Varios
familiares de desaparecidos saharauis han pedido al gobierno español que
presione para investigar más fosas comunes como la que se ha descubierto
recientemente en el Sáhara por un equipo de la Universidad del País Vasco. En
esa fosa, entre los cadáveres de los ocho desaparecidos en 1976, había dos DNI
españoles.