martes, 5 de abril de 2011

¿Vamos a permitir que Mohamed Hallab muera?




MOHAMED HASSANA HALLAB O LA DIGNIDAD DE LOS NADIES

*Fuente: CEAS-SAHARA

Mohamed Hassana es un ciudadano saharaui refugiado que, junto a una parte del Pueblo Saharaui, sobrevive desde hace más de 35 años en los campamentos de población refugiada en Tinduf (Argelia). Nacido en la ciudad de El Aaiún en 1986, Mohamed Halab se vio obligado a abandonar el territorio ocupado tras las detenciones y persecución que sufría por parte del gobierno marroquí por su participación en manifestaciones pacíficas.

Al igual que al resto de la población saharaui, el muro levantado por Marruecos impide a Mohamed Hassana la libre circulación por su territorio y le separa de su familia y de su entorno natural, obligándole a vivir en el exilio y a sobrevivir gracias a la ayuda humanitaria.

En el marco del programa de visitas que lleva a cabo el ACNUR desde el año 2004 y que pone a disposición de los y las saharauis la posibilidad de visitar a sus familiares del otro lado del muro, Mohamed Hassana tenía previsto visitar a sus familiares residentes en los territorios ocupados por Marruecos. Sin embargo, de manera totalmente arbitraria y tras las maniobras orquestadas por Marruecos, se le ha negado la visita a sus familiares en el Sáhara Occidental ocupado.

La negativa se debe, presuntamente, a alegaciones presentadas por el Gobierno marroquí que trata nuevamente de dinamitar las medidas de confianza entre las partes puestas en marcha en el marco del conflicto. Una maniobra cruel y ruin que define a quien la ha orquestado (Marruecos) y a quien, con su silencio cómplice, la ampara y recubre de aparente legalidad (ACNUR), plegándose a la arbitraria decisión del gobierno marroquí.

Ante tal ignominia, Mohammed Hallab se encuentra en huelga de hambre desde el pasado siete de marzo sometido a presiones para que deponga su actitud. De qué tiene que cesar, nos preguntamos, ¿de luchar pacíficamente por sus derechos?, ¿De luchar contra el abandono y el olvido?, ¿De no rendirse?, ¿De no callar ante la injusticia? ¿De no haber aceptado humildemente la arbitrariedad y la complicidad con la potencia ocupante de su tierra? ¿De luchar por su dignidad, por su vida familiar y los derechos elementales de su pueblo?

VEMOS en la protesta de Mohamed Hassana, que cumple hoy 29 días en huelga de hambre y se encuentra ingresado en el hospital de Rabuni, la personificada reclamación de todo un pueblo que lleva más de 35 años tratando de salir de la pesadilla de la ocupación militar, y cuyo derecho a reencontrarse con sus familiares y parientes no puede quedar sometido a la voluntad arbitraria de Marruecos o a la ineficacia de la comunidad internacional a la hora de preservarlo.

DENUNCIAMOS la forma en que ACNUR se pliega a la ilegal voluntad de la potencia ocupante de un Territorio No Autónomo y exigimos a dicho organismo que asuma sus responsabilidades y competencias y facilite el que Mohamed Hassana pueda visitar libremente a sus padres, sus tres hermanos y una hermana que residen en El Aaiún ocupado.

EXIGIMOS al Reino de Marruecos el desmantelamiento del Muro de la Vergüenza y la eliminación de todas las minas antipersona que lo rodean.

DEMANDAMOS de nuestro Gobierno y de todas las instancias políticas internacionales que presionen al Reino de Marruecos para que cese de inmediato en su política de obstrucción de acuerdos que como éste promuevan la distensión y sus constantes obstáculos a la implementación de una solución justa y definitiva que respete la legalidad internacional y el legítimo derecho del Pueblo Saharaui a la libre determinación y su ejercicio mediante referéndum, de acuerdo con la carta de Naciones Unidas, las Resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y la UA.

