2010-11-21 • Milenio (México)
Después de 35 años de lucha
para obtener su independencia, el pueblo saharaui y su representante, el Frente
Polisario, insisten en que la potencia ocupante, Marruecos, se someta a las
resoluciones de las Naciones Unidas a favor de la autodeterminación del Sahara
Occidental, ex colonia de España que ésta cedió en 1975 a Marruecos y
Mauritania. Un conflicto que es explicado en todos sus matices a MILENIO por el
presidente Mohamed Abdelaziz.
“EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA ÁRABE SAHARAUI
DEMOCRÁTICA (RASD), MOHAMED ABDELAZIZ, ATENDIÓ A MILENIO CUANDO EL FRENTE
POLISARIO ANUNCIA QUE TIENEN ARMAS, HOMBRES Y VOLUNTAD PARA VOLVER A LA GUERRA”
.
En 1975, España entregó su
colonia del Sáhara Occidental a los gobiernos vecinos de Marruecos y Mauritania.
¿Por qué ocurrió esto y qué ha pasado durante estos 35 años?
Ante todo, quisiera agradecer
al periódico MILENIO su gran interés por lo que está ocurriendo en mi país, y a
través del mismo expresar mis calurosos saludos a todo el Pueblo mexicano.
Como mencionó en su pregunta, sí,
a través de un pacto secreto e ilegal, llamado “Acuerdo Tripartito”, España
entrega su ex colonia, conocida en aquel entonces como Sahara Español, a
Marruecos y Mauritania. En dicho acuerdo, los tres país acordaron dividir el
territorio en dos partes, la parte norte, para Marruecos y el sur, para
Mauritania, manteniendo intereses y privilegios económicos para España.
El “Acuerdo Tripartito” fue
rechazado por las Naciones Unidas según la resolución 3458, de 1975, la cual
exige a España que cumpla con sus responsabilidades como potencia colonizadora
y principalmente crear las condiciones idónea para traspasar todos los poderes
a la población del Territorio (territorio no autónomo), en este caso, al pueblo
saharaui, acorde a la resolución 1514 (1960) de la Asamblea General de ONU. Esto
puso en evidencia que si España hubiera cumplido con sus obligaciones el
conflicto no hubiera tenido lugar.
En 1976, España, dadas sus
condiciones internas en aquel entonces y frente a las fuertes presiones por
parte de Marruecos, abandona el Sahara Occidental. Con esta retirada, España
violó flagrantemente sus compromisos internacionales y deja un vacío jurídico.
Ante esta situación, el 27 de
febrero del 1976, el pueblo saharaui, proclama, en un acto de enorme lógica
jurídica, la Republica Árabe Saharaui Democrática, RASD, ocupando de esta
manera el vacío jurídico. El nuevo Estado fue inmediatamente bienvenido por
diversos reconocimientos de diferentes Estados en los cinco continentes. Resalto
aquí que durante esta serie de reconocimientos fue un gran hito la admisión de
la RASD por la entonces Organización de la Unión Africana (OUA), actualmente la
Unión Africana, en 1982.
Frente a estos acontecimientos,
Marruecos desencadena una guerra que ha desestabilizado a toda la región del
Magreb y, con ella intentó aniquilar la existencia del pueblo saharaui. Al
nivel internacional, la monarquía marroquí no escatimó ningún esfuerzo por
anular el reconocimiento internacional que ha tenido la RASD, utilizando la
propaganda, la mentira y el soborno a políticos en algunos países.
En 1991, los esfuerzos de la
OUA y la ONU así como el desgaste de la guerra condujeron a que las partes (Marruecos
y el representante del pueblo saharaui, el Frente Polisario) firmaran un alto
el fuego para poder poner en marcha un plan de paz, cuyo objetivo final es la
celebración de un referendo de autodeterminación, un derecho legítimo y de
carácter irrevocable que solo puede agotarse por su pleno ejercicio.
Desde la fecha, diversos
planes de paz fueron habilitados en diferentes resoluciones de la ONU, pero
todos también fueron obstaculizados por Marruecos. La falta de voluntad
política por parte del reino de Marruecos de aplicar clara e inequívocamente
las resoluciones de las ONU, llevó al estancamiento de todo intento de paz.
Hasta este momento, Marruecos
sigue con esta dinámica, rechazando cualquier solución pacífica basada en la
autodeterminación del pueblo saharaui, principio cardinal de las ONU, y que
gracias al mismo muchos países ahora son miembro de pleno derecho de esta
organización internacional. Hoy, Marruecos, en vez de cumplir con sus
compromisos y cooperar con las Naciones unidas, viola constantemente los
derechos humanos en las zonas ocupadas del Sahara Occidental, donde vive una
gran parte de nuestro pueblo, que desde 2005, ha llevado a cabo
una protesta pacífica –su propia Intifada– contra la ocupación marroquí y en
repuesta a sus promesas rotas, en cuanto a la celebración del referendo de
autodeterminación.
Ha sido un impasse muy
prologado...
En efecto, el conflicto ha
estado caracterizado por un impasse muy largo, y por eso que hoy las Naciones
Unidas intentan dar un nuevo impulso al proceso de paz a través de
negociaciones directas, cuyo objetivo final es la celebración de un referendo
de autodeterminación. En ese sentido, estamos en plena disposición para
cooperar con la ONU y con su secretario general, el señor Ban Ki –moon para la
aplicación de todas resoluciones que piden la celebración de un referendo de
autodeterminación, hecho que hemos expresado últimamente a su enviado personal,
el señor Christopher Ross, que acaba de terminar su gira por la región.
El pueblo saharaui aunque
es árabe, como colonia española, habla español y es reconocido por ser unas de
las sociedades musulmanas donde la mujer tiene el mayor grado de igualdad con
el hombre. ¿Cómo es esto?
Efectivamente. Somos el único
país árabe de habla hispana y en nuestras escuelas se estudian las dos lenguas.
Nos consideramos un avanzada de los latinos en África y el mundo árabe, pero
también cerca de Europa, por la cercanía de las Islas Canarias.
La sociedad saharaui es una
sociedad musulmana tolerante. Su originalidad nace del compromiso de toda la
población en un proyecto común. La idiosincrasia de nuestro pueblo contiene
características de los nómadas, en donde la mujer es un actor activo e
importante desde tiempos ancestrales. La mujer saharaui, depositaria
privilegiada del alma del pueblo, lucha en nombre de su historia. Hace de su
tradición un arma ofensiva permeable a los cambios necesitados por las nuevas
situaciones.
Somos un Estado que ha creado
las condiciones idóneas para que la mujer desempeñe un papel líder en la
sociedad. En nuestro Parlamento hay 34 por ciento de diputadas y están en todas
las esferas del gobierno; ellas juegan una función esencial en el
funcionamiento de las instituciones saharauis.
¿Cómo puede un país que
todavía no lo es tener un presidente? y ¿dónde viven los saharauis?
Como he mencionado, España, al
poner fin a su colonización en 1976, se funda la RASD como Estado soberano que
ejerce plenamente su poder sobre una población, el pueblo saharaui, en un
territorio, el que era conocido como Sahara Español, cuyas fronteras están
definidas por diferentes tratados internacionales. Este territorio se encuentra
actualmente dividido en dos parte, una parte ocupada por Marruecos y la otra, territorio
liberado, en donde ejerce su dominio la RASD.
Por el momento, la soberanía
de la RASD se manifiesta en la articulación de una estructura jurídico-administrativa
que se proyecta sobre las zonas liberadas y provisionalmente sobre los
territorios cedidos por Argelia para acoger a los campamentos de refugiados. Todo
el pueblo saharaui, en todas partes, acata, sin discusión, la soberanía de la
RASD. Le recuerdo aquí que, como forma de resolver el conflicto, la RASD ha
aceptado la celebración de un referendo de autodeterminación no con el objetivo
de conseguir un Estado sino para recuperar pacíficamente su territorio, ocupado
por Marruecos.
La RASD es un Estado africano,
soberano e independiente, con una Constitución democrática que refleja la
separación de poderes, y la figura de un presidente.
El 18 de octubre, el
embajador del Sahara Occidental ante la ONU, Ahmed Bujari, alertó al Consejo de
Seguridad de una posible tragedia humanitaria por las migraciones de miles de
saharauis al desierto. ¿Por qué esta alarma?
Sí, hemos alertado al Consejo
de Seguridad, a la comunidad internacional y a las organizaciones humanitarias
y de derechos humanos sobre lo que podría convertirse en una catástrofe
humanitaria si no hay una intervención internacional urgente que pueda proteger
a la población saharaui del cerco impuesto por las fuerzas de seguridad y el
ejército marroquíes al campamento levantado por miles de saharauis a las
afueras de las ciudades ocupadas del Sahara Occidental, especialmente en El
Aaiún y Smara, para protestar por las condiciones de vida que se vive en las
zonas ocupadas. También, es un cerco informativo y absoluto de las
comunicaciones del campamento con el exterior.
En estos campamentos de
protesta, el régimen marroquí interviene y reprime a los ciudadanos saharauis
que llevan suministros a sus compatriotas: alimentos, agua y medicinas y
despliega una campaña masiva de calumnias e informaciones falsas sobre la
situación para crear confusión, miedo y destruir la moral entre los acampados. Del
mismo modo, los frecuentes sobrevuelos de helicópteros y aviones no tripulados
para ejercer mayor control están provocando un estado de pánico entre los
acampados indefensos.
En la tarde de lunes 24 de
octubre, ocho ciudadanos saharauis que intentaban acercarse al campamento
fueron recibidos a balazos por las metralletas del ejército marroquí. De los
ocho, uno murió y los otros fueron heridos de bala. Con esto, policía y
ejército marroquí pretenden encarcelar a toda la población saharaui que se
manifiesta pacíficamente en los campamentos.
Este éxodo forma parte de la
lucha diaria que está llevando a cabo la población saharaui en las zonas
ocupadas por Marruecos, y es una clara expresión de su rechazo a la ocupación
marroquí. Asimismo, confirma la convicción y el compromiso de nuestro pueblo
con su derecho legítimo a la autodeterminación y la independencia, en virtud de
la Carta y las resoluciones de la ONU.
Sí estamos profundamente
preocupados por la seguridad de miles de saharauis instalados en estos
campamentos, y en las zonas ocupadas en general, ya que están sometidos a un
estado de sitio permanente y sin precedentes por parte del ocupante, por el
simple de hecho de protestar pacíficamente contra la ocupación, la represión y
el expolio de nuestros recursos naturales y la marginación; y en contra de las
pésimas condiciones de vida en que vive la población saharaui bajo la ocupación
marroquí desde hace 35 años.
El establecimiento de un
mecanismo de las Naciones Unidas para la protección y vigilancia de los
derechos humanos en el Sahara Occidental es ahora necesario y la entrega, sin
más demora, de ayuda humanitaria a los saharauis en estos campamentos es urgente,
para evitar una inminente tragedia humanitaria.
¿Por qué es tan codiciado
el Sahara Occidental? ¿Por su posición geográfica? ¿Qué hay debajo del suelo
saharaui?
Nuestro país está situado al
noroeste del continente africano y cubre una superficie de 284 mil kilómetros
cuadrados. Limita al norte con Marruecos, al este con Argelia, al sureste y sur
con Mauritania y al oeste con el Océano Atlántico. Se considera que hay una
estrecha relación entre la existencia de recursos naturales y la posición
geográfica del territorio saharaui con la existencia de diversas geoestrategias,
para sacar el mayor provecho de tales factores, mismas que a la vez han
contribuido a un alargamiento del conflicto saharaui-marroquí.
La República Saharaui cuenta
con recursos naturales de gran importancia. Vemos la cercanía existente entre
nosotros y las Islas Canarias. Nuestras costas albergan uno de los bancos
pesqueros más grandes del mundo, se extiende sobre 150 mil kilómetros cuadrados
e incluye más de 150 especies marinas, moluscos, cefalópodos y crustáceos. En 1947
se descubrieron los yacimientos de fosfato en la región de Bu-craa, al sureste
de la capital. Las reservas de esta zona se calculan en más de diez millones de
toneladas. En el subsuelo saharaui también hay otros recursos estratégicos como
petróleo, oro, plata, uranio, hierro, cobre y estaño.
La República Saharaui ha sido
siempre un territorio codiciado. Prueba de ello es que hoy en día el Sahara
Occidental sigue luchando por sus libertad, por más de 35 años. También, la
costa atlántica ha sido desde hace siglos objeto de la codicia de diferentes
potencias. El polémico Acuerdo pesquero de la Unión Europea con Marruecos, que
permite a la flota pesquera europea entrar en nuestro territorio de manera
ilegal, tiene un beneficio para el gobierno de Rabat de 36.1 millones de euros
anuales.
Nuestro país es de gran
importancia estratégica y sus posibilidades en el futuro son enormes dadas sus
ventajas comparativas en recursos.
Del cúmulo de resoluciones
que en estos años han emitido las Naciones Unidas a favor de una solución
pacífica y soberana que incluye la creación de un Estado Saharaui, ¿cuál de
ellas sería la más conveniente hoy para su gobierno a fin de destrabar las
negociaciones?
Nosotros hemos estado apoyando
todas las resoluciones que desde más de cuatro décadas han dictado las Naciones
Unidas y la Unidad Africana. Todas estas resoluciones se encaminan hacía una
sola solución: el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación e
independencia, un derecho que fue también confirmado por el Tribunal
Internacional de Justicia, en 1975.
La única forma de destrabar
las negociaciones es que Marruecos cumpla con sus compromisos internacionales y
el derecho internacional, y que coopere con los organismos internacionales (Naciones
Unidas, Unión Africana) para llevar a cabo la única resolución legítima al
conflicto de Sahara Occidental, o sea la que obliga a un Referendo de
Autodeterminación transparente, justo y democrático, auspiciado por as Naciones
Unidas y con el apoyo de la comunidad internacional.
Hemos declarado y afirmado, con
toda claridad, que aceptaremos los resultados de dicho referendo y que
estaremos a las órdenes de lo que dictamine nuestro pueblo en esa ocasión. Y
para ello hemos presentado una amplia y completa propuesta a las Naciones
Unidas.
Hay quienes afirman que el
conflicto saharaui desapareció de la prensa mundial porque ya no corre sangre. ¿Hasta
dónde puede llegar la paciencia del pueblo saharaui y su representante, el
Frente Polisario, antes de tomar las armas? ¿Considera esto una opción?
Sin otra opción, los saharauis
tomaron las armas para defender su derecho a la libertad y a la independencia. Fuimos
agredidos y sacados de nuestros hogares por nuestros vecinos, ante los ojos de
la comunidad internacional. Es una lucha de liberación que ha sido
característica de todo el proceso de independencia en la mayoría de las
naciones, es una reacción lógica de todos los pueblos ante las injusticias.
Estamos tratando, desde 1990
hasta hoy, evitar el regreso a las armas. Hemos participado en todas las
negociaciones que la ONU supervisó para solucionar el conflicto. Confiamos en
las gestiones del máximo órgano internacional y su misión en el Sahara
Occidental. El pueblo saharaui es un pueblo pacífico, pero un fracaso de la ONU
en su misión de organizar un referendo en el Sahara Occidental acercará a los
saharauis al límite de su paciencia. Por eso es ya la hora de abrir las vías
para solucionar el conflicto saharaui de una forma justa y duradera.
Macarena Soto. Ciudad de
México