miércoles, 17 de diciembre de 2014

El Vía crucis de los saharauis que aspiran a ser españoles

Rafael Catalá, el nuevo ministro de Justicia, lo reconoció en público a principios de mes. Para algunos colectivos la obtención de la nacionalidad española es un "laberinto imposible". Aludía a los saharauis que residen en España a los que el predecesor de Catalá, Alberto Ruiz-Gallardón, colocó en un callejón casi sin salida.
El "laberinto imposible" surgió hace aproximadamente un año cuando la dirección general de Registros y Notarías del Ministerio de Justicia dejó de dar validez a los documentos expedidos por la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD) que España no reconoce. Tampoco España reconoce a Kosovo, pero su documentación sí se acepta.
"Se ha producido un cambio de doctrina" se lamenta Sidi Talebbuia, presidente de la Asociación Profesional de Abogados Saharauis en España (APASE). "Afecta sobre todo a aquellos jóvenes saharauis que llegaron a España con el programa de Vacaciones en Paz, se quedaron con sus familias de acogida y llevan más de diez años residiendo aquí", añade. "Están integrados, tienen arraigo, pero ahora se les deniega la nacionalidad".
 A aquellos que quieran ser españoles solo les queda entonces una vía tortuosa: hacerse primero apátridas. Presentan la solicitud en la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) o en la Jefatura Superior de Policía, señala Talebbuia. "A partir de ahí deben esperar al menos un par de años", señala. "Cuando tengan documentos como apátridas podrán solicitar la nacionalidad española", que tardarán otros dos años más en conseguir. "Es un camino interminable", se queja.
Para Talebbuia la solución consistiría en modificar el artículo 22 del Código Civil para que, como sucede con los portugueses, filipinos, ecuatoguineanos o sefardíes, a los saharauis les basten dos años de residencia para poder solicitar la nacionalidad. El Sáhara Occidental ha sido colonia española hasta 1975 como lo fueron en su día Filipinas o Guinea Ecuatorial. La Administración española debería además aceptar de nuevo la documentación expedida por la RASD.
Dos grupos parlamentarios, Izquierda Plural y Esquerra Republicana de Catalunya, aprovecharon la introducción en el Congreso de los Diputados, el mes pasado, del proyecto de ley que facilita la obtención de la nacionalidad española a los judíos sefardíes, para presentar sendas enmiendas que beneficiaban a los saharauis. Las retiraron antes de que se iniciara la tramitación parlamentaria.
Rafael Catalá ha aparentado ser sensible a esta reivindicación. La ley que se está tramitando no va a resolver el problema de los saharauis que aspiran a ser españoles, según el ministro. Éste se comprometió, no obstante, el 2 de diciembre, a encontrar un "cauce" para la tramitación de la nacionalidad por personas en las que concurran las características de cercanía y arraigo como "los saharauis".
Algunos jóvenes saharauis se han ilusionado con estas palabras, pero no así el letrado Talebbuia. "Es una promesa más que, probablemente, no se cumplirá como otras anteriores", asevera.

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