El Sáhara no se vende, la dignidad de sus habitantes tampoco.

Madrid, a 4 de abril de 2011

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CLARIDAD DIGITAL  Enviado por Sergio Rodrigo el Jue 31, Mar 2011.

Mohamed Hallab es un chico saharaui que tras vivir bajo la ocupación marroquí sobre el Sahara Occidental decidió escapar hacia los campamentos de refugiados en el desierto.
Desde hace varios años, trabaja en Tindouf como miembro nacional y responsable de comunicación de la asociación AFAPREDESA.
Además, desde el pasado 7 de marzo lleva a cabo una huelga de hambre contra ACNUR por aceptar una “cláusula discriminatoria”. Y es que Hallab se ha convertido en uno de los 2.400 saharauis rechazados por el Reino de Marruecos a participar en el programa de reencuentro familiar promovido por el Alto Comisionado de Naciones Unidas

P- ¿Qué le ha llevado a emprender una huelga de hambre”
R- Me han obligado a realizar esta huelga por excluirme del plan de visitas familiares de ACNUR. Estaba en la lista y fui denegado a última hora

P- ¿Cuándo se le confirmó que no viajaría en el vuelo de ACNUR?
R- Rellené toda la documentación, estaba incluido en la lista del vuelo del 25 de febrero, incluso realicé los trámites de mi equipaje y recibí el dinero que se les entrega a los saharauis para participar en el programa. No obstante, la noche antes, ACNUR me confirmó que no podría viajar, ya que Marruecos había emitido una orden de búsqueda y captura sobre mi persona.

P-¿Cometió usted algún delito como dice Marruecos?
R- Desafío a Marruecos a que demuestre que he cometido algún delito. Yo no he cometido ningún delito, soy saharaui y lo único que hice fue participar en una manifestación pacífica a favor de la independencia de mi país, y hasta lo que yo tengo entendido, alzar una bandera no es un delito. Por otro lado, creo que no tienen derecho a excluirme del plan por mi conciencia política.

P- Según fuentes de este diario cercanas a ACNUR, la organización le ha propuesto que sus familiares viajen a los campamentos a causa de situación, y usted no lo ha aceptado ¿Es veraz esta información?
R- En ningún momento ACNUR se ha puesto en contacto con mi familia en las zonas ocupadas. No obstante, el responsable de ACNUR si me ha expresado su intención de traer a mis familiares, pero, creo que es más fácil que viaje una persona, que traer a toda una familia, ya que son muchos. Además no pueden excluir a una persona por su conciencia política

P- ¿Aceptaría usted una negociación con ACNUR?
R- Estoy abierto a cualquier tipo de negociación, pero hasta ahora no la he tenido.
S.Rodrigo



Un año después de Aminatu Haidar, un joven de 25 años lleva desde el 7 de marzo sin comer, después de que Marruecos le impida visitar a su familia en El Aaiún, en el marco de un programa humanitario de Acnur

ABC  ISRAEL VIANA / MADRID 04/04/2011
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Un año después del caso de Aminatu Haidar –que puso en jaque a los gobiernos marroquí y español con una huelga de hambre de 32 días–, un joven saharaui de 25 años amenaza con volver a encender la mecha del eterno conflicto entre Marruecos y el Frente Polisario. El protagonista en esta ocasión, Mohamed Hallab, lleva 29 días sin comer y su «estado de salud es crítico», después de que las autoridades marroquíes le hayan denegado visitar a su familia en El Aaiún, en el marco del Programa de Medidas de Confianza (CBM, por sus siglas en inglés) impulsado y avalado por Acnur.

Hallab, que vive en los campamentos de refugiados y lleva ocho años sin ver a sus padres y a sus cuatro hermanos, estaba incluido en este programa humanitario, puesto en marcha en 2004, con el objetivo de facilitar el reencuentro entre las familias separadas por el llamado «muro de la vergüenza». De él se han beneficiado 13.000 de los 40.000 candidatos que lo solicitaron. Cerca de 25.000 se encuentran en una espera indefinida y unos 2.400 han sido rechazados «bajo diferentes excusas, incluidas la de ser perseguidos por la justicia marroquí», «que la familia del solicitante no haya sido localizada e, incluso, que esta no quiere recibirles», según denuncia a ABC Abdeslam Omar, presidente de la Asociación de Familiares de Presos y Refugiados Saharauis (Afrapredesa) y portavoz de Mohamed Halab.

«A Mohamed –explica Omar– Marruecos le acusa de haber participado, cuando era menor de edad y vivía en El Aaiun, en manifestaciones que reclamaban la independencia del Sahara y el respeto a los derechos humanos. Se le acusa de alterar el orden público, tirar piedras, atentar contra la seguridad del Estado y otras acusaciones que nada tienen que ver con el código penal marroquí».

Vetado en dos ocasiones
Es la segunda vez que rechazan la solicitud de Mohamed. La primera interrumpió sus estudios universitarios en Libia cuando le anunciaron que había sido admitido, se pagó un billete de avión a los campamentos y, una vez allí, «le informaron de que el Gobierno de Rabat había vetado su visita», explica Enric Gonyanons, miembro de la ONG Fundación Mundobat, desde los campamentos saharauis, de donde tuvo que volver a marcharse Mohamed Hallab para acabar la carrera.

La segunda vez, hace algo más de un mes, ya había recibido la confirmación de que iba a viajar. Había realizado todos los trámites, se había hecho las fotos, había firmado los documentos requeridos e, incluso, le habían entregado el bolso obligatorio para el trayecto y el dinero para los gastos: unos 20 euros. «El 20 de febrero le comunican que vuela el 25, pero un día antes le informan de que Marruecos ha vuelto a rechazar su viaje», comenta Abdeslam Omar.

Al joven Hallab, que protagoniza el primer caso de huelga de hambre entre los 2.400 rechazados como medio de presión a Marruecos y Acnur, no le han convencido las razones «arbitrarias» recibidas, ya que, según explicaba en un comunicado, «incluso los combatientes del Ejército de Liberación Popular Saharaui, que se alzó en armas hasta el alto el fuego de 1991, pudieron beneficiarse del derecho a viajar a los territorios ocupados a reencontrase con sus familias».

«Aunque pague un alto precio»
Indignado, Mohamed inició el 7 de marzo una huelga de hambre «indefinida», «sin intención de retroceder aunque pague un alto precio», que le ha llevado a ser hospitalizado en varias ocasiones debido al empeoramiento de su estado de salud. Actualmente, se encuentra en el Hospital de Rabouni, en los campamentos, en un estado de salud muy preocupante. Ha perdido mucho peso y el lunes pasado comenzó a vomitar y su nivel de azúcar descendió a 50, por lo que fue trasladado al centro médico de manera urgente, por miedo de que pudiera entrar en un coma hipoglucémico.

El Gobierno marroquí alega que Mohamed tiene una orden de busca y captura
Acnur, que «está muy preocupada por el estado de salud de Mohamed, que empeora día a día y se empeña en seguir con la huelga de hambre», asegura que la Agencia «no tiene la solución». «No es Acnur quien decide quién viaja, sino las partes implicadas, tanto Marruecos como el Frente Polisario. Nosotros recibimos una carta del Gobierno marroquí alegando que Mohamed tenía una orden de busca y captura y que sería arrestado nada más entrar en el país, por lo que no podemos meterle en el avión», explica a ABC María Jesús Vega, portavoz de Acnur en España, quien asegura que están negociando desde el primer día, como «ocurre con los otros rechazados».

Hallab cumplirá mañana 30 días a base de agua y azúcar, dos menos de los que estuvo, hace un año, la activista Aminatu Haidar, quien ya se ha puesto en contacto con el joven saharaui para mostrarle su apoyo y su solidaridad.

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