*Fuente: CEAS-Sahara. Foto: Saauti, 11 de marzo de 2015
La Comisión Europea es uno de los
principales donantes de ayuda humanitaria dirigida a los campamentos de
población refugiada saharaui sitos en Argelia, con una cantidad de 10 millones
de euros en concepto de ayuda alimentaria básica y de subsistencia, de la cual
se benefician unas 185.000 personas que habitan estos campos desde hace 40
años, momento en el que el abandono de España y la posterior ocupación militar
marroquí les obligara a abandonar su territorio, el Sahara Occidental.
En el año 2007, la Oficina Europea de Lucha
contra el Fraude (OLAF), encargó a sus auditores un informe de evaluación y
seguimiento de esta ayuda presionada por la propaganda marroquí y sus aliados
en la UE. Entonces el resultado de dicho informe no tuvo transcendencia alguna
y se archivó debido a su insignificante valor acerca del "desvío" de
dicha ayuda.
La manipulación de la información del lobby
marroquí pretende crear confusión y sospechas con la clara intención de
desalentar a los donantes que conceden ayuda a la población saharaui refugiada,
retornando al informe emitido hace ya 8 años.
Primero, habría que preguntarse por qué
dicho informe que, en su momento se consideró por parte de la Unión Europea
como insignificante para revisar a la baja la donación europea anual a la
población refugiada saharaui en concepto de alimentos básicos para su
subsistencia, sale a la luz después de tanto tiempo y precisamente a un mes de
la evaluación de la situación del conflicto por el Consejo de Seguridad de las
NNUU.
Segundo, los Organismos Internacionales
como el ACNUR y el PMA, que atendiendo a su propio mandato mantienen la
responsabilidad principal en la atención a la población refugiada y gestionan
las donaciones, decidieron aumentar la ayuda a las y los refugiados en el 2005
gracias al resultado del mecanismo conjunto creado con el fin de dar un
seguimiento y reforzar el control de la ayuda a los campamentos de población
refugiada saharaui, mecanismo avalado y apoyado por el ex-presidente de ECHO,
el alemán Peter Zangl, que llegó a visitar personalmente los campamentos.
Tercero, recordar que todas las ONGs
europeas que gestionan dicha ayuda y trabajan sobre el terreno conociendo la
situación de primera mano, avalan la transparencia y coordinación del trabajo
de distribución de las distintas ayudas con las autoridades saharauis.
Cuarto, la Ayuda internacional a la
población refugiada no se puede abstraer de su contexto político. Ante los
escasos avances en las negociaciones para alcanzar una resolución justa al
conflicto y conforme con el Derecho Internacional, es imprescindible la
provisión de asistencia suficiente, en volúmenes y tiempos requeridos, siendo
una contribución sustancial a la resolución de la descolonización pendiente del
Sahara Occidental.
En definitiva, la manipulación del informe
de la OLAF, es producto de la propaganda marroquí apoyada por un potente lobby
anti-saharaui en Bruselas, y por ello, CEAS-Sáhara considera inaceptable,
indignante e inhumano condenar a la población saharaui refugiada a la hambruna
con fines políticos opacos que no benefician sino al régimen marroquí para
perpetuar, con su intransigencia y la continua violación de los derechos
humanos, la ocupación ilegal del territorio saharaui.
José Taboada Valdés. Presidente de CEAS
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