El
realizador tinerfeño Emilio Alonso lanza una campaña de 'crowdfunding' en
internet con el fin de conseguir financiación para rodar su cortometraje de
ficción
La rosa del
desierto, esa piedra con apariencia de flor que crece en medio del Sáhara, es
el nombre del nuevo cortometraje de ficción del cineasta tinerfeño Emilio
Alonso. Tras cuatro años intentando buscar financiación para contar esta
historia en la pantalla y con una ayuda de Canarias Cultura en Red de 12.000
euros, han lanzado una campaña para conseguir financiación colectiva en
internet, a través de la plataforma de crowdfunding Verkami. Le quedan 15 días
para lograr los 8.000 euros necesarios para filmar este relato de 25 minutos
sobre la realidad del Sáhara.
El corto "narra
la historia de amor entre dos saharauis que se conocen en la zona ocupada del
Sáhara Occidental y se ven obligados a separarse por la situación que viven. No
solamente hablamos de la situación que viven, también intentamos retratar la
oleada de pateras que vivimos en Canarias en 2005/2006 y aprovechamos para
hablar de la inmigración y del proyecto de la Gran Muralla Verde que lucha
contra la desertificación", explicó el realizador isleño, quien espera poder
comenzar a filmar a final de mes. La película se rodará en Marrakech, Madrid
–donde transcurre la parte de glamour de la historia– y Gran Canaria. En las
dunas de Maspalomas, se recreará el desierto del Sáhara y, en Vecindario, se
levantará la zona ocupada.
Sara Sálamo,
natural de Tenerife, y Nasser Saleh protagonizan esta historia que "intenta
divulgar lo que está pasando en el Sáhara, para que todo el mundo la pueda
conocer", señala Emilio Alonso. Este trabajo cuenta la realidad del pueblo
saharaui abandonado por su potencia colonial –España– que sufre la expoliación
de sus recursos naturales y materiales, la represión política y militar, la
constante violación de los derechos humanos y la dejadez de la comunidad
internacional. Pero este cortometraje cuenta también una historia de lucha por
la libertad y la dignidad, de amor y esperanza.
La rosa del
desierto cuenta con un fuerte apoyo en la red, motivado por el hecho de que
refleja la causa saharui. Escritores y actores unen sus voces para que La rosa
del desierto consiga el dinero necesario para poder rodar con la máxima calidad.
Alberto Vázquez Figueroa afirma en un vídeo de apoyo que "todo proyecto
que contribuya a mejorar la vida de los seres humanos y especialmente la de los
que han sufrido tanto en los últimos años como los saharauis con los que me
crié, merece todo mi apoyo". Por su parte, la actriz Malena Alterio
asegura que "el cine es un buen vehículo para hacernos soñar y para
contarnos realidades" y añade que "es muy importante que no nos olvidemos
de la gente del Sáhara". También Aitana Sánchez Gijón apoya este trabajo
que "da voz y visibilidad a un pueblo que lleva una lucha pacífica que hay
que admirar", remarca.
Un equipo
formado por 25 personas que trabajará gratis quiere conseguir regar La rosa del
desierto con 8.000 euros para presentar en octubre en el Festival Fisahara, que
se celebra en los campamentos saharauis, la historia terminada para recordar
una realidad olvidada.
Aquí la
página para colaborar: