Aminetu Haidar acompañó a Takbar en su huelga de hambre hace unas semanas |
Un hijo de Takbar Haddi murió a raíz de ser
torturado por colonos marroquíes. Takbar inició una campaña que crece,
exigiendo justicia para él y otros casos similares
BILBAO - Los padres de Takbar Haddi (El
Aaiun, 1973) tenían DNI español. En 1975, con los Acuerdos de Madrid, perdieron
la condición de españoles, como tantos saharauis. Takbar -que sólo pudo
realizar estudios primarios, y trabajar esporádicamente en la limpieza- perdió
un hijo, Haidala, desangrado tras ser agredido por colonos y policías
marroquíes. Eso ha originado que iniciara una huelga de hambre que ha ido
creciendo mediáticamente, para denunciar la “impunidad” con que atacan a
numerosos jóvenes saharuis. Al prescribirle el médico que detuviera su ayuno,
otras personas se van turnando en la huelga de hambre, y más madres se han
solidarizado (#MadresConTakbar). Ha trasladado incluso a la ONU su
reivindicación.
¿Cuántos días ha estado en huelga de
hambre? ¿Cuántos llevan de relevo en la cadena solidaria?
-36 días frente al Consulado de Marruecos
para pedir que me entregaran el cuerpo de mi hijo, detener a los autores, hacer
la autopsia y una investigación de todo lo ocurrido, pero nunca contestaron y
han contado mentiras en la prensa, y engaños para esconder lo que hacen desde
hace muchos años: que siempre están reprimiendo. Y a los simpatizantes del
Polisario, como mi hijo Mohamed Lamin, para que no reclamen la independencia.
Pero eso ya no se puede parar: todos los jóvenes quieren la independencia y los
padres y los abuelos… Todos quieren la independencia y la paz.
¿Cómo se encuentra? Tras prescribirle el
médico que detuviera la huelga de hambre, estuvo descansando unos días, pero
ahora se ha incorporado a las manifestaciones en Gran Canaria.
-Tuve que interrumpir la huelga porque el
médico dijo que estoy con mucho peligro para mi salud. Entonces me invitaron a
participar en la Conferencia de Ginebra de Derechos Humanos y viajo para
hablar. Había mucha gente muy seria escuchando lo que decía. Pero no entiendo
que se permita a Marruecos durante tantos años seguir maltratando a los
saharauis, y tantos asesinados, y torturados y desaparecidos solo por ser
saharauis. Cuando regresé de Ginebra quería seguir pidiendo justicia para mi
hijo delante del Consulado de Marruecos, pero la policía no me lo permitió por
una ley nueva y tenía que pedir permiso. Cuando leí la carta de la Asociación
de Derechos Humanos de España que le pedía al Gobierno de España que cumpliera
sus responsabilidades porque es Potencia Administradora, comprendí que era
perder tiempo delante del Consulado marroquí, porque Marruecos es el invasor y
España es la responsable de todo y entonces decidí personalmente solicitar la
recogida de firmas de ciudadanos que quieren ayudar a que se haga justicia,
delante de la Delegación de Gobierno en Las Palmas.
¿Cuánto tiempo lleva en la lucha contra
la opresión marroquí?
-Desde joven he estado en las manifestaciones,
con otros jóvenes para decir y gritar que queremos la independencia. Cantando
canciones para la libertad. La policía aparece por detrás y empiezan a dar
golpes y a detener y llevarlos a la comisaría para interrogarles, preguntar por
simpatizantes del Polisario. Algunos regresaron con muchos golpes y otros no
regresaron nunca.
¿Ha estado siempre cerca de Aminetu
Haidar?
-Aminetu no era conocida antes para muchos
de nosotros los saharauis, pero desde que conocimos su historia, el tiempo en
la cárcel, los sufrimientos y el valor que siempre tuvo, le tenemos un gran
respeto y consideración. Es una mujer con mucho valor y significa mucho para
nosotros.
Aminetu lo pasó muy mal en su huelga de
hambre... pero ahora han estado juntas en la suya.
-Aminetu Haidar es una mujer muy valiente
que ha sufrido mucho en la cárcel pero siempre valiente desafiando a los
carceleros. Al final la tenían que respetar por su fuerza y dignidad. Ella vino
y me dio mucha fuerza. Es una mujer que significa mucho para todas las personas
que luchan para que se haga justicia.
Ella logró que medio mundo mirara al
Sahara. Muchos desconocían qué estaba pasando ahí...
-Es verdad, Aminatu puso el dolor y
sufrimiento del pueblo saharaui encima de la mesa, para que todos los
responsables arreglen el problema, pero después de varios meses, muchos
volvieron la espalda y los años siguen pasando; los niños y jóvenes creciendo
con la represión marroquí, y las esperanzas rotas de alcanzar la justicia.
Bastantes lectores no sabrán qué pasó
con Haidala. Al parecer, muchos jóvenes saharauis están sufriendo torturas y
muerte.
-Cualquier joven como mi hijo Mohamed Lamin
Haidala, que destaque pidiendo la independencia, es vigilado y detenido o
provocan peleas con colonos que trabajan para la Policía. Hay muchos jóvenes
que han sufrido torturas, asesinatos, cárceles y desapariciones. Marruecos solo
quiere que todos cojan miedo a hablar de la independencia.
Otras madres se han unido para denunciar
estas situaciones. Recuerdan a las Madres de la Plaza de Mayo (hijos
desaparecidos, torturados, asesinados...). ¿Sufren algo parecido en el Sahara?
-El dolor de una madre que pierde su hijo
duele igual y no importa el lugar o la nacionalidad. Hay personas que piensan
que el color de la piel hace que el dolor sea menor. Se sufre mucho y para
siempre, todos los días. Y encima si es joven y no ha podido vivir la vida,
disfrutarla y hacer cosas buenas para él, la familia y para todos los demás, es
muy triste.
Pero usted se ha convertido en la cara
visible de este movimiento. ¿Cree que, como pasó con Aminetu, la opinión
pública mundial entiende mejor lo que les ocurre cuando una persona abandera
una causa?
Soy una madre que ha perdido a su hijo
porque le clavaron unas tijeras, no fue atendido en el hospital y fue detenido
y torturado en ese estado. Después de morir es cuando detienen solo a dos
colonos, pero no hacen nada con los médicos ni con la policía. Reclamo justicia
para mi hijo y que sea la última de esta tragedia de cuarenta años. Que mi
pueblo no sufra más porque ya ha sufrido bastante. Ya no podemos seguir
soportando que los extraños roben nuestra tierra, Entraron disparando,
ametrallando, enterrando viva con tractores a mucha gente, matando con bombas
desde aviones, matando a mucha gente que huía.
Elghalia Djimi y Aminetu me hablaron de
violaciones y torturas a las mujeres en las cárceles marroquíes...
-Sí, sufrimos muchísimo los que estamos en
la cárcel abierta. Imagínese los que están encerrados con los verdugos. Ellas
conocen mejor todo lo ocurrido en las cárceles porque sufrieron durante años
torturas y mordeduras de perros. Por suerte, nunca me cogieron en las manifestaciones
y nunca me detuvieron, pero todavía hay muchas personas. Dicen que son más de
500 que no se sabe dónde están.
Y sus compañeros narran que en El Aaiun
los acosos y ataques son diarios.
-Los ataques pueden venir en cualquier
momento. Solo con que vengan personas solidarias de organizaciones extranjeras,
ya están persiguiendo y deteniendo a todos los que salen a recibirlos. Las
calles siempre cercadas. Allí tienes la casa de mi familia cercada desde
febrero. El Sahara, cercado con el muro y las calles asediadas continuamente,
durante cuarenta años...
¿Cómo son capaces de soportar toda esa
presión?
-Porque sabemos que tenemos la razón y que,
al final, si no es para nosotros, será para nuestros hijos, pero el Sahara será
independiente. Después de cuarenta años no han podido convencer a nuestros
padres, ni a nosotros y menos a nuestros hijos. El Sahara será independiente.
Muchas personas que luchan por la
liberación del Sahara culpan más a Madrid que a Rabat de esta situación. ¿Qué
opina usted?
-Pienso, por lo que he leído, que hay
organizaciones que tienen razón en pedir a España responder por todo lo
ocurrido, y tuvo que despertar y proteger a los saharauis en todo momento y no
lo hizo. Pensaron que el pueblo saharaui no iba a luchar y terminaría aceptando
al invasor, pero, ahora, después de tantos años, no saben cómo arreglar un
problema que se ha hecho muy grave por tanta muerte, desapariciones y robos de
riquezas. Los niños que nacieron en 1975 ya tienen 40 años y quieren la
independencia, y sus hijos piden lo mismo. España no respetó las normas que
tenía para protegernos y no abandonarnos.
¿La solución estaría en la ONU?
-En la ONU hay personas muy buenas que
quieren que haya paz, que no haya guerras y que los Derechos Humanos se
respeten siempre, pero España no cumple con sus obligaciones con los saharauis
y sigue apoyando a Marruecos en invadir un territorio que no es suyo, matando,
torturando... España permitió que los aviones de marroquíes lanzaran bombas y
que muriese mucha gente de Guelta, Oum Draiga y Tiffariti, y España nunca paró
los bombardeos, y después se marchó manchada con mucha sangre de personas
inocentes que confiaron en ella.
¿Ve cerca una solución, tras 40 años?
-Tenemos mucha confianza en que las
próximas elecciones en España vendrán políticos honrados y valientes que pidan
justicia para el Sahara. Vamos a ser independientes.
¿Van a seguir movilizándose el resto del
verano en esta campaña?
-Quiero justicia para mi hijo, y que
ninguna madre tenga que sufrir el dolor de perder un hijo nunca más. Así que
seguiremos el verano, claro que sí... y el invierno, todo el año, y así, en
cualquier momento poder poner las flores de la paz en nuestras casas de un
Sahara libre e independiente.
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