El Aaiún, con las calles repletas de banderas marroquís y carteles de Mohamed VI. / Foto cedida por Nazha El Khalidi, de Equipe Media. |
Las calles de El Aaiún engalanadas con la bandera marroquí para celebrar el aniversario de la Marcha Verde. / Foto cedida por Nazha El Khalidi, de Equipe Media. |
"Las autoridades de la ocupación van de casa en casa
exigiendo la asistencia al recibimiento del rey, o nos recortarán los
sueldos", dice una saharaui
Este 6 de noviembre se cumplen 40 años de la marcha militar
marroquí que empujó al exilio forzoso a miles de saharauis que no han podido
regresar a sus hogares
Los saharauis denuncian limitaciones en sus movimientos,
represión y hostigamiento en la preparación del acto de bienvenida del rey
marroquí
Desde 1975 el 6 de noviembre está marcado en el calendario
oficial marroquí como fiesta nacional para conmemorar la 'Marcha Verde' y hacer
honor a aquel despliegue militar disfrazado de manifestación pacífica y
popular, ideado por el anterior monarca, Hassan II, que penetró en el
territorio saharaui, por aquel entonces provincia española.
Este acontecimiento marcó un antes y un después en la vida del
pueblo saharaui, que en aquella época ya reclamaba el derecho a la
autodeterminación, y que a día de hoy no consigue alcanzar.
Celebrar el aniversario de Al Massira o Marcha Verde,
significa celebrar el abandono de las tropas españolas en la colonia africana
y el exilio forzoso de cuatro
generaciones de saharauis condenados a vivir en los campamentos de refugiados
en Argelia, justo al otro lado del muro levantado por Marruecos y plagado de
minas antipersona.
Al mismo tiempo es sinónimo de festejar la desaparición de los
más de 500 saharauis y el caso omiso al derecho internacional que determina al
Sáhara Occidental como territorio no autónomo. Pero sobre todo es rendir
homenaje a los 40 años de ocupación ilegal de Marruecos, así como al expolio de
sus recursos naturales y la violación sistemática de los derechos humanos de
los saharauis que allí resisten.
Todos estos motivos son suficientes para que el rey Mohamed VI
acuda a "las provincias del sur" –eufemismo que él mismo utiliza para
referirse a las zonas ocupadas del Sáhara– y apelar a la
"marroquinidad", aunque esto suponga ir en contra del derecho
internacional.
Enorme dispositivo de seguridad
Los preparativos de la visita del monarca a El Aaiún, donde
está previsto que pronuncie su discurso efeméride de la Marcha Verde, han sido
protagonizados por un gran despliegue de seguridad bajo la batuta del ministro
de Interior, Mohamed Hassad, que se desplazó a la ciudad.
Estos días en las redes sociales se pueden encontrar imágenes,
que dan prueba de la aplastante presencia militar y policial en los territorios
ocupados. En ellas se aprecian carreteras que parecen no tener fin, atestadas
por filas de tanques y carrocería del ejército, rumbo al Sáhara. Esta puesta en
escena muestra el estado de sitio que intimida y bloquea los intentos de
libertad de expresión de la población saharaui que, a día de hoy y tras cuatro
décadas de invasión, representa menos del 20% de la demografía.
"Todo este bloqueo militar y policial me trae recuerdos
de la invasión del Sáhara en 1975. Siento asfixia". Son las palabras de
Fatma Abdallahi, una mujer saharaui que fue testigo de la Marcha Verde y
víctima de sus consecuencias. Abdallahi explica a eldiario.es los abusos a los
que se están viendo sometidas las familias saharauis ya que "las
autoridades de la ocupación van de casa en casa exigiendo la asistencia al recibimiento
del rey, o de lo contrario recortarán nuestros sueldos y trabajos ",
afirma.
La sección en El Aaiún de la Asociación Marroquí de Derechos
Humanos (AMDH), que trabaja desde la clandestinidad para velar por las
libertades, ha publicado un informe en el que da testimonio del bloqueo
policial en la capital, impidiendo la libre circulación de los ciudadanos
saharauis.
Frente a la represión de estos días, que forma parte de la
vida cotidiana en las zonas ocupadas, los saharauis se han organizado para
salir a la calle y celebrar concentraciones en oposición al régimen y denunciar
la vulnerabilidad a la que están expuestos, entre otras cosas, en materia de
derechos sociales. Todas estas protestas han sido duramente reprimidas por la
gendarmería marroquí, que según fuentes locales, también han aprovechado la
oleada de tensión para realizar detenciones arbitrarias a activistas.
Maradona, estrella de Marruecos
Esta actitud represiva por parte de los cuerpos de seguridad
brilla por su ausencia en las manifestaciones como la que lideraron colonos
marroquís la noche del miércoles, recorriendo las calles de El Aaiún a grito de
"viva el rey" y "muerte al enemigo".
El broche final del aparato propagandístico de Rabat en esta
celebración lo pone el célebre futbolista y exentrenador de la selección
argentina de balompié, Diego Armando Maradona, que según la prensa marroquí,
viajará a la capital del Sáhara Occidental donde participará en un partido de
exhibición organizado por la Real Federación Marroquí de Fútbol.
La noticia no ha pasado desapercibida para
la opinión pública. El movimiento de solidaridad con el pueblo saharaui llama
al boicot del evento y de la estrella futbolística, para que no preste su
imagen a la ocupación y opresión de este pueblo, y recuerda: 40 años bastan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario