*Publicado por ResistenciaSaharaui 11/12/12
Continuando mi colaboración
con AFAPREDESA (Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis)
iniciada el pasado febrero trabajando en la desaparición forzada cometida sobre
la población saharaui en las últimas cuatro décadas, primero por España y
especialmente por Marruecos desde la invasión del territorio en 1975, me
desplazo hasta las ciudades de Smara y El Aaiún en el Sáhara Occidental para
conocer de primera mano los testimonios de antiguos desaparecidos y familiares
que actualmente cuentan con algún miembro en su familia víctima de dicha
práctica, y poder conocer por fin la realidad del pueblo saharaui en los
territorios ocupados del Sáhara Occidental.
En los ocho días que he pasado
trabajando sobre ello, he podido compartir mi experiencia con los miembros de
ASVDH (Asociación Saharaui de Víctimas de Violaciones Graves de Derechos
Humanos cometidas por Marruecos) permitiéndome ésta estar presente junto a sus
miembros en los encuentros que ha mantenido la semana pasada con representantes
del ayuntamiento de Florencia (Italia) y el grupo de medios de comunicación
norteamericanos conformados por ocho periodistas que visitaron El Aaiún para
conocer más a fondo la situación actual de la población saharaui en los
territorios ocupados del Sáhara Occidental.
La visita, dividida entre
Smara y El Aaiún, me ha servido para constatar de primera mano muchos de los
problemas que los saharauis vienen sufriendo a diario, y muchos de los que
históricamente han denunciado públicamente sin tener el efecto deseado en la
comunidad internacional.
En primer lugar, en Smara,
pude conocer, además de los testimonios de antiguos desaparecidos y familiares
de desaparecidos en la actualidad, la falta de libertad de expresión que los
jóvenes sufren por parte de las autoridades marroquíes a la hora de expresar
tanto sus posiciones políticas como su identidad saharaui, así como los efectos
que ha provocado la visita de Christopher Ross a algunos de los activistas
saharauis en dicha ciudad.
En el Aaiún, junto con todo lo
relacionado con la desaparición forzada, he podido comprobar el gran trabajo
que ASDVH realiza día a día por mantener encendida la llama saharaui y defender
los Derechos Humanos en los territorios ocupados por el Reino de Marruecos.
Brahim Dahan, Brahim Sabbar, Ghalia Djimi, y en especial Hassanna Duihi, que me
ha abierto las puertas de su casa para permitirme aprender cada día más del
pueblo saharaui, me han enseñado que la causa saharaui tiene un futuro brillante
por delante pese a las presiones de todo tipo que Marruecos lleva a cabo para
intentar frenar el peso de la verdad y la historia a favor del pueblo saharaui.
Tras estos días de vivencia
directa y momentos compartidos, no me queda más que volver a mostrar mi firme
apoyo a esta justa causa y denunciar el acoso policial que sufrí en los últimos
tres días de trabajo cuando un policía de paisano seguía todos mis pasos y el
de mi acompañante para intentar incomodar y coartar nuestras movimientos y
programa establecido.
Podrán hacernos sentir el
miedo en nuestros cuerpos, podrán jugar con nosotros y nuestras dudas para
intentar callar la voz libre de los saharauis, pero lo que no podemos permitir
es que un joven de 27 años te pida con lágrimas en los ojos que borres las
fotos que os acabáis de hacer con una bandera de la República Árabe Saharaui
Democrática por miedo a que la policía las vea y vengan a por él igual que
hicieron con su padre; no podrán impedir que cuente la muerte en vida de un
padre relatada por un hijo cuando sacaron a su otro hijo de la casa , mientras
toda la familia presenciaba la imagen, a la frase de su hijo es detenido porque
“por ser gordito y guapo a la policía le va a gustar violarlo”; no nos pueden
impedir que relatemos la falta de miedo de un hombre que ha estado encarcelado
por motivos políticos pero que se siente vulnerable cuando te cuenta que su
familia estaba sola cuando la policía entró en su casa para destrozarla y
amenazarlos; no podemos callarnos que un joven tiemble al relatar la paliza que
la policía le dio en la calle; no pueden impedir que seamos el eco de todas
esas mujeres y hombres que sufrieron en primera persona la desaparición forzada
y que aún hoy día lo siguen estando en las cárceles secretas marroquíes tras
más de 37 años de represión; no podemos permitir que los saharauis sigan sin
poder decir al mundo todo aquello que sienten y piensan en libertad en las
calles de su propia tierra.
Nuestro silencio será la mayor
victoria que pueda conseguir Marruecos. Gracias al pueblo saharaui de los
territorios ocupados por acogerme y darme fuerzas para que siga intentando ser
eco de su justa voz y no convertirme en un cómplice más de las pretensiones del
Reino de Marruecos.
Libertad a los presos
políticos saharauis, honor a los desaparecidos saharauis, fin a la violación de
los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental, y referéndum de autodeterminación
ya.
Pepe Oropesa Rodríguez,
Sevilla, diciembre de 2012.
(Fotos: Pepe Oropesa y
Hassanna Duihi)