juan Antonio Yánez-Barnuevo. Como se esperaba, nada nuevo se extrae del comunicado que la diplomacia española ha hecho público tras la reunión.
Una y otra vez se repiten las mismas palabras al término de estos encuentros. Madrid apoya “una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable para las partes, conforme a los principios y propósitos de la Carta de Naciones Unidas”, como dice la nota de Exteriores, informa Efe.
Se trata de una fórmula que, por mucho que se escriba, nadie es capaz de llevar a la práctica. Por un lado, se encuentra la comunidad internacional, bloqueada de forma interesada por el desinterés perenne que rodea el conflicto, donde no hay petróleo en juego aunque sí cada vez más preocupaciones por la expansión del terrorismo. Por otro, el odio insuperable entre Marruecos y los independentistas del Frente Polisario, que por más que se sienten en la misma mesa no son ni capaces de entablar negociaciones que les hagan avanzar un solo milímetro en medio del desierto.
El viaje de Ross se produce en medio de la polvareda levantada por los primeros secuestros de extranjeros que Al Qaida del Magreb Islámico (AQMI) lleva a cabo en los campamentos de refugiados saharauis al sur de Argelia. Dos cooperantes españoles y una italiana fueron capturados el pasado 22 de octubre en Rabuni, sede central de los mandos del Polisario.
Las débiles e inhóspitas fronteras en esa zona del continente africano son escenario de acciones terroristas desde hace años, pero los secuestros en esa región bajo control saharaui son una novedad que, en medio del fuego cruzado de declaraciones de saharauis, argelinos y marroquíes, también afectará al conflicto de la ex colonia española.
Ross se encuentra de gira por las capitales de los países que forman el denominado Grupo de Amigos del Sahara Occidental. Tras Washington y Madrid el enviado irá a París, Moscú, Londres y Ginebra.
El enviado de la ONU visita Madrid, además, cinco días después de que el eurodiputado español de Izquierda Unida Willy Meyer fuera expulsado a golpes por las autoridades marroquíes de El Aaiún, capital del territorio en disputa. Las protestas de Madrid ante este tipo de sucesos son un formalismo que rara vez alteran el acuerdo tácito por el que España apoya a Rabat y su plan de autonomía para el Sahara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario