Por pachakuti
Penoso silencio informativo
sobre las movilizaciones de ayer por el Sahara
Sahara Libre.
En grito coreado frente al
Teatro Campoamor de Oviedo, fue seguido por un numeroso grupo de personas, y
escuchado por los viandantes y la policía.
Pero... ¿algún medio asturiano
se hizo eco de esas demandas? ¿radiaron, televisaron, reportaron acaso el
pronunciamiento leído por el actor Willy Toledo?
Asturias puede presumir de
tener en el Sahara una de sus causas "favoritas" de la solidaridad
internacional. Se puede medir en las actividades del año. En los propios
presupuestos de cooperación cada vez más raquíticos. En las fotos que los
políticos gustan hacerse con las niñas y niños en vacaciones en paz, en la
existencia heroica de la Asociación Asturiana de Amistad que este año cumple
cuarto de siglo, en el Observatorio Asturiano para los DDHH que de nuevo tendrá
que vérselas en el juicio a los presos políticos ,en la liga de estudiantes
saharauis que ayer trataban de buscar complicidad en sus gritos en idioma
hassanía de la ciudadanía,de los medios comunicación,de los responsables
políticos..
Y allí cerca está nuestro
parlamento: ¿saldrá de él este lunes un pronunciamiento claro, de exigencia de
Descolonización, de sintonía con la solidaridad asturiana que reclama que se
rompa ya con el amarre a la pata franquista de 1975 cuando se produjo la
traición de la dictadura a los saharauis y a los propios militares españoles
que habían comprometido otra salida, descolonizadora?
No basta con fotos amables ni
gestos tibios: nuestros cinco grupos parlamentarios deben decir, alto y claro,
lo que las asociaciones diversas, representadas en más de cincuenta siglas
apoyando la concentración de ayer, demandan en apoyo a la dignidad saharaui,
que ha tenido entre otras muchas, una subida de tensión en el propio Campamento
Dignidad en 2010, la primera de las sublevaciones de la "primavera
árabe" arrasada a sangre y fuero por el ejército y policías marroquíes, y
que ahora se vuelve a cebar con el juicio militar a 23 presos políticos
saharauis.
Sus señorías tienen la
palabra. El gobierno asturiano también. Es una exigencia democrática: que
cumplan y hagan cumplir las resoluciones de la ONU, y así se lo demanden al
gobierno español.
No es mucho pedir. En medio
minuto lo pueden hacer, y la paciencia saharaui de treintisiete y pico años, se
lo sabrá agradecer.