*Fuente: Sahara Thawra
Las tres observadoras internacionales, Elena Pollan Gonzalez, Covadonga Canteli De Castro y Emilce Haydee Farias, se encontraban en El Aaiún para realizar un proyecto de radio desde los Territorios Ocupados, Radio Aswad. Una de ellas, es argentina, y las dos restantes son ciudadanas españolas. Estas últimas no es la primera vez que viajaban a los territorios ocupados del Sahara Occidental. Elena pertenece también a Western Sahara Resource Watch, y el proyecto que las llevó a El Aaiún en esta ocasión, Radio Aswad, estaba apoyado y contaba con la colaboración de Sahara Thawra.
Nuestras tres compañeras comunican que temen por la seguridad de las personas saharauis con las que han tenido contacto durante su estancia en El Aaiún y las posibles represalias que se pueden tomar contra estas.
Las observadoras estiman que Marruecos ha tomado esta medida contra su presencia en El Aaiún, por haber visitado, en el día de ayer, a la familia del jóven saharaui Said Uld Sidahmed Uld Abdelwahad asesinado con dos disparos -uno en la cabeza y otro en el pecho- por un policía marroquí, el pasado 23 de diciembre de 2010. Por esta razón temen también por la integridad de la familia de Said.
Un grupo de mujeres saharauis se manifestó en la noche de ayer en la puerta de la casa de esta familia para apoyarles en su duelo y denunciar el brutal asesinato. Recordamos que Izana Ameidan fue agredida por visitar a dicha familia hace poco, preocupando este hecho por si pudiera repetirse, debido a la visita de estas observadoras internacionales.
Así mismo, dos personas han acompañado a las observadoras durante este tiempo, y pueden también encontrarse en peligro. Temiendo que desde las fuerzas del orden marroquíes puedan tomar represalias contra ellos, estas personas son los saharauis Sidi Essbai y Hafid Toubali.
Las tres observadoras internacionales se encuentran, en estos momentos, viajando, en autobus, desde la ciudad ocupada de El Aaiún, desde donde han sido expulsadas por la policía marroquí, hacia la ciudad de Marraquech, donde volarán a España a lo largo del día de mañana. Previo a su expulsión, la policía marroquí les ha presentado un documento escrito en francés, que se han negado a firmar por no entender con claridad el contenido del mismo, así como el delito del que se les acusa y según el cual debían abandonar el país. Finalmente han salido de El Aaiún sin una orden de expulsión oficial, sino por presión de la policía.
En este momento se encuentran de camino a Marrakech, a la altura de la ciudad de Tarfaya, vigiladas por dos policías marroquíes que viajan en el mismo autobús, manteniendo la vigilancia y el acoso sobre ellas.
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