Tiendas de campaña de la Media Luna Roja argelina y la Cruz Roja de Holanda eran mis colegios de aquellos años de mi éxodo y sin familia en 1976 |
Versos de un
poeta saharaui que vivió el éxodo preludio de su exilio y sigue fuera de su tierra usurpada,
conmovido por la situación de los refugiados que piden auxilio ante las puertas
de la vieja e inmoral Europa. Queda la esperanza en todas las buenas gentes
europeas que se están movilizando ante tanta inhumanidad. Bahia Mahmud Awah.
Exilio IV
Largo rato dialogué con el exilio,
triste lo que me contó:
“A Machado
el exilio le consumió”.
Le pregunté por sus consecuencias
y respondió:
extrañamiento,
deportación, expulsión,
destierro,
y un desarraigo al que
no me he querido rendir.
El exilio, quien lo probó lo sabe.
El exilio es Neruda,
el exilio son las silenciadas
palabras que a veces quiero escribir
y por dolor no me brotan.
Son las luchas que quiero ganar
y me enfrentan con el ajeno
y extraño invasor.
El exilio es mi vida confinada
a tiempo ilimitado
en el vientre alquilado
de una vieja metrópoli,
retrógrada y carcomida en sus entrañas.
Yo vivo el exilio.
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