jueves, 20 de septiembre de 2012

Rey de Marruecos desaira al Perú, a Latinoamérica y a la Cumbre ASPA


GENERACCION. Por: Ricardo Sánchez-Serra (*)  18 de septiembre 2012
Habíamos adelantado la primicia a GENERACCION que el rey  marroquí Mohamed VI –tan anunciado con bombos y platillos- no venía a Lima para participar en III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de América del Sur-Países Árabes (ASPA), a la que ha preferido desairar.
La embajadora marroquí Oumama Aouad habría sorprendido a la Cancillería peruana al confirmar su asistencia, a pesar que ya se sabía que el rey no vendría. Lo que debe molestar es la pérdida de tiempo del canciller Rafael Roncagliolo de viajar 9.000 mil kilómetros hasta Rabat, la capital marroquí, portando la invitación personal del presidente Ollanta Humala al gobernante autocrático marroquí, quien según su denominación oficial es "El Rey, Amir Al mouminin (Comendador de los creyentes), Representante Supremo de la Nación, Símbolo de su Unidad, Fiador de la permanencia y de la continuidad del Estado, vela por el respeto al Islam y a la Constitución”.
Simplemente el Mohamed VI hace con los países lo que quiere, total se baña en oro. Luego de trece años en el poder es, según la revista financiera Forbes, uno de los hombres más ricos del mundo. Y su fortuna se ha duplicado en los últimos años: al 2008 ascendía a 2,5 mil millones de dólares. 
De antemano se sabía que no vendría al ASPA
Desde mediados de agosto se conocía en los diarios españoles que el rey no asistiría, porque se había pospuesto la Reunión de Alto Nivel que celebran periódicamente Marruecos y España, del 12 de setiembre al 3 de octubre. Sin embargo, a fines del mismo mes la Cancillería peruana aún sin la información oficial del retracto marroquí, seguía anunciando la presencia de Mohamed VI. No había, pues, compromisos hechos con anterioridad, sino que simplemente el monarca no quiso venir a Lima, a tal punto es grave que los propios marroquíes propusieron a España no realizar su reunión bilateral en setiembre y ellos mismos la pasaron al 3 de octubre. ¿Por qué no pudo ser en otra fecha que no coincida con la Cumbre  ASPA? ¿Por la agenda de Rajoy? ¡Pamplinas!
Para Marruecos la reunión con España es mucho más importante, ya que recibe muchos más beneficios al luchar aparentemente contra la inmigración y el narcotráfico y pedirle a Madrid que ruegue para que le aprueben los acuerdos con la Unión Europea en materia de agricultura y pesca, suspendidos por el Parlamento Europeo debido a que utilizan los recursos de los saharauis, cuyo territorio no autónomo y en proceso de descolonización, fue invadido por Marruecos en 1975 y que siguen usufructuando. Pocos días antes, se desarrollará el primer foro parlamentario entre ambos países para ver los mismos temas y el conflicto del Sáhara Occidental.
Desinterés por Latinoamérica
Ello confirma una vez más el completo desinterés de Marruecos por Latinoamérica y que solo abrió embajadas luego que varios países del área restablecieron relaciones diplomáticas con la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), con el propósito que, a través de lobbies, prebendas y viajes,  congelen sus relaciones con los saharauis, cuyo territorio fue invadido por Marruecos a pesar de las protestas de la ONU y la comunidad internacional.
Algunas naciones latinoamericanas sucumbieron a las prebendas, otras valientemente y en ejercicio de su soberanía se opusieron y mantuvieron las embajadas saharauis junto a las marroquíes sin problemas, como debe ser y como las hay en otros países del orbe. Cabe señalar que un congelamiento de relaciones no significa que se desconozca a un país. Al respecto, debe recordarse el artículo sexto de la Convención sobre Derechos y Deberes de los Estados (firmada por el prestigioso canciller Alfredo Solf y Muro), que dice: “el reconocimiento de un Estado simplemente significa que el Estado reconoce que acepta la personalidad del otro con todos los derechos y deberes determinados por el derecho internacional. El reconocimiento es incondicional e irrevocable”.
Cuando un país se dispone a abrir o reabrir las embajadas de la RASD, a los marroquíes les da pataleta, mueven todas sus influencias –internas y externas, como Felipe González, por ejemplo-, prometen inversiones –que nunca llegan-, amenazan retirar su embajada, aseveran que sus “padrinos” España y Francia se molestarán y toda clase de movidas inimaginables.
Los diplomáticos marroquíes son bien agresivos a tal punto que se inmiscuyen en los asuntos internos, al, por ejemplo, pretender presionar a las cancillerías a que no reciban al canciller o a un enviado especial saharaui; asimismo, a intentar influir a los congresistas a que no se realice algún evento político o cultural saharaui. Sin ir tan lejos, siendo solo un conferencista, a mí me agredieron verbalmente en el III Congreso Internacional de Derechos Humanos, desarrollado en Lima, siendo abucheados por los asistentes.
Las relaciones con Marruecos no son significativas, es un país más, a quien hay que guardar el respeto cuando guardan respeto.
Unos dirán: “no viene el rey, pero vienen otros funcionarios y empresarios y eso suple”. No es así, en ese tipo de monarquías feudales como la marroquí, el rey y los nobles manejan todo y son los dueños de todo. No se mueve una pluma sin permiso del monarca.
Las cancillerías no deberían dejarse engañar y menos presionar. Los países son soberanos y deben tomar sus decisiones independientemente, sin influencias internas de sus felipillos (traidores) y menos externas. Por algo en el Perú estamos emancipados desde 1821.
(*) Periodista. Miembro de la Prensa Extranjera. Analista internacional